viernes, 27 de febrero de 2009

Narcopresidente, Narcogobernador ¿Narcocandidatos?

El título preocupa, pero aparece como causa de disputa entre el PAN y el PRI, entre el presidente de la república y los gobernadores.

El PAN, en voz de su presidente pendenciero, Germán Martínez, acusó de la violencia, la criminalidad y el narcotráfico al PRI, que ya no gobierna a nivel federal desde hace casi nueve años; a su vez, el PRI ccalificó estas irresponsables declaraciones sin fundamento como una estupidez del presidente del PAN, y el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, entró a mediar y reconoció que fue en el sexenio de Vicente Fox, por desatención, la causa de la violencia y la criminalidad y el aumento del narcotráfico.

El Secretario de Gobernación deslindó al PRI y de manera clara, culpó al gobierno de Vicente Fox. Pero en el fondo de esta discusión, está la clara intención de los panistas de vincular al PRI con el narcotráfico, porque saben muy bien que la obra de gobierno de Calderón, con más de 10 mil 500 ejecutados, la inflación más alta de los últimos diez años, el desempleo más elevado de la última década y la crisis económica que nos aqueja, serán los factores reales que harán que el PAN pierda las elecciones en este año.

Los panistas saben que si logran vincularnos con el narcotráfico, tendrán un argumento electoral a su favor, a pesar de ser ellos quienes lo han solapado y permitido y un ejemplo es el gobierno de Fox y otro es que en el gobierno de Calderón, los cárteles de la droga penetraron a la AFI y a la SIEDO y por eso están presos quienes antes dirigieron estas agencias gubernamentales.

Ese es el tema en el debate nacional: el narcotráfico y la política y ahora, el PAN habla de narcogobernadores, por ello, para que veamos cómo la prensa ha manejado este tema, reproduzco las siguientes colaboraciones, sólo como ejemplos.

“Estará de secretario porque es cuate del Presidente, será sinónimo del bajo perfil en el gabinete, lo descalificarán como interlocutor los líderes empresariales, pero cuando Gerardo Ruiz Mateos dijo que el próximo presidente podría ser narco tenía toda la razón del mundo”.

“No llegó a esa conclusión durante las horas de su vuelo a París, ni reflexionando frente a la arbolada vista de su oficina en los límites de la colonia Condesa. La oyó en Los Pinos. Y se la oyó a su jefe. Por eso, cuando el gobierno federal esquivó la alerta del secretario de Economía, la cúpula priísta se sorprendió: gobernadores, coordinadores parlamentarios y dirigente nacional escucharon la misma reflexión en una áspera, catártica reunión con el presidente Calderón”.

“—Y si no hacemos algo entre todos, el próximo con el que se van a sentar aquí a platicar va a ser un narco —les advirtió el primer mandatario cuando el encuentro de tres horas se fue tensando, según confiaron varios asistentes a este reportero”.

“Hace dos viernes se armó la encerrona en la residencia oficial. Llegaron los convocados, se saludaron y luego luego fuego. Primero hablaron algunos de los mandatarios estatales del PRI. El tono fue de reclamo: se quejaron de que el PAN usa como banderas la inseguridad y la crisis económica para golpear a nivel local. Les contestó rápido el primer mandatario: reclamó en algunos casos de manera individual, con datos y cuestionamientos en la mano, la falta de compromiso de ciertos gobernadores con el combate al crimen. Los priístas se sintieron regañados, así que cuando terminó de hablar Calderón, Beatriz Paredes canalizó en un discurso la incomodidad y furia tricolores”.

“Ya abierta la puerta del debate, se siguieron los aludidos: Ismael Hernández, de Durango, advirtió traer una carta de sus alcaldes con exigencias concretas; Calderón le respondió que cuántos de ellos estaban libres de nexos con el crimen organizado. Fidel Herrera, de Veracruz, reclamó que en la elección pasada el PRI sacó de sus listas a un candidato porque de Los Pinos llegó el aviso de que era narco; y ahora ese mismo hombre compite por el PAN. Desfilaron otros más (destacó también la intervención, en tono fuerte, de Humberto Moreira, de Coahuila) y cerró Beltrones sintetizando la dureza”.

