Lamentablemente, la lucha contra el crimen organizado la va perdiendo el gobierno mexicano y el número de ejecutados no tiene precedente. Ya nadie sabe en realidad quiénes de los muertos son narcos, quienes policías y quienes narcopolicías o polinarcos. En los cinco años que lleva la guerra de Irak, han fallecido 3 mil 500 soldados americanos, y en México, en los 17 meses de Calderón, han sido ejecutados 3, 890 mexicanos y un número importante de ellos eran policías o soldados. La batalla no la vamos ganando y eso preocupa y más al conocer las declaraciones que en el gobierno federal se hacen y en las que se pretende presentar un panorama diferente al que la realidad acredita.
El domingo pasado, fueron asesinadas 24 personas y levantadas 17 más, de las que no sabemos si aparezcan con vida o no; o sea, en un solo día, 41 personas fueron víctimas de violencia, una cada 35 minutos.
Sin embargo, el secretario de gobernación, Camilo Mourillo, declaró con motivo del asesinato del comandante Millán, que ese crimen era una muestra del avance del gobierno sobre el crimen organizado y que el acoso policiaco contra los delincuentes ha sido favorable y por eso el crimen organizado reacciona de manera cada vez más violenta, asesinando policías de alto rango.
Qué despropósito y qué análisis tan equivocado del principal operador político del gobierno, como lo es el secretario de Gobernación, que nos dice que el nivel de la víctima asesinada, es el nivel del éxito oficial en esta lucha.
Ojalá no suceda, y no queremos que eso pase, que se anuncie el triunfo del gobierno sobre el narco, cuando la víctima sea un funcionario del más alto nivel de la administración, sería muy lamentable festejar la derrota del crimen organizado, con pérdida de vida humanas, de los responsables de la seguridad.
El propio presidente desmiente a Mourillo, el pasado 9 de mayo, cuando lanzó un mensaje, de molestia, enojo y desesperación en la que dijo: “ya basta”.
El mensaje presidencial de ese día es preocupante, porque el presidente está preocupado y nos dice claramente que no vamos ganando, pero además, hubo muchas personas que no les gustó el mensaje y lo contestaron, sobre todo los de los medios de comunicación.
El presidente Calderón dijo: “ya basta”, demandó a los ciudadanos “que no sean cómplices de la ilegalidad”, responsabilizó a los medios de comunicación “de compartir la estrategia de sembrar el terror”, anunció “que él no se sumará al abandono, la cobardía o la complicidad que permitieron que México llegara a esta situación” y calificó de “inaceptable” que los jueces propicien la impunidad al liberar a delincuentes.
No se puede generalizar, tal como lo hizo el presidente, que los ciudadanos son cómplices de la ilegalidad, cuando en realidad son víctimas de ella y no únicamente de la que cometen los delincuentes, sino también de la que propician las autoridades. Los ciudadanos sufren tanto la conducta de los delincuentes, como la de los malos funcionarios y la de los malos policías.
De los medios dijo: “Para que los medios se unan a esta estrategia nacional contra la delincuencia, porque son sus propios compañeros los que están siendo acallados en esas zonas. Porque quienes insinúan que el gobierno se haga para atrás en esta estrategia son, precisamente, quienes buscan que nosotros abandonemos a periodistas, a ciudadanos, a empresarios, a agricultores, a jóvenes”.
Por otra parte, los medios difunden –ese es su papel- las acciones gubernamentales contra la delincuencia, de ahí que resulte incomprensible el exhorto de Calderón a unirse a la campaña contra el crimen, pues, hasta donde se sabe, no hay medios que hagan la apología de la violencia ilegal, sino que en todos los casos se le condena y se exige, eso sí, porque es un derecho, que las acciones del estado sean eficaces para evitar, entre otras cosas, que más periodistas resulten “desaparecidos”, acallados o asesinados.
El presidente “exigió” a los medios “que manifiesten y divulguen las acciones que están deteniendo la estructura de los criminales. ¿A que medio se refiere, presidente? ¿Por qué no señala a los medios por sus nombres, presidente? ¿Cuáles son, presidente, “las acciones que están teniendo la estructura de los criminales”?.
El de Fox, y tampoco su gobierno, han aclarado uno sólo de los crímenes de periodistas. En México, el ejercicio periodístico es una profesión del más alto riesgo, a pesar de lo cual, los crímenes de informadores siguen en total impunidad.
“No nos vamos a sumar al abandono, a la cobardía, o a la complicidad que permitieron que México llegara a esta situación”.
Felipe Calderón acusa implícitamente a sus antecesores de haber abandonado la lucha contra el crimen, por cobarde o, peor aún, por ser cómplice de la delincuencia. (Excélsior 15/mayo/08).
El ¡Ya basta! que lanzó el viernes 9. Y en efecto, dijo: “es una convocatoria y una exigencia a todos, sin excepción”; a los ciudadanos, a los que pidió “no ser cómplices de la ilegalidad”; a los líderes del congreso, “para tener legislación que permita terminar con la impunidad”, y al poder judicial, “que tiene que cerrar el paso a la impunidad”.
