viernes, 31 de octubre de 2008

TRES TEMAS COMO RESPUESTA

Dos de los periodistas del Ecos de la Costa de quienes soy cliente permanente en sus columnas desde hace 20 años, me han venido haciendo acusaciones sin fundamento y sin prueba que, considero, es oportuno abordar y dar respuesta. Los temas son los siguientes: Uno, una supuesta liga con el narcotráfico, dos la supuesta corrupción durante mi gobierno y tres, mi papel en la sucesión del 2005 a la muerte de Gustavo Vázquez.

En ese orden abordaré los tres asuntos.

1.- Han escrito, últimamente, que durante mi gobierno tuvo auge el narcomenudeo y uno de esos periodistas del Ecos de la Costa amenazó en su columna que iban a circular por Internet acusaciones en mi contra en ese sentido. Y sostienen que me vinculan a este tema porque yo, en mis columnas, he comentado que ningún aspirante a la gubernatura por el PRI debe estar ligado con esas conductas.

A los pocos días de esa amenaza del periodista del Ecos de la Costa, efectivamente empezó a circular por Internet un correo electrónico que entre otras cosas dice: “FMP cree que los colimenses ignoran que fue precisamente durante su sexenio cuando proliferó en Colima el narcomenudeo y el consumo de drogas sintéticas que tanto han dañado la salud física, metal y social de miles de jóvenes colimenses”.

“Por tanto que despotrica en contra de los políticos con atribuidas supuestas 'amistades peligrosas', sospechocistas, como chapuza acusa, lo más seguro es que el exgobernador y exrector se benefició del narcotráfico que propició y toleró durante su sexenio, pues tan vivo como presume ser, resulta imposible que no se haya dado cuenta del avecinamiento de tanto malandrín, proliferación de residencias y carros de super lujo, etc”.

O sea, como yo denuncio esos temas, aunque por el momento no he hecho ninguna acusación concreta, por que esa es responsabilidad de otras instancias policíacas y partidarias, estos periodistas del Ecos pretenden involucrarme sin prueba alguna y lo más grave para los intereses que ellos representan y promueven, es que quieren que en la sucesión gubernamental discutamos este tema y en ese sentido, estoy a sus ordenes, a ver quien resulta involucrado y quien puede, en su momento, acreditar no tener ligas ni antecedentes con esas conductas ilícitas.

Cabe destacar que de los 20 años que de manera reiterada aparezco en la columnas de estos dos periodistas, los primeros 15 años fueron de elogios, alabanzas, felicitaciones, reconocimientos, halagos, etc, etc., ocho años que fui rector, uno de campaña y seis de gobierno, lógico estuvieron en mi nomina esos 15 años y si ellos dicen que eran pagados y por eso lo hacían, quiere decir que ellos escriben por paga, y si argumentan que lo hacían gratis, quiere decir entonces, que los elogios tenían mayor sustento, pero estuvieron en la nomina.

Durante esos 15 años, y de ellos seis de mi gobierno, nunca escribieron que yo tuviera relación con actividades ilícitas o relacionadas con el narcotráfico, como ellos bien dicen; lo hacen ahora porque toco esos temas, no porque tengan alguna prueba de ello.

Por mi parte, tengo una resolución de la Procuraduría General de la República, suscrita por la licenciada María de los Ángeles Dorantes, fiscal especial y titular de la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración de Moneda, emitida en julio de 2005 y que se refiere a la investigación que realizó esa dependencia federal con motivo de la denuncia que ante la PGR presentaron los entonces diputados federales panistas Antonio Morales de la Peña y Jorge Luis Preciado Rodríguez, contra un servidor por el caso de las tarjetas de crédito.

En esa resolución de 472 páginas, se detalla la amplia investigación que realizaron más de diez dependencias federales e internacionales como la Interpol y en la que se resuelve que no cuentan con registros de antecedentes penales, averiguaciones previas, procesos o actas circunstanciadas iniciadas, así como sentencias emitidas en mi contra como consecuencia de alguna conducta antisocial.

Cabe destacar que comparecí a declarar ante la Procuraduría General de la República, que la Secretaría de Hacienda auditó mis ingresos y egresos al término de mi gestión gubernamental, y revisaron todas mis declaraciones patrimoniales y mis bienes inmuebles, cuentas bancarias y tarjetas de crédito como consta en el expediente citado.

Para sustentar lo anterior, publico del expediente lo siguiente:



Está suficientemente claro que no tengo ni he tenido ninguna relación con este tipo de actividades ilícitas, esta resolución se expidió por la PGR a 21 meses de que concluí mi gestión gubernamental, y si antes de ser gobernador hubiese tenido alguna relación de esa naturaleza, no hubiera podido ser gobernador del estado, así que cualquier comentario que me vincule con esas actividades es una calumnia por parte de los periodistas del Ecos de la Costa y una mentira que identifica el periodismo que practican y si yo abordo estos temas, es porque, en ese sentido, no tengo cola que me pisen.

