viernes, 9 de mayo de 2008

Mario Anguiano, Las Respuestas

El señor Mario Anguiano, aspirante a la gubernatura del Estado, ha dado una serie de entrevistas a los medios de comunicación en los que reiteradamente me cita, como lo hizo el pasado 16 de abril en El Correo de Manzanillo y posteriormente, en Radio Variedades, en el lunes 28 de abril, misma que reproduce esa estación al día siguiente, o sea, dos veces, no sé si por la importancia de Mario o por la mía. Y en su afán de ocuparse de mí, lo hizo en la entrevista publicada en el vespertino Avanzada, el pasado 29 de abril.

Sin embargo, Mario dice que él me dedicó el 16 de abril, en El Correo, únicamente ocho renglones y que, en cambio, yo le dediqué dos artículos; después, Mario me dedicó dos días en Radio Variedades y la entrevista en Avanzada, más el espacio que sobre ese tema me han dedicado los periodistas que tiene a sueldo en el Ecos de la Costa y que me han citado con ese motivo durante varios días en cuatro columnas periodísticas.

Así que, considero que no debería quejarse, porque él inició el debate, le di respuesta y el lo continuó y ahí la llevamos.

No me voy a referir a Mario Anguiano en su papel de presidente municipal de Colima, porque es un presidente priísta, así que no trataré el tema de los empedrados estratégicos, sino que me voy a referir a sus declaraciones como aspirante, que es en el marco donde se ocupó de un servidor.

Mario reiteró en Radio Variedades que al PRI le fue mal durante mi gobierno, que se debilitó y que yo fui la causa, lo cual no acepto, porque en política, cuenta la circunstancia y lo local fue afectado electoralmente por el escenario nacional en 1997, cuando el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados por primera vez y después, en el 2000, la presidencia de la república, también por primera vez, en un ambiente de crecimiento electoral del PAN a partir de la crisis de 1995 y no se puede dejar de analizar y asociar la crisis nacional del PRI como una de las causas de los resultados locales y en lo local debería agregar se la salida de Carlos Vázquez del PRI, quien, resulta obvio, se salió porque no fue candidato a la gubernatura y después se postuló por el PRD a la presidencia municipal, no se salió cuando yo era gobernador del Estado, sino antes de la elección de 1997.

A los resultados de 1997 contribuyo, también, que todo el grupo de Jesús Orozco, del que formaba parte Mario Anguiano, aun cuando eran priístas, no se sumaron a mi candidatura y Orozco era senador por el PRI y Armando González Manzo fue propuesto por mí como diputado local prurinominal y así llegó al Congreso, y ni por esas razones se sumaron a mi candidatura, aunque tampoco los ocupé, porque gané la elección, así que ni siquiera eso les debo. A ninguno de ellos.

En el 2000 y en el 2003 decidí que el PRI abriera sus procesos internos y así, ganamos la mayoría en el congreso local en esas dos elecciones. Mario se equivoca al decir que perdimos.

En el 2000 y en el 2003, ganamos una de las dos diputaciones federales y en el 2006 se perdieron las dos por primera vez. En el 2000 perdimos las dos senadurías por no más de 300 votos en el 2006 por casi 12 mil votos; no obstante, en las tres elecciones ganamos mayoría en el Congreso, ello es una prueba de que la circunstancia federal afecta la elección local y no al revés, como supone Mario, por no ser político, como él reitera tanto.

Insisto: el grupo de Orozco, del que formaba y forma parte Mario Anguiano y de quien sigue siendo muy amigo, no se sumó a la campaña del PRI en 1997 y después de la elección, ese grupo, con Orozco, Anguiano, Rueda, González Manzo, etc., priístas todos en esa época, se aliaron con panistas y perredistas para formar la Fundeco, con Enrique Michel, a quien le gané la elección, con Martha Sosa, con Enrique Salazar Abaroa, etc. etc., que juntos formaron un cóctel de ambiciones personales y pretendieron con ello crear una trinchera política desde la cual intentaron vulnerar mi gobierno, lo cual nunca lograron y terminaron por enterrar la Fundeco, a la que convirtieron en un costal de alacranes y terminaron picándose los unos a los otros.

A mí nada me hicieron, sus propias ambiciones los separaron. Los unió el odio en mi contra, pero la ambición los derrotó. La ambición y el odio no se les ha quitado, se les nota, subyace en sus opiniones y declaraciones sobre mi actuación política.

Está documentada en los periódicos esa alianza de priístas con panistas y perredistas al inicio de mi gobierno y al parecer, esa alianza aún subsiste entre algunos priístas y algunos perredistas y la causa sigue siendo la misma: su ambición de poder y el odio.

En entrevista con el señor Max Cortés, éste le pregunta a Mario Anguiano:“¿le preocupa a Mario Anguiano, en caso de una eventual candidatura a gobernador, no contar con el aval del exgobernador?”

Y Mario Anguiano respondió: “No Max, no me preocupa y yo ratifico, primero, creo que es de una gran trascendencia que quien esté participando en política seamos objetivos, insisto, para mí, ser objetivo es cuando reconoces lo bueno, pero también reconoces cuando algunas cosas no te salieron como tú lo esperabas”.

