miércoles, 7 de enero de 2009

La Gubernatura, No Por Mario Anguiano,

Creo que ya es tiempo de que Mario Anguiano ofrezca a los priístas, aunque sea una pequeña muestra de responsabilidad y de inteligencia política y ponga un alto a sus asesores, ayudantes, promotores, voceros, amigos y enemigos de su causa que le acompañan de cerca.

Mario Anguiano ha estado en los medios ocupando mayor tiempo y espacio que ningún otro aspirante a la gubernatura y no ha sido precisamente por la responsabilidad y la inteligencia política, que debiera ser atributo de quienes aspiran a gobernar Colima, no, sino que ha estado en los medios porque sigue una estrategia mediática, cuyo objetivo fundamental es estar en los medios, no importa si está bien o mal, lo único que le importa es que su nombre aparezca publicado y ese es un error de estrategia que lo ha llevado a la confrontación permanente con todos aquellos que sus amigos y asesores le indican que lo haga, porque lo importante en su aspiración es la pelea y así inició en abril, cuando criticó mi gobierno y di respuesta puntual a sus equivocaciones mediáticas.

Sus asesores mediáticos, ahora identificados como narcoperiodistas, por la defensa y justificación que hacen del narcotráfico, están felices porque, según ellos, como consta en más de diez notas publicadas, esta confrontación que le recomendaron a Mario es lo que lo ha posicionado y al parecer, ese es su gran mérito como aspirante a la gubernatura, según sus amigos: la confrontación conmigo.

Los narcoperiodistas nunca hablan de que Mario tenga otro mérito o de que exista otra razón para que ellos afirmen que se ha posicionado en las encuestas. Por cierto, nunca han publicado una sola encuesta que acredite lo que afirman a diario: que Mario encabeza las encuestas, únicamente lo dicen, pero no lo prueban.

Los narcoperiodistas han afirmado que el PRI se está dividiendo por las críticas a Mario Anguiano y yo digo que no es así, el PRI se está definiendo, que es muy diferente, y esa definición implica definirse políticamente si es conveniente o no que un aspirante del PRI tenga una vinculación familiar con una persona sentenciada por narcotráfico.

Los narcoperiodistas que desde el Ecos de la Costa defienden y justifican el narcotráfico, pretextando que éste se puede justificar, defender y poner de ejemplo cuando el narcotraficante es hermano de un aspirante a la gubernatura y ahí le encuentran todas las virtudes, lo victimizan, lo ponen como ejemplo de readaptación, destacan el mérito de la solidaridad fraterna e inventan clasificaciones de narcotráfico para justificar que únicamente vendía poquito y esa estrategia de aparecer en los medios justificando lo injustificable y poniendo a Mario como la victima, y asegurando que los del Diario de Colima indujeron a su hermano y lo obligaron a ser narcotraficante.

Se equivocaron los amigos de Mario al escoger como estrategia, en la última etapa de la lucha por la candidatura, la defensa del narcotráfico, porque es una estrategia, además de equivocada, perversa, inmoral e incluso, delictiva, porque justifica y defiende, en función de una persona, una de las conductas delictivas más repudiadas en cualquier parte del mundo, como es el tráfico de drogas y se pretende presentar en aras de su posicionamiento mediático como victima de la prensa que critica y condena el narcotráfico que ellos justifican y defienden, sólo porque se trata de un hermano de Mario.

Al principio dijeron que era adicto y que era mentira que fuera narcotraficante, el propio Mario Anguiano así lo confesó antes que cualquier periodista de cualquier medio publicara lo que la gente supo en voz de Mario frente a la radio, y ahí desmintió Mario a sus amigos los narcoperiodistas y confesó que de adicto pasó a narcotraficante.

Después, los narcoperiodistas lo justificaron y argumentaron que sí era narcotraficante, pero que vendía poquito y que no era parte del crimen organizado y a este argumento le dedicaron cerca de diez artículos, para defender que no formaba parte de la delincuencia organizada.

Es cierto, que los grandes narcotraficantes controlan una red amplia y organizada de traficantes que venden droga a la población, principalmente a los jóvenes, y que los narcomenudistas, que venden droga al menudeo de manera directa al que la consume, forman parte de esa red de distribución y venta de droga y los que venden en los domicilios o en los centros de diversión o en las calles son el último eslabón de la cadena del crimen organizado, que trafica y comercia con drogas.