2.- Sobre la acusación de la supuesta corrupción que los periodistas del Ecos dicen hubo durante mi gobierno, ellos nunca la denunciaron, ni tampoco ningún ciudadano, no hay ninguna acusación en ese sentido y no obstante la confrontación política con los partidos de oposición, nunca me acusaron de corrupto; de autoritario y de otras cosas sí, pero jamás de corrupto.

Han sido estos periodistas del Ecos de la Costa quienes, sin aportar ninguna prueba, hablan de actos de corrupción en mi gobierno, no obstante que durante el mismo lo alabaron, lo justificaron, lo felicitaron, etc. etc., y además, ahí cobraron y el dueño del periódico donde ahora escriben, el licenciado Jorge Humberto Silva Ochoa, fue Secretario General de Gobierno más de tres años.

Las cuentas públicas de los primeros cinco años de mi gobierno, fueron aprobadas siempre por los partidos de oposición y no obstante que durante los tres primeros años el PRI no tenía mayoría en el congreso local, las cuentas públicas fueron aprobadas por la mayoría, las de 98,99 y 2000, la de 2001 y 2002 fueron aprobadas por más de 20 votos y por mayoría la de 2003 y el último año de mi gobierno, 2003, fue auditado por la Auditoría Superior de la Federación, sin encontrar ninguna irregularidad.

En consecuencia, no se ha acreditado ningún acto de corrupción en mi gobierno y reto a los periodistas del Ecos de la Costa a que presenten las pruebas que sustentan sus dichos.

El caso de las tarjetas de crédito, cabe destacar, no se las robaron en mi sexenio, sino en el 2004, cuando yo ya no era gobernador, aunque los del Ecos dicen que seguía siendo y, tal vez, por eso me echan la culpa de las tarjetas, pero el gobernador era Gustavo Vázquez y además, la PGR resolvió que no hubo ninguna conducta ilícita de quienes fuimos acusados e investigados.

Por eso, cuando Ada afirma que mi gobierno ha sido el más corrupto de los últimos años le pregunto: ¿por qué, como periodista, nunca lo dijo durante los seis años de mi gestión?

¿Qué pruebas tienes Adalberto?

Supongo que únicamente las que te han dicho en secreto y al oído.

Porque Ada nunca ha dado un nombre o testigo de quien le haya dicho u oído que le dijeron algo al respecto, sólo afirma que se lo dijeron a él solo y al oído y me supongo que argumentará que a sus informantes no les vio la cara, pues estaban siempre a sus espaldas.

SUCESIÓN 2005

Sobre el punto número tres, el de la sucesión del 2005, el Ecos de la Costa ha especulado mucho sobre mi actuación en dicho proceso, tanto a la muerte de Gustavo Vázquez, como en los días posteriores, cuando se decidió el interinato de Arnoldo Ochoa y la candidatura de Silverio Cavazos.

Me parece que si vamos a entrar ya a la sucesión de 2009, debemos antes desahogar los temas relativos a la sucesión en el 2005, y el papel que desempeñamos muchos de los actores políticos que en ese entonces participamos y muchos otros que hoy siguen participando.

Y sobre este tema, los del Ecos de la Costa han pretendido construir la teoría de la confrontación entre Silverio Cavazos y un servidor, y me parece que ya es tiempo de que de a conocer mi punto de vista, al fin y al cabo que quienes fueron diputados locales en ese entonces, presidentes municipales priistas, dirigentes del partido, funcionarios de gobierno y sobre todo, Silverio Cavazos, Arnoldo Ochoa y Luis Gaitán, están vivos y podrán, si digo alguna mentira o inexactitud, hacer la precisión pertinente.

Cabe destacar que los periodistas del Ecos que abordan este tema y que reiteradamente escriben sobre él, no fueron testigos de ninguna de las pláticas durante las cuales se tomaron los acuerdos y por lo tanto, como ya es costumbre en ellos, hablan de oídas y nunca aportan prueba alguna de sus dichos.

El licenciado Jorge Humberto Silva Ochoa, dueño del periódico Ecos de la Costa, y en ese entonces funcionario del gobierno, únicamente participó en una plática, a invitación mía, acompañado de Agustín Martell, quien propuso que Humberto Silva fuera el sucesor de Gustavo Vázquez, a lo que expresé que no y esa es una razón más de los ataques del Ecos de la Costa a mi persona y tal vez tengan razón, primero, porque no acepté a Ignacio Villagarcía como mi sucesor en la rectoría, como lo pretendió Humberto Silva y después, al no apoyar a Humberto Silva para que fuera mi sucesor en el gobierno del estado, porque decidí apoyar a Gustavo Vázquez y una vez más, porque al fallecimiento de Gustavo no permití que Silva Ochoa fuera el sucesor.

Así que, a partir de mañana, abordaremos con detalle este tema, que voy a dividir en partes: primero, antes del fallecimiento de Gustavo; segundo, el día 24 de febrero de 2005; tercero, el 25 de febrero de 2005; cuarto, la discusión con el PAN en torno a la sucesión; quinto, el acuerdo en favor de Silverio y el compromiso de Silverio; sexto, el intento del PAN por romper los acuerdos…. y los demás que vayan saliendo.

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