Hay una enorme paradoja, pues Mario dice que lo más importante en política es la objetividad y él no lo es, porque omite e ignora el contexto donde se dan las elecciones, porque omitió decir que en el 2000 se abrieron los procesos internos en el PRI y que yo los promoví y omite decir que fue la militancia y miles de ciudadanos los que decidieron quienes fueran los candidatos y que no los impuse, como tampoco los impuse en el 2003, porque en procesos abiertos, los escogió la gente y ahí participó él.

En el 2000 participó Rogelio Rueda en el proceso interno, era del equipo de Jesús Orozco, participó y ganó y Mario Anguiano fue tesorero de Rogelio Rueda.

Al propio Rogelio Rueda le consta que en el año 2000, en el aeropuerto de Manzanillo, durante la visita del candidato a la Presidencia, Francisco Labastida, le solicité al candidato presidencial que Jesús Orozco Alfaro fuera diputado federal plurinominal y mi propuesta fue aceptada.

No obstante que el grupo de Orozco no se sumó a mi candidatura, durante mi gobierno y con mi aceptación, Armando González Manzo fue diputado local plurinominal, Rogelio Rueda, presidente municipal de Manzanillo, y en el 2003, candidato a diputado federal. Por sumarte, Mario Anguiano, con mi aceptación, fue titular de la Contaduría Mayor de Hacienda, Tesorero del Ayuntamiento priísta de Manzanillo y en el 2003, candidato a diputado local y Jesús Orozco, en el 2000, fue diputado federal plurinominal y candidato en el proceso interno del PRI a la gubernatura en el 2003.

Le pregunto a Mario Anguiano: ¿cuándo avasallé a ese grupo?, la prueba ahí está y otra prueba es que no se fueron del PRI en los 6 años de mi gobierno, sino en los últimos meses, cuando no le ganaron a Gustavo Vázquez.

Mario no es objetivo porque da a entender que avasallamos a quienes se fueron y no menciona que durante esos seis años tuvieron posiciones. Digamos la verdad: se fueron por ambiciosos.

Debo precisar, que Rogelio Rueda no estuvo en contra de mi gobierno y que a partir de 1999, tuvo un deslinde de Jesús Orozco y con su triunfo en Manzanillo, políticamente fue ya más importante que Orozco.

Mario dice: “Por qué no me preocupa este tema o esta posible diferencia con el Lic. Fernando, primero, porque yo lo dije con toda claridad, MI OBJETIVO NO ES SER EL CANDIDATO DEL PRI A LA GUBERNATURA. Mi objetivo es luchar por ser el mejor presidente municipal, es decir, que el Ayuntamiento de Colima de manera legítima y con base en resultados pueda convertirse en el mejor ayuntamiento del Estado”.

“Esa es la evaluación que más me interesa a mí, la que hacen los ciudadanos y ojalá que tengan la oportunidad de analizar los argumentos de él y los argumentos que hemos vertido aquí en tu programa, Max”.

“Sobre la candidatura, Max, YO NO ASPIRO A SER EL CANDIDATO, pero también lo mencioné y lo ratifico: estoy convencido que quien sea el candidato del PRI a la gubernatura, la única posibilidad que tiene de poder ganar una elección, sea quien sea, es logrando la unidad de los priístas y se logra, por un lado siendo objetivos, no menos, pero tampoco más de lo que merecen”.

Mario repite que su objetivo no es ser el candidato del PRI y me supongo que por esa razón no le abona a la unidad del priísmo, que como él dice en el párrafo anterior, el candidato debe lograr la unidad y con su estrategia de descalificarme no contribuye a lo que él mismo dice que un candidato del PRI está obligado a hacer.

Mario sin que se lo pregunten al igual que en todas sus entrevistas reitera: “Insisto y ratifico, no me voy a salir del PRI, si las condiciones no se llegan a dar, no habrá una frustración y yo terminaré mi ciclo de participación política feliz de la vida y agradecido con nuestro partido”.

O sea, no se sale, pero se retira, no dice que va a apoyar al que quede.

El periodista le pregunta: “en ese periódico se señala que tú ganaste la candidatura por haberle dado “solución” al caso del tarjetagate? ¿Tú la ganaste por eso”?

Mario respondió: “Cuando hablaban del tarjetagate lo mencioné en su momento y hoy lo ratifico; cuando uno es contador de Hacienda uno es el que dirige las auditorias y tiene acceso a todos los detalles de las auditorías, pero cuando se es presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Congreso del Estado, entonces, a lo que uno tiene acceso son a los resultados que presenta la Contaduría Mayor de Hacienda”.

“Y hay un principio fundamental del que yo parto, nosotros no podemos sancionar a nadie si no tenemos los elementos de prueba que permitan asegurar que la decisión que estás tomando es totalmente apegada a derecho y en todos los trabajos que nos presentó la Contaduría Mayor de Hacienda, no había elementos de prueba contundentes que demostraran y que procediera una sanción porque si nosotros lo hacemos y no tenemos esos elementos de prueba, entonces lo más seguro es que en el primer amparo se pierde todo”.