Argumentar que un narcomenudista, vendedor de pequeñas dosis, aunque sean muchas dosis, no es parte del crimen organizado, es suponer, entonces, que ese narcotraficante de pequeñas dosis elabora y produce lo que vende, es pensar que un narcomenudista es un vendedor independiente, ajeno a los que suministran droga para su distribución en pequeña escala, es suponer que el narcomenudista tiene su negocio propio, elabora, produce y vende y que nadie le surte la droga; o sea, es un vendedor desorganizado, porque no está relacionado con el crimen organizado, pero si esta organizado, según los narcoperiodistas, para el consumo y la venta de lo que él mismo produce.

Ese ha sido otro de los grandes errores de la estrategia mediática de los amigos de Mario: el querer negar lo que Mario voluntariamente reconoció ante la opinión pública y justificarlo y defenderlo cuando le ha mentido a la opinión pública.

Otro error de los narcoperiodistas, es presentar a Mario Anguiano como el gran luchador en contra de las adicciones, cuando esa es una obligación de toda autoridad pública, obligación y no merito, pero se contradicen porque defienden y justifican la causa de las adicciones que es el narcomenudeo.

Otro error de los narcoperiodistas es el diseño de la estrategia, la defensa y justificación de una actividad delictiva, los tiempos políticos y las etapas de la estrategia, porque decidieron las siguientes acciones a partir del 14 de diciembre, al anunciar una campaña contra las adicciones, acudir a radio Variedades a confesar una mentira, la adicción de su hermano, el 16 de diciembre, anunciar una entrevista posterior para aclarar lo del caso de su hermano el 23 de diciembre, y anunciar la visita a la Procuraduría General de la República, el 26 de diciembre para obtener certificado de buena conducta.

El error de las etapas, anunciar la campaña contra las adicciones a dos años de gobierno municipal, ¿por qué no desde el principio? Porque políticamente no eran los tiempos. La etapa de la confesión, Mario mintió y ese fue un gran error, al decir que estaba detenido por ser adicto y después confesar que era por narcotráfico. La etapa de la defensa y de victimización, argumentar y denunciar una guerra sucia a cargo del Diario de Colima en contra de su hermano, cuando el Diario de Colima y un servidor nunca acusamos a Mario de narcotráfico y nunca tampoco nos referimos a su hermano, se citó el caso particular cuando él lo confesó a la radio. La visita a la PGR, innecesaria y únicamente mediática para seguir en los medios, si él ya confesó que su hermano estaba detenido por tráfico de drogas y en consecuencia tiene un vínculo familiar con un traficante, está claro que ya no se requiere el dicho de la PGR.

Lo correcto hubiera sido que Mario solicitara a la PGR que le dieran un documento donde se establezca que él no tienen vinculo familiar con un traficante, porque nadie ha acusado a Mario Anguiano de narcotraficante, sino de tener amigos de malas conductas y ahora que confiesa, se le vincula ya formalmente con un traficante de drogas y ya no son únicamente los malos amigos, sino familiares reconocidos y aceptados.

Grave error político, los tiempos del diseño de la estrategia de justificación y defensa del narcotráfico, Mario escogió la semana de diciembre, en la que el rector rendía su informe, día 15, en la que el señor gobernador rendía su quinto informe, día 18, y en la semana que visitaba Colima en gira política la líder nacional del PRI.

El día 19 de diciembre, los que defienden y justifican el narcotráfico en el Ecos de la Costa, no se refirieron al informe del señor gobernador, sino a reafirmar su vocación de narcoperiodistas y a defender y a justificar a Mario Anguiano. Reitero: ninguna de esas columnas habló del informe y cometieron un grave error político al publicar en una de sus columnas una falsedad, en la columna Pizarra Colimota se afirmó: “Durante la campaña electoral de 2005, algunos sectores del PAN proclives a la guerra sucia, difundieron un boletín de la PGR en donde se daba a conocer la detención de uno de los hermanos de Silverio Cavazos más tarde se aclararía que si bien fue detenido en una narcotiendita, había acudido a ella a comprar enervantes. A raíz de las denuncias públicas que llevaban la intención de enlodarlo, el entonces candidato, Silverio Cavazos, no sólo reconoció este hecho como un asunto que lastimaba a su familia y a muchas familias colimenses”.