Es cierto, la responsabilidad de hacer frente al crimen organizado y al narcotráfico es de todos, pero de cada quien en su respectiva trinchera, bajo responsabilidades y obligaciones distintas. Porque los ciudadanos y los periodistas no cuentan con ejército propio ni con policías bajo su mando para combatir a la delincuencia, el único que puede hacerlo es el gobierno y debe hacerlo como una de sus primera obligaciones y si fracasa en esa responsabilidad, no le puede echar la culpa a los ciudadanos, a los periodistas o a los jueces.
En otros países se ha implementado la denuncia anónima con plenas garantías a los denunciantes, en el caso de México son detenidos para investigación y si caen en manos de una autoridad al servicio de los narcos, matan al denunciante.
En otros países se ha implementado el programa de jueces sin rostro, bien pagados y mejor protegidos.
Los salarios de las policías y de los militares deben ser revisados e incrementados de manera considerable, con un sistema que proteja a sus familias de manera permanente, porque las declaraciones de prensa no van a derrotar al crimen organizado, ni a estimular el trabajo de las policías y de los militares, los homenajes a los policías o militares fallecidos son necesarios pero no suficientes y el optimismo de nuestras autoridades no tiene ninguna justificación y lamentablemente, lo único que acreditan es la falta de oficio en esos asuntos que bajo los gobiernos panistas se han agravado y salido de control y eso no nos da gusto a nadie, pero sí preocupa a todos.
A Propósito
1.- Al parecer, los partidos políticos en Colima van a modificar los estatutos para agregar a sus documentos básicos nuevas formas de elección de candidatos y nuevos procedimientos para evaluar la rentabilidad electoral: las encuestas, los estudios de opinión, los estudios de grupo, las consultas a la base militante, las asambleas de consejeros, etc. etc. Todos serán dejados de lado para dar paso a formas y procedimientos mas sociables y festivos como son: los recibimientos, las jaripeadas, las cabalgatas, los palenques de gallos y cualquier otro lugar de reunión público donde la cerveza y la birria gratis sustituyan a la farragosa convocatoria del partido y así, el que reciba el aplauso del mayor número de “coleros” convocados será el elegido, y lo que habría que reglamentar en todo caso es como debe funcionar el aplausómetro, si se hace antes o después de la birria, antes de la primera cerveza o después de la cuarta, antes o después del tercer toro, después de la primera pelea o después de la variedad. Que se reglamente, para que no haya ventaja del convocante o del que es local.
Los espectaculares y los spots serán sustituidos, por los caballos bailadores, los corridos, las suertes charras y las vestimentas vaqueras.
Las fiestas de mayo en Manzanillo sirvieron de marco para que la sucesión gubernamental, adelantada desde el sector oficial y de las cúpulas partidarias, se prestara al chacoteo, a la especulación y en algunos casos, al ridículo. Veamos: el presidente del PAN, Fernando Antero, convocó a los aspirantes panistas a la gubernatura al recibimiento que ofreció el municipio de Manzanillo y al que asistieron en su calidad de aspirantes: Martha Sosa, Jesús Dueñas, Toño Morales, Virgilio Mendoza, Pedro Peralta y Víctor Torres Herrera, y entre cervezas y botanas, el PAN acreditó su espíritu democrático en voz de Antero, que dirigiéndose al grupo panista les anunció: “De estos saldrá el candidato a la gubernatura”, el mesero asustado dijo y yo por qué, si nomás traje las cervezas, dijo muy preocupado.
El señor Antero, con el espíritu democrático que lo caracteriza, decidió en ese apropiado evento depurar la lista de aspirantes y reducirla a seis, y no en función de méritos o carrera partidaria, sino simplemente por haber asistido al recibimiento.
Los que no asistieron, Nabor Ochoa y Leoncio Morán, en la decisión de Antero quedaron eliminados y tan se preocuparon los no asistentes, que después de que los borraron de la lista trataron de justificar su inasistencia. Cabe destacar que no desaprobaron ni reprobaron el método de depuración que hizo Antero, sino que se preocuparon en explicar por qué no fueron.
O sea, los más coleros ya están con un pie adentro y los que se perdieron la coleada, según Antero, perdieron la oportunidad.
En el recibimiento que ofreció el ayuntamiento panista de Villa de Alvarez, Nabor Ochoa y Martha Sosa llegaron juntos y no se sentaron en la mesa de honor, sino que lo hicieron aparte para evidenciar su distanciamiento de Virgilio y, al mismo tiempo, hacer notar su aparente alianza. Sirvió pues, este recibimiento para marcar distancias y presuntos acercamientos. También sirvió para iniciar las hostilidades entre los tres aspirantes panistas de Manzanillo a la gubernatura.
En otro recibimiento, al que fueron juntos Virgilio Mendoza y Toñito Morales, dio pie para que se hablara de su alianza y de la declinación de uno en favor del otro.