“Calderón agradeció la presencia y cada quien a su casa. Fueron tan ásperas las formas, que se estableció un “pacto de silencio” para que nadie revelara lo sucedido. En ese empedrado camino, el Presidente se quejó de la inacción de Fox y recetó la declaración sobre el posible próximo presidente narco. Seguro Ruiz Mateos lo oyó antes de viajar a Francia. Lo que hizo allá fue repetirlo”. (Carlos Loret de Mola, El Universal, 24/Febrero/2009).

El segundo ejemplo apunta al mismo sitio. Juzgue usted:

“Calderón vs. Gobernadores, ¿hasta dónde?

¿Por qué el gobierno y su partido eligen este momento para enfocar sus dardos a la actuación de varios mandatarios priístas frente al problema del narcotráfico?

Tras el episodio del enojo presidencial en Los Pinos, el martes 17 de febrero, las relaciones entre el presidente Calderón y su principal aliado político, el PRI, quedaron tensas. El encontronazo entre el jefe del Ejecutivo federal y los mandatarios estatales priístas, por la acusación de “omisión” hecha por el Presidente contra los gobernadores, abre un capítulo que pudiera significar el fin de la alianza política que ha permitido a Felipe Calderón gobernar y sacar sus iniciativas en el Congreso.

Las declaraciones del presidente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, sobre el fracaso de los gobiernos del PRI en el combate al narcotráfico y su intento de “rendición” ante el crimen organizado, fueron un mensaje directo que se derivó de la tensa reunión entre Calderón y los mandatarios priístas, y confirman que los ánimos quedaron caldeados desde aquella comida en la casa presidencial que terminó incendiada.

Pero, ¿qué buscan Calderón y el PAN confrontándose en estos momentos con sus principales aliados políticos? Porque aunque haya razón en los señalamientos del líder panista sobre la herencia del narcotráfico que dejó el régimen del PRI —ciertamente agravado a niveles de caos en ocho años de presidencias del PAN—, las iniciativas y reformas que ha logrado sacar el Presidente en el Congreso, en materia de seguridad y combate al crimen organizado, no hubieran salido sin el voto a favor de los congresistas del priísmo, que le han dado a Calderón mayores hombres, armas y bases legales para ampliar la guerra legal contra narcos y criminales.

¿Por qué entonces el gobierno y su partido eligen este momento para enfocar sus dardos a la actuación de varios gobernadores priístas frente al problema del narcotráfico?

Las presiones para que el gobierno mexicano escale en su guerra contra los cárteles de la droga son reales y provienen en buena parte de Estados Unidos. Desde que inició la campaña sobre el Estado fallido, hace algunos meses, junto con las opiniones, los análisis y las declaraciones de prominentes figuras de las élites políticas y militares de Washington corrían inquietantes preguntas: ¿cuándo caerán peces gordos? ¿Cuándo veremos caer a un narcogobernador?

El propio gobierno calderonista tiene información de inteligencia militar que apunta a una lista de ocho gobernadores involucrados en diversos grados con el narco. Desde los que recibieron financiamiento en sus campañas, o los que lo reciben actualmente, hasta los que han “pactado” o “negociado” con los cárteles que operan en sus estados para darles libertad de acción y no meterse en sus actividades.

Por ahí venía el reclamo directo que Calderón les hizo a los gobernadores del PRI que se reunieron con él en Los Pinos la semana pasada, el mismo que fue replicado por los priístas y que desató la ira presidencial.

En la Sedena, al más alto nivel, han comentado con alcaldes la existencia de esas listas de narcogobernadores. En una ocasión, el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, fue interrogado por un presidente municipal que, al escuchar al militar hablar de esa lista, le preguntó: “Con todo respeto, si lo saben, ¿por qué no actúan, mi general?”. La respuesta del titular de la Sedena fue breve pero contundente: “Acuérdese que yo no me mando solo. Yo recibo órdenes”.