Lo que se afirma en esa columna es falso, nunca se publicó nada de eso en la campaña de 2005, pero lo que trataron estos narcoperiodistas es publicar este infundió el día que Beatriz Paredes visitó Colima, con el pretexto de argumentar que si no afectó en el 2005, no tendría por qué afectarle a Mario en el 2009. Este es un grave error, porque el periodista de esa columna recibe sueldo de Mario Anguiano y de manera innecesaria, e inventando una supuesta nota que nunca se publicó en contra de las personas que el periodista del Ecos afirma.

Un grave error, que raya en el cinismo es el afirmar, como lo han hecho los narcoperiodistas y el propio Mario Anguiano, que su hermano fue detenido en junio de 2003 y que aún así ganó la elección para diputado y que en el 2006, detenido su hermano, también ganó la presidencia municipal y que no le afectó y que además, es un caso que no se utilizó por la oposición, ni por nadie. Claro que no se utilizó ni en el 2003, ni en el 2006, porque fue en febrero de 2007, cuando el hermano de Mario perdió el segundo amparo ante la justicia federal y el caso quedó jurídicamente concluido, no le señalaron antes la vinculación familiar con un narcotraficante, porque el asunto jurídicamente no estaba concluido y no se determinaba en la última instancia procesal la culpabilidad del tráfico de drogas, ahora en 2009, está legalmente acreditada la conducta ilegal de narcotráfico.

Otro grave error de Mario Anguiano es creer que la población colimense es la que lee y escribe en el Ecos de la Costa y cree, equivocadamente, que la opinión publica es la opinión publicada en el Ecos de la Costa y más grave aún es suponer que por tratarse de él, la gente ve con simpatía que su hermano sea traficante de drogas y que eso le ayuda en sus encuestas y en su posicionamiento ante la gente y eso es lo que le han hecho creer los perversos que lo asesoran, sus amigos que le ayudan y los narcoperiodistas que lo promueven.

Mario Anguiano dijo en la entrevista que concedió a radio Variedades el 16 de diciembre, y la del 23 de diciembre a todos los medios, que la población de Colima es inteligente, y tiene razón: la población rechaza este tipo de conductas ilícitas que envenenan a la juventud.

En esa entrevista del día 23 de diciembre, Mario Anguiano, de manera equivocada pero en su lógica mediática que le diseñaron sus asesores, me culpa de la guerra sucia en su contra. No hay guerra en contra de Mario, es en contra del narcotráfico y el hermano de Mario no es víctima, tampoco, de ninguna guerra sucia, él decidió vender droga y ni el Diario de Colima y mucho menos un servidor, lo metimos a esa actividad ilícita; por el contrario, los traficantes son los que hacen guerra sucia en contra de la juventud y quien ha puesto en una situación difícil, incomoda y dolorosa a Mario Anguiano, ha sido la conducta de su hermano y no la conducta, como él afirma, de quienes escribimos en Diario de Colima.

Debe quedar claro también, que yo no estoy vetando a Mario Anguiano para que sea candidato del PRI, no tengo derecho de veto para nadie, existe un acuerdo nacional de los dirigentes de los partidos políticos para que los candidatos que se postulen en el 2009, no tengan ningún vínculo con el narcotráfico, y ahí se incluye el vínculo familiar y también es cierto que no es delito tener un hermano delincuente, pero está claro que políticamente no es conveniente que un partido político tenga un candidato que esta vinculado familiarmente con el narcotráfico.

No es cierto, que el PRI se divida porque uno de sus aspirantes tenga un vínculo familiar con el narcotráfico, no es un asunto de división sino de definición, y yo me defino dentro del PRI porque ninguno de sus candidatos que estén vinculados con amigos o familiares, con el narcotráfico.

Y está claro, también, que no estoy del lado de los narcoperiodistas, ni defiendo ni justifico esas conductas y si antes me preocupaba la candidatura de Mario en función de sus amigos, ahora que Mario ha mentido y después confesado que su hermano es narcotraficante y que por eso está preso, el que aspire a ser candidato del PRI me desagrada y me molesta como priísta.

Y que quede claro también: yo no he promovido la candidatura de nadie a la gubernatura, únicamente cuestiono y me opongo a la vinculación de la política con el narcotráfico, sea, quien sea.

Continuaremos jueves, viernes y sábado.

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