miércoles, 26 de mayo de 2010

Paulette Mató a Babaz

A dos meses de la muerte de Paulette Gebara Farah, el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), Alberto Bazbaz Sacal, informó que la niña murió “accidentalmente” en su cama, “de asfixia, por obstrucción de las vías respiratorias y presión torácica”; que el cadáver permaneció en ese lugar durante los nueve días en que la buscaron, y por esta “tragedia” no se ejercitará acción penal contra nadie.
El procurador dio por finiquitado el caso, no sin antes reconocer que hubo errores de la dependencia no sólo en la investigación, sino en la forma de comunicar a la opinión pública el asunto.
De estas deficiencias, sostuvo, “asumo la responsabilidad institucional y personal que me corresponde como cabeza de este Ministerio Público”.
Las nueve conclusiones de la investigación:
1. Las livideces del cadáver son en regiones declives del cuerpo que corresponden con la posición en la que fue encontrado el mismo (en una rendija de 14.9 centímetros entre el colchón y la estructura de madera al pie de su cama). Esto es que... corresponde a la posición donde falleció, es decir, que la posición original y final son la misma.
2. “Que el cuerpo de la menor no fue manipulado después de su muerte; es decir, permaneció en el lugar donde fue encontrada desde que murió.
3. “Que el tiempo preciso de la muerte fue nueve días previos a la fecha y hora de la necropsia, lo que demuestra que la menor murió la noche en que llegó de Valle de Bravo o a más tardar en las primeras horas de la madrugada del 22 de marzo.
4. “Que no existen lesiones u otros indicios relacionados con la muerte, ni que indiquen maniobras de defensa o resistencia previos al fallecimiento, ni indicios que señalen que la oclusión de orificios nasales fuera producida por otra persona, pues no hay estigmas ungueales (rasguños), escoriaciones perinasales o peribucales (raspones alrededor de nariz o boca).
5. Igualmente se descarta que algún factor externo facilitara la asfixia; ya que no existe fármaco o sustancia que hubiera alterado el estado de alerta o conciencia de la menor, lo que se refuerza con los resultados del laboratorio central del FBI que contribuyó, entre otras cuestiones, a determinar en forma contundente que no existía en el cuerpo de la menor fármacos, antihistamínicos, benzodiacepinas, o cualquier otra sustancia tóxica o que hubiese afectado la conciencia o el estado de alerta de la menor.
6. La PGR determina que una de las sábanas tenía rastros de orina que corresponden al lugar donde se encontraba la pelvis de la menor, lo que implica que estuvo con vida en la posición en donde fue encontrada, y falleció en esa misma posición, pues la orina es producto de la relajación de esfínteres posteriores a la muerte.
7. “Determina en forma coincidente con las demás instancias, que el alcohol encontrado en el cuerpo de la menor es debido a la descomposición del cadáver y no a una ingesta previa a su deceso.
8. “Desecha la hipótesis consistente en que el cadáver fue colocado en el lugar y posición en que fue encontrado posterior a su muerte, dado que es determinante, al concluir que la posición es la original y final al momento de la muerte.
9. “Por ello, la conclusión de dicha institución infiere el probable desplazamiento de dirección de cabeza a pies, lo cual fue corroborado con los experimentos realizados con diversos monitores (menores con características similares a la occisa), en los que se apreció la posibilidad de que la menor por sus propios medios realizara un desplazamiento en la cama. (La Jornada 22/mayo/2010)
“Mi familia y yo siempre confiamos en que las autoridades llegarían al fondo de los hechos”, dijo Mauricio Gebara Rahal, padre de la menor fallecida, tras conocerse las conclusiones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
Por otra parte, Lizette Farah Farah, madre de Paulette Gebara, decidió “vender” sus declaraciones a los medios de comunicación.
Vía telefónica, su hermana Arlette Farah dijo a La Jornada: “Si quieren conocer la posición de Lizette sobre el dictamen, tendrán que contactar a sus abogados”.
La madre de Paulette y sus defensores, añadió, hacen una lista; “valoran qué medio informativo fue responsable, quién actuó bien, y en base a ello elegirán a quién vender la exclusiva”. (La Jornada 22/mayo/2010)
Antes de que se emitieran las conclusiones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, la señora Lisette Farah, madre de Paulette Gebara, exigió a las autoridades del estado de México que “paren este circo” que han “armado” y empiecen a “hablar con la verdad”, que “trabajen” y le den una respuesta con pruebas fehacientes sobre las causas de la muerte de su hija.
