martes, 2 de septiembre de 2008

¿Qué se traen los del Ecos de la Costa?

¿Cuál es la molestia del Ecos de la Costa contra el Gobierno del Estado?

Digo esto, porque, en los últimos días, han sido evidente las críticas, inusuales en ese periódico, al ejecutivo estatal y de manera particular al sistema de seguridad estatal y al de procuración de justicia y me sorprende de este periódico, porque siempre ha apoyado de manera incondicional todo lo que el gobierno hace y de pronto, algo les molestó y pretenden hacer ver que Colima es un Estado inseguro y promueven notas y entrevistas para que la gente se queje del sistema de seguridad pública.

¿Los asaltaron? ¿Los quitaron de la nomina? ¿No les dieron la Universidad Tecnológica? ¿O es cierto que la inseguridad en Colima ha llegado a tanto que hasta ellos se espantan?

Veamos: el 14 de agosto, el periodista estrella de ese periódico afirmó: “Por lo demás, la inseguridad pública no será un elemento que el PAN desestimará a la hora de magnificar los errores y carencias del priísmo gobernante en Colima. El colmo sería que la violencia y la delincuencia detonen en estos meses previos a la jornada electoral. Entre la comunidad médica en Colima, ya son varios los doctores que han reportado haber sido objeto de amenazas de secuestro vía telefónica”, No que no.

El sábado 23 de agosto, en su primera página, el Ecos de la Costa dijo: “Colima no está exenta de la violencia dicen empresarios”. Entrevistan a lideres empresariales y todos coinciden en que la inseguridad se ha incrementado, pero que ningún empresario ha sido amenazado.

El 25 de agosto, a ocho columnas, el Ecos publicó: “Al menos 10 empresarios están amenazados por secuestradores. Dirigentes de la Canirac y la CMIC piden vigilancia al procurador, en estacionamiento de restaurantes se han suscitado robos de unidades con lujo de violencia, denuncia Ernesto Jasso”.

Estos dirigentes empresariales, desmienten a los otros dirigentes que dijeron el 23 de agosto, que no han sido amenazados los empresarios.

El día 26 de agosto, a ocho columnas, el Ecos de la Costa publicó: “PAN, PRI y PRD piden evitar la violencia. Exigen rescates de hasta $100 mil, Gaitán”.

El 28 de agosto, el Ecos publicó una declaración del señor Gobernador que decía: “Denuncien amenazas de secuestro o extorsión: SCC”. Y el cintillo de la nota acotaba: “49 personas han recibido intentos de extorsión vía telefónica, ya están detrás de los responsables. Se registran entre 60 y 70 llamadas por semana, el 99% se realizan de fuera del Estado. Ya se coordinan con Telmex, para identificar el origen de las llamadas de broma”.

Es alentador saber que las llamadas se hacen de fuera del Estado y que ya lo hayan identificado así y despreocupa también que las llamadas sean desde los Ceresos, como dice la nota, y que algunas sean llamadas de broma. Eso nos tranquiliza y por eso se me hace raro que el Ecos de la Costa magnifique estos hechos.

El mismo 28 de agosto, el Ecos de la Costa en su editorial titulado “CLIMA DE INSEGURIDAD” aseveró “Las estadísticas son engañosas porque, a fin de cuentas, muchas de las denuncias que se han hecho en foros públicos y medios de comunicación no se han presentado formalmente ante la Procuraduría General de Justicia.”

“Pero eso no debe llevarnos al engaño de suponer que no se han dado en la entidad amenazas de secuestro e intentos de extorsión contra empresarios, profesionistas e incluso algunas familias de clase media cuyo patrimonio no resultaría atractivo a los atracadores”. Fin de la cita.

El mismo editorial señaló: “Hace unos días, el presidente en Colima de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Rafael Gutiérrez Villalobos, dio a conocer que algunos empresarios del estado ya han contratado el servicio de guardaespaldas o seguridad privada para protegerse ante la eventualidad de convertirse en víctimas de un hecho delictivo”.

“Este fenómeno del guarurismo que no era común en Colima, se está dando en la ciudad capital y sobre todo en Manzanillo, según el dirigente empresarial”.

“No hay cifras oficiales, insistimos, pero tal como Ecos de la Costa informó oportunamente, según declaraciones del dirigente de los restauranteros, Ernesto Jasso Delgadillo, y del representante de los constructores, Juan José Záizar Soto, en Colima suman al menos diez empresarios los que han recibido amenazas de secuestro o intentos de extorsión vía telefónica”. Fin de la cita.