Perro los priístas no desaprovecharon este nuevo sistema. El Ecos de la Costa da cuenta de lo sucedido el primero de mayo y publica lo siguiente: “Mario Anguiano entró y conforme fue recorriendo mesas para llegar al lugar que tenía reservado, aprovechó saludar a todas las personas que fue encontrando en su camino; y su homólogo tecomense lo hizo al revés, pasó a las mesas a saludar, y fueron los únicos que lo hicieron. Luis Gaytán saludó a los periodistas y a la gente del PRI porteño que se encontró en el camino, pero nada más, y el diputado Arnoldo Ochoa se limitó a unos cuantos saludos, pero el que de plano no alcanzó a repartir saludos fue el senador Rogelio Rueda, quien llegó en la comitiva del gobernador Silverio Cavazos. (Ecos de la Costa 03/mayo/08).
El periódico El Correo de Manzanillo también nos informa: “La percepción por segundo año consecutivo y en el marco del primero de mayo, demuestra por el momento, que Mario Anguiano es el candidato priísta natural de los manzanillenses, ni Rogelio Rueda que llegó al casino con el Gobernador Silverio Cavazos, ni Juan Carlos Pinto que dio su recorrido con los presentes, Arnoldo Ochoa ni Gaitán que se mantuvieron sentados todo el tiempo, obtuvieron las atenciones y simpatías de los presentes como lo logró el edil colimense”.
El siguiente párrafo del Correo de Manzanillo es un homenaje al carisma: “Guste o no, estos eventos populares nutridos por el pueblo, se convierten en un catalizador político, mediable en la disponibilidad de las personas para incorporarse de la silla y saludar, ofertar una sonrisa, “recibir un abrazo cargado de energía”, eso lo hace bien Mario Anguiano, los demás posibles precandidatos del PRI a la gubernatura se quedaron cortos, saludaron sí, pero sin foro, sin el entusiasmo que emanaba de quien entretenía al público; Pinto atrás de Mario ofertó también abrazos, saludos, pero la energía y la percepción cuenta, y la gente aquí, no fue tan efusiva como con Mario, eso se vio, eso lo saben los empresarios que estuvieron presentes, los otros políticos también”. (Correo de Manzanillo 02/mayo/08).
Hay que tomar muy en cuenta la profundidad política de la crónica anterior, “eventos populares nutridos por el pueblo”, o sea, la democracia ateniense bañada en cerveza y adornada con birria, “catalizador político”, el recibimiento como nueva expresión de la política, “medible en la disponibilidad de las personas para incorporarse y saludar”, o sea, sólo se levanta el que está frente a un gran señor, “ofertar una sonrisa”, como expresión del voto popular ya comprometido, contado y válido. ¡Que bárbaros!, que ¡emoción! ¡Que sinergia electoral!
Y continua el éxtasis: “recibir un abrazo cargado de energía”, por eso se discute tanto por los partidos políticos la reforma energética, porque la energía es la que va a definir el voto, “eso lo hace bien Mario Anguiano”, quien más sino él, “los demás posibles precandidatos del PRI a la gubernatura se quedaron cortos”, el dictamen ya está dado y ni el TRIFE lo va a echar abajo, porque no hay en la ley electoral ningún recurso legal que contradiga la entusiasta entrega popular de un recibimiento para su ídolo.
Los demás, “saludaron sí, pero sin foro, sin el entusiasmo que emanaba de quien entretenía al público”. Qué falta de respeto en la crónica, entretienen los payasos, es cierto, en eso terminan algunos políticos.
Sigue la crónica: “Pinto atrás de Mario ofertó también abrazos, saludos, pero la energía y la percepción cuenta”. Claro que la energía cuenta, por eso los gringos invadieron a Irak, los abrazos de Pinto y los saludos fueron sin energía según el periodista
¿Qué aparato mide eso?, pero el cronista responde de inmediato, “la percepción cuenta”; o sea, a simple vista se califica y se dictamina, “y la gente aquí, no fue tan efusiva como con Mario, eso se vio, eso lo saben los empresarios que estuvieron presentes, los otros políticos también”. O sea, Mario ya derrotó a Pinto y según el cronista, lo saben los empresarios que ahí estuvieron, al parecer a eso fueron, a medir los abrazos y los saludos, la efusividad y la energía.
Bueno, si es así, entonces que los empresarios manden al PRI el documento donde certifican esas verdades y que el periodista de El Correo se inscriba en la contienda para la dirigencia del PRI en lugar de Itzel Ríos, para que una vez que ese periodista sea presidente del PRI, con la objetividad que hizo esa crónica social, la transforme en un hecho político: el ungimiento del que acreditó tener más energía en el recibimiento de Manzanillo y además, como dice la crónica “los demás políticos también lo saben”, que cancelen sus aspiraciones porque ya saben que fueron derrotados en una “coleada”.
Lamentablemente, así se están construyendo las candidaturas, en el chacoteo, en el folklore de las fiestas populares, sustentadas en chismes, especulaciones, en grandes cantinas populares y lo más delicado es que hay algunos que se lo creen y ya se sienten no únicamente candidatos, sino los elegidos y por eso les valen gorro lo que opinen los que no forman parte de esas asambleas festivas, donde al calor de las copas, gana la mesa que mas aplauda.
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