En entrevista con Jacobo Zabludovsky, la señora Farah reprochó la actuación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), que encabeza Alberto Bazbaz Sacal, por “incompetente”, pero también porque ella aparece como la única sospechosa, aun cuando su marido, Mauricio Gebara Rahal, “tiene muchas cosas que explicar”.
Farah criticó la manera en que el procurador mexiquense Alberto Bazbaz se presentó en conferencia de prensa junto con una sicóloga de la procuraduría de justicia estatal, quien señaló que la madre de la víctima tiene problemas de personalidad.
“Me señalaron como culpable sin tener ningún elemento. ¿Por qué todo hacia mí? Perdí lo que más le duele a una madre, y aún así, con toda mi colaboración ante las autoridades, soy culpable. ¡No se vale!”
El abogado Paul Nerubay, quien acompañó en la entrevista a Farah, advirtió que existe el riesgo de que la PGJEM se incline por una decisión política. (La Jornada 8/mayo/2010)
Entre los muchos intereses que se esconden en el caso Paulette y que vinculan a la familia Gebara, se asoman también intereses que apuntan a una de las familias más encumbradas del panismo nacional y del gobierno calderonista, pero éstos del lado de la familia Farah, la otra parte de este escándalo.
Funcionarios cercanos a la investigación del caso, de la procuraduría mexiquense, aseguran que el día que se dictó el arraigo en contra del matrimonio Gebara Farah, en el momento en que iba a ser notificada, la señora Lisette Farah hacía una llamada por su teléfono celular. En el momento que los agentes de la procuraduría le pidieron que colgara su teléfono para notificarla oficialmente que estaba arraigada, ella molesta les gritó: “Espérenme, estoy hablando con el licenciado Gómez Mont, ¿quiere escucharlo?”, les dijo mientras les mostraba el celular.
Así que ya puede entenderse por qué este caso se complicó tanto y por qué, en lugar de avanzar, las investigaciones parecen retroceder cada vez más y, ante las evidencias y las inconsistencias de los indiciados, todo retrocede a la teoría del accidente que, afirman, preparan los peritos y expertos de la cuestionada procuraduría mexiquense. (24/ABRIL/2010)
Apenas el lunes, Lisette Farah manifestó su deseo por tener acceso al expediente sobre las investigaciones de la muerte de su hija Paulette, para que alguien de su confianza lo revise y le aclare las conclusiones a las que llegó la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).
Lisette expresó que hasta ahora nadie se le ha acercado a explicarle ni ha visto los peritajes. Ante ello, se encuentra igual que la demás gente, con incertidumbre sobre si lo que quedó asentado en el dictamen presentado por el procurador fue lo que en realidad pasó.
“No soy perito y tampoco puedo entender que así hayan sucedido las cosas”, dijo ante los medios de comunicación en una conferencia en el despacho de sus abogados, en la colonia Del Valle. “En la petición del expediente llevó tres amparos y la Procuraduría nunca me lo prestó”, aseguró.
Y exclamó: “Quiero el expediente y quiero verlo, y quiero que me convenzan, que me expliquen por qué llegaron a esa conclusión, como le deben explicación a todo mundo que estuvo contacto con el caso y se quedaron igual que yo, viendo a las autoridades por televisión diciendo ‘fue un accidente y gracias’”.
Afirmó que la más interesada en recibir una explicación congruente es ella por ser la madre de Paulette, quien según la autopsia habría muerto la mañana del día 22 de marzo.
Respecto al cuestionamiento sobre si era creíble que el cuerpo de su hija estuvo en su recámara todo el tiempo, Lisette respondió: “Todo puede ser creíble, pero si hay una situación sustentada que a todo mundo convenza está bien, pero la explicación que dieron a nadie convence”, recalcó.
Luego de manifestar que desde esa perspectiva es difícil creer en las conclusiones, indicó que no puede señalar a nadie por la muerte de Paulette porque no tiene pruebas.
A pesar de las dudas, está tranquila porque sabe que su hija no murió ultrajada o violentada, ni sufrió por acción de las manos del hombre, “sino porque Dios así lo quiso”, declaró.
Dijo que no ha considerado solicitar un resarcimiento sobre el daño moral a su persona, situación que estudiará.
Mencionó que no pueden existir disculpas públicas, pues el daño moral ya está hecho; basta con ver las declaraciones del procurador, quien reconoce sus errores.