O sea, Ecos de la Costa insiste en las amenazas de secuestro o de extorsión, aunque ya las autoridades nos han tranquilizado al asegurar que las llamadas se hacen desde fuera de Colima, de los Ceresos o de broma, pero como que el Ecos de la Costa no cree e insisten en denunciar la inseguridad en Colima.

¿Qué se traen los del Ecos?

Y siguen con la crítica en su editorial ya citado: “Es demasiado optimista decir que los colimenses sufren una psicosis inexplicable. Casi cada semana se reporta el hallazgo de un cadáver. Se sabe de personas que son levantadas (eufemismo de plagio) para nunca más volver a aparecer, como no sea en calidad de occiso en otro estado de la república”. Fin de la cita.

Me parece inexplicable que el Ecos de la Costa diga estas cosas y más en su editorial, considero que ya es tiempo de que alguna autoridad estatal los desmienta y los ponga en su lugar.

Y siguen insistiendo en ese mismo editorial: “Atentaron en contra del subdirector operativo de la Policía de Procuración de Justicia y, por ahora, la más sólida línea de investigación apunta hacia un posible conflicto interno en la corporación policíaca, aunque también se están analizando otras posibilidades, según Héctor Michel”. Fin de la cita.

Ahora si, ya nos preocupamos, si, “la más sólida línea de investigación de este hecho apunta hacía un posible conflicto interno en la corporación policíaca”, quiere decir, según el editorial de Ecos de la Costa, que existe un conflicto grave entre los integrantes de las fuerzas de seguridad del gobierno, que ha derivado en un enfrentamiento a balazos entre los policías.

Me parece que el Ecos está inventando y nos quiere romper la tranquilidad.

A Propósito

1.- La prensa nacional nos informó ayer que el señor presidente de la república, Felipe Calderón, se cayó de la bicicleta haciendo ejercicio, lastimándose una pierna y fracturándose el hombro y efectivamente, lo vimos en una fotografía con el brazo inmovilizado. Lamentamos este accidente y hay que aprender que las bicicletas fijas también son peligrosas, sino están bien sujetas al piso.

2.- El PRI salió unido de su asamblea celebrada en Aguascalientes, sin confrontaciones internas y a falta de la nota que produce el escándalo cuando hay violencia por enfrentamiento entre militantes de un partido, los medios de comunicación optaron por publicar que en 25 minutos se habían aprobado las modificaciones a los documentos básicos del PRI. La verdad es que fueron 53 días en los que se realizaron cinco etapas de deliberación, una en los municipios, dos en asambleas estatales o de entidades federativas y dos más en la Comisión Nacional de Deliberación, integrada por 280 delegados de todo el país.

La plenaria de Aguascalientes fue la sexta y última etapa y en ella se acreditó que la deliberación ya se había dado en los municipios y en los estados y que Aguascalientes era el lugar para demostrar que llegamos a acuerdos y consensos, tal como sucedió.

Quienes esperaban la división y la ruptura en el PRI, se quedaron esperando.

3.- La marcha del sábado 30 de agosto, celebrada en Colima, cumplió la expectativa de la convocatoria, pues la gente se expresó libremente y asistieron aproximadamente tres mil personas, cifra que explica el grado de participación de la gente en temas que a todos interesan.

La gente sabía muy bien a lo que iba y en ningún momento permitió que alguien se aprovechara de la marcha. Cuando una persona quiso tomar el micrófono para hacer algunos agradecimientos, la multitud lo calló de inmediato con las palabras de México, México, México.

Asistí a la marcha con mi esposa y algunos amigos, atendiendo la invitación que me hizo la Universidad de Colima. Vi en la marcha que cada quien se acomodó donde quiso, yo lo hice 50 metros atrás de la primera fila y después se hicieron como 100 metros de distancia de la cabeza del contingente.

Vi a muchos políticos de diferentes partidos y filiaciones ideológicas y eso estuvo muy bien, porque eso es lo que se debe propiciar: que los políticos de diversas ideologías coincidan en los temas que a la gente le interesan y no se debe tener miedo de que los políticos participen en ese tipo de eventos, pues sería grave y preocupante que los ignoraran y que estuvieran ausentes de esas manifestaciones populares. Como grave también sería que las utilizaran con fines electorales o en beneficio de los partidos en los que militamos.