En la valoración que de esos informes de inteligencia militar han hecho en Los Pinos hay un cálculo claro de por qué no se podría actuar contra algunos de los gobernadores ubicados por la Defensa como “vinculados” al narco. “Se nos cae todo, la alianza con el PRI”, han comentado en la casa presidencial sobre ese tema.

“La pregunta sería si ese cálculo cambió en Los Pinos, y si —ya fuera por presiones externas o por un bien medido efecto electoral en las actuales campañas— un obús del tamaño de un pez gordo pudiera ser lanzado en las próximas semanas”. (Salvador García Soto, 24 de febrero de 2009, el Universal)

A Propósito De Narcotráfico Y Política: Dos Decapitados Más, Uno De Ellos En Manzanillo

Agentes de la policía de Procuración de Justicia del Estado, cuando realizaban un recorrido este miércoles 25 de febrero del año en curso por la colonia Las Palmas, en Salagua, a bordo de su unidad y al circular por la calle Pablo Castellanos, entre los número 435 y 04, frente a un lote baldío, localizaron el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino que se encontraba boca a bajo, desnudo y sin cabeza y le faltaban las dos manos.

El otro autodecapitado fue en Colima, en el acto de registro de los aspirantes a la candidatura del PRI, donde Mario se autodecapitó y ratificó que en Colima, ese es el tema, así como la violencia que genera el narco y su vinculación con la política.

Pongamos algo en claro: todas las autoridades civiles y militares han reconocido que los cárteles se disputan la plaza.

Por eso, la candidatura en Colima de Mario Anguiano, que tiene un hermano sentenciado por narcotráfico en su modalidad de narcomenudeo, no es una candidatura viable, porque ese es el tema de la discusión nacional entre el PAN y el PRI, porque el PRI a toda costa ha venido acreditando, y por eso ha ganado elecciones en el 2007 y en el 2008, que no tiene vínculos con el narcotráfico y que no postula candidatos vinculados familiarmente con quienes venden droga.

Mario Anguiano ha confesado tener ese vínculo familiar y de acuerdo con los convenios que los partidos políticos, entre ellos el PRI, han suscrito ante el IFE, los candidatos a cargo de elección popular no deberán tener vínculos familiares, comerciales, empresariales ni de ningún tipo, con personas sentenciadas por narcotráfico y esa prohibición comprende a los familiares por consanguinidad hasta el segundo grado, lo que quiere decir que incluye a los hermanos.

Mario Anguiano utilizó los cinco minutos de su intervención al registrar su precandidatura, para agradecer a quienes lo han señalado de estar vinculado familiarmente con un narcotraficante y reiteró lo que siempre dice: que gracias a eso, ha subido en las encuestas y volvió a argumentar que lo que haya hecho su hermano no es responsabilidad de él, lo que quiere decir que utilizó la tribuna de su registro ante el priísmo, para tocar el tema del narcotráfico que lo persigue y acompaña a cualquier lugar donde va.

Mario Anguiano se autodecapitó porque en su discurso dijo que él estaba en el primer lugar en las encuestas y que sin embargo, el PRI no lo postuló como candidato de unidad. Efectivamente: no fue el candidato de unidad del PRI porque es más grave el problema que tiene de su vínculo familiar con el narcotráfico, que su posicionamiento en las encuestas.

Hoy se acreditó, con el registro de cuatro precandidatos en el PRI, que no hay unidad en el PRI en torno a Mario Anguiano, y que se registraron otros tres más, porque no están de acuerdo con su precandidatura; o sea, tres aspirantes del PRI no vinculados familiarmente con el narcotráfico y que en las encuestas suman entre los tres 45%, contra el 23% que dice traer Mario, acreditan que la gran mayoría del priísmo y de los aspirantes no están en favor de la candidatura vinculada al narcotráfico.