Afirmó estar molesta por el amarillismo que se generó y porque no se ha dejado descansar a Paulette, porque le echaron a perder su vida; ahora lo que pretende es limpiar su nombre, así como reconstruir su vida con su hija Lisette, de siete años, de quien, dijo, tiene la custodia definitiva.
Se negó a hablar sobre las declaraciones de su esposo Mauricio Gebara respecto al dictamen. Sin embargo, acusó que si las autoridades “hubieran enfocado todo su esfuerzo en buscar a mi hija en lugar de un culpable, a la niña la hubieran encontrado el primer día y no se hubieran enfocado a fabricar culpables”.
La madre de Paulette va a estudiar si exige reparación del daño, anda más preocupada la señora por su prestigio, por su imagen, que por la pérdida de la vida de su hija, debería de preocuparle más que se esclarezcan todas las dudas y de ser el caso, determinar quiénes son los culpables
La Muerte De Babaz
El día de ayer se dio a conocer que el Procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, presento su renuncia al cargo.
Qué bueno que así lo hizo, porque las conclusiones que emitió, para dar por concluido el caso, aunque tengan sustento en la investigación realizada, no satisficieron a nadie y es lógico que así haya sido, porque desde un principio, haber arraigado a varias personas (los padres y las nanas) y haber declarado que pudo haber sido un homicidio y orientar la investigación a buscar culpables, hizo que la mayoría de la gente esperara, precisamente, culpables, y una gran parte del público se decepcionó al enterarse de las conclusiones, de que la mamá, Lisette Fara, fuera inocente, pues la gran mayoría de la gente esperaba que fuera culpable, porque los propios medios y la investigación misma fueron construyendo la tesis de que la mamá de la niña era culpable y eso ha influido, quiérase o no, en el ánimo de la gente al ver como muchos no esperaban que la señora Farah fuera inocente.
Lo más seguro es que si la conclusión hubiera sido acusatoria en contra de la señora Farah, la gran mayoría hubiera aceptado la conclusión de la Procuraduría, aunque hubiera sido cierta o no la culpabilidad de la señora, la gran mayoría de la gente la veía como la mala de la película y de ahí que la conclusión, entre otras fallas que se detectan, no le haya gustado a muchos.
A lo anterior hay que agregar que la conclusión que presenta la Procuraduría del Estado de México, la teoría de la “cama asesina”, o sea, que la cama fue la que la mató, resulta también inverosímil para muchos, es mucha la gente que se pregunta si entraron más de cien personas, entre ellos expertos en criminalística, y no la encontraron, si después de desaparecida, durmieron en dicha cama varias personas, si las nanas, tendieron varias veces la cama después de que la niña no fue encontrada y no vieron su cuerpo, si usar perros entrenados resultó también un fracaso, si las cámaras de televisión de diferentes medios ingresaron a dicha recamara, filmaron la cama y los muebles varias veces y no notaron que ahí estaba el cuerpo, si el grado de descomposición de un cadáver después de tantos días no generó el característico olor, la gente tiene mucha razón en no estar satisfecha con el dictamen de la Procuraduría.
Hubo muchas críticas en el transcurso de la investigación a la Procuraduría de Justicia y muchas voces pidieron la renuncia del procurador y muchos también se preguntaban, ¿Por qué Enrique Peña Nieto lo sostenía en el cargo?
En mi opinión, fue correcto que el gobernador del Estado de México lo sostuviera en el cargo hasta la conclusión de la investigación, pues si lo hubiera cesado en el transcurso de la misma, hubiera sido criticado por ceder a la presión de los medios y hubiera sido un error haberlo cesado antes de que emitiera las conclusiones de su trabajo de investigación.
Está claro que a Enrique Peña Nieto tampoco le satisfizo el resultado de la investigación, por eso le pidió la renuncia, y está claro, también, que el gobernador del Estado de México valoró el peso y el sentido de la opinión pública, y tomó la decisión correcta en el momento correcto, o sea, cuatro días después de las conclusiones que presentó el ahora exprocurador.
Ahora resulta, pues, que tenemos una cama asesina, unos perros investigadores ineficaces, a quienes de seguro los van a tener sin alimento como castigo.
¿Quién iba a creer que el ex procurador Babaz no pudo encontrar al que mató a Paulette?, situación que todavía no me queda clara.
Lo que sí está muy claro, es que Paulette “mato” a Babaz.
La cama asesina ya lleva dos víctimas: Pulette y Babaz.
¿Confía usted en su cama?
A Propósito…
1.- Así como es interesante la historia de la cama asesina, también resultará interesante la historia de la mutación de la iguana.
www.aproposito2004.blogspot.com

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