Los asuntos de la inseguridad, la violencia, el combate al crimen organizado y al narcotráfico, no son asuntos exclusivos de la sociedad civil, como algunos creen, son asuntos públicos y los principales responsables de atenderlos y resolverlos son las autoridades y desde luego, los políticos que desempeñan alguna responsabilidad pública o cargo de elección popular, y por eso los políticos deben estar atentos a estos eventos, y contra lo que muchos ingenuos opinan, estos asuntos se deben politizar para que se resuelvan.

En cambio, lo que no debe hacer es partidizarlos, que es diferente, porque los partidos políticos o las cámaras empresariales o las organizaciones de la sociedad civil o las iglesias, no tienen los instrumentos legales para combatir la inseguridad y la delincuencia.

Los únicos que, conforme a la ley, tienen los instrumentos legales y el uso de la fuerza del Estado para brindar seguridad a los ciudadanos son quienes desempeñan un cargo en cualquiera de los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) y en cualquiera de los tres poderes de la Unión (ejecutivo, legislativo y judicial) y quienes desempeñan cargos públicos de esa naturaleza, son los políticos y si los asuntos no son de esa índole o no se politizan, los políticos se quedan al margen, no son de su competencia, si los asuntos son de la iglesia los arreglan los sacerdotes, si son de carácter privado o empresariales intervienen las cámaras que correspondan, pero si son asuntos públicos los que se pretenden solucionar, como el caso de la inseguridad pública, de ahí lo público de la inseguridad, corresponde a quienes tiene cargos públicos resolverlo.

Por eso me parecen fuera de sentido quienes, en beneficio personal y con pleno desprecio de lo público o de la política, pretenden que los asuntos públicos se resuelvan sin la intervención de los políticos, eso además de ingenuidad es tontería.

Ahora, también hay quienes les encanta la política, pero acostumbran practicarla escudándose en la sociedad civil y protestan, escriben, critican y proponen sobre asuntos públicos sin asumir ninguna responsabilidad pública. Yo conozco muchos dirigentes de organizaciones de la sociedad civil que han hecho de la política su actividad diaria y les encanta dirigir organizaciones civiles y cuando se les vence el periodo, crean una nueva o dividen en las que militan, con tal de seguir siendo dirigentes, hay quienes dirigen cuatro o cinco organizaciones a la vez, y según sea la oportunidad o la ocasión, se presentan con el membrete que más se acomode.

Desde luego, en Colima hay ejemplos que dignifican a la sociedad civil organizada, como las organizaciones de beneficencia, de apoyo a personas con capacidades diferentes, de apoyo a personas de la tercera edad, a menores desamparados, o con enfermedades terminales, los que combaten las adicciones, etc. Hay verdaderos ejemplos de altruismo en Colima, que con sus propios recursos y el de sus familias realizan como sociedad civil labores ejemplares, que lo hacen de manera permanente, desinteresada, discreta y comprometida y sin ánimo de quedar bien con nadie, ni obtener beneficio personal, ejemplos hay muchos y son tan públicos que no es necesario mencionarlos, porque además no ocupan.

Desde luego que también hay quienes se escudan en la sociedad civil para hacer política. Son casos conocidos que tampoco tiene sentido mencionarlos, aunque en este caso, ellos sí ocupen y busquen ser mencionados.

Por eso me dio mucho gusto ver a muchos políticos en la marcha, muchos de ellos han transitado por varios partidos en su historia y ahí marcharon junto con otros de otros partidos y es saludable que nadie haya llevado agua a su partido, que fueron respetuosos de la gente y por eso la gente los respetó también durante la marcha.

Me hubiera gustado haber visto a funcionarios públicos de los municipios, del estado y de la federación, no vi a ningún delegado federal, excepto al del IMSS, tal vez porque creyeron que la marcha era contra ellos.

La marcha era en contra de los delincuentes y en contra de la inseguridad. Tal vez a los funcionarios nunca les roban nada, pero parece que a los políticos sí, porque hace un mes me robaron una camioneta pick up en Guadalajara y hace 20 días me robaron mi automóvil en la ciudad de México. La primera ciudad gobernada por el PAN y la segunda por el PRD.

Por eso protesté desde aquí, aquí estoy más seguro.

Hay muchos temas pendientes, nos vemos mañana miércoles.

aproposito2004.blogspot.com

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