No obstante, en Ecos de la Costa, uno de los periodistas que adulan a Mario Anguiano afirmó que Mario me salvó de ir a la cárcel en el caso de las tarjetas y Mario dejó correr esa versión, nunca la corrigió porque él sabía muy bien que el caso de las tarjetas lo resolvió la Procuraduría General de la República y fueron robadas no en mi gobierno, sino en el de Gustavo Vázquez y se me involucró en ese asunto por la denuncia que presentaron los en ese entonces diputados federales panistas Jorge Luis Preciado y Antonio Morales de la Peña.

Mario dice: “Yo fui contador de Hacienda y les recordamos que la primera vez en la historia de Colima, que se reconocieron irregularidades y que se aplicaron sanciones, fue cuando tuvimos la oportunidad de ser Contador Mayor de Hacienda”.

Efectivamente: eso fue durante mi gobierno, aunque no lo dice y las irregularidades fueron sobre las cuentas públicas de antes de mi gobierno.

“Yo terminé de ser tesorero del Ayuntamiento en diciembre de 1994, entramos como Contador Mayor de Hacienda en el mes de marzo de 1995 y dejamos de ser contador Mayor de Hacienda hasta finales del año de 1998”. Efectivamente: Mario duró un año en ese cargo, durante mi primer año de gobierno y él renunció, no obstante que por mi conducto, el licenciado Jorge Armando Gaytán Gudiño lo invitó a que se quedara en el cargo.

Mario afirma que: “Hay que destacar dos cosas, es la primera vez que se reconocieron y se sancionaron funcionarios y regresaron recursos y la razón por la que yo dejé la Contaduría Mayor de Haciendo no fue la Fundeco, fue la diferencia de criterios con quienes estaban tomando las decisiones en el Congreso del Estado que eran los diputados”.

Efectivamente: no fue por la Fundeco, Mario Anguiano tuvo diferencia de criterio con los diputados del PRI.

El periodista pregunta: “¿este PRI tiene características del mismo PRI del pasado que avasallaba, que pisoteaba, que excluía”?

Mario dice que la base para no irse del PRI es que no se dé esa situación y su falta de objetividad lo obliga a no dar una respuesta clara sobre si se avasallaba, pisoteaba o excluía en el PRI durante mi gobierno.

Mario sigue diciendo: Y dejamos la tesorería municipal de Manzanillo, porque hubo un grupo de amigos que nos invitaban y nos hacían una reflexión, oye hay que participar en la contienda política, era un proceso abierto, yo les puedo asegurar si no se hubieran dado los procesos abiertos, que eso yo también se lo reconozco al Licenciado Fernando Moreno, porque ante las decisiones unilaterales, que por lo menos yo creo que tomó en 1997 y no le fue bien, entonces decidió cambiar el sistema y abrió los procesos internos”.

Aquí Mario se contradice con los resultados que obtuvimos en el 2000 y en el 2003 y que me atribuye, no obstante que él mismo reconoce que fueron procesos abiertos y que la gente decidió quienes fueran los candidatos y que en todo caso, debería haber dicho, si fuera objetivo, que en 1997 nos fue mal porque yo decidí quienes fueran los candidatos, pero no así en el 2000 y 2003 y en consecuencia, el razonamiento de Mario es equivocado, porque el PRI no se debilitó ni en el 2000 ni en el 2003, si en 1997, pues nuestro trabajo permitió que el PRI se recuperara y ganara la mayoría en el congreso en 2000 y 2003 y dos veces la gubernatura en ese año.

Mario sigue diciendo:Por eso es que yo decidí participar en una elección interna para diputado local, obviamente no éramos del equipo del Licenciado Fernando Moreno y nos tocó la suerte de llegar a ganar”.

Efectivamente: Mario reconoce que no era de mi equipo y jugó y ganó. Así de claro: él es la mejor prueba de que durante mi gobierno, no se avasalló a los priístas que no fueron de mi equipo; en mi gobierno no se persiguió nunca a ningún priísta, aunque no fueran de mi equipo y estuvieran en mi contra, pues participaron en política abiertamente y abiertamente me criticaron, muchos funcionarios de mi gobierno fueron gente de Jesús Orozco y trabajaron durante los seis años en mi gobierno. Hay muchos ejemplos al respecto.

Durante mi gobierno, traté a mucha gente de Jesús Orozco de manera muy diferente a como han tratado ahora a quienes son mis amigos y no me quejo.

Mario sigue diciendo: Salió Socorro Díaz Palacios, salió Jesús Orozco y también Armando González Manzo. Y hay que decirlo, son personas que tuvieron una gran trayectoria política dentro del PRI”.

Este tema será tratado mañana sábado en colaboración extra y en respuesta a Jesús Orozco.

De momento, diré que me preocupa que Mario sea candidato a la gubernatura y ello por tres razones: la primera es porque reitera que su objetivo no es ser el candidato del PRI; la segunda, porque reitera que él no es político, no obstante, si el PRI lo postula, tendrá mi cuota y mi voto.

Y la tercera es el tema de mañana.

aproposito2004.blogspot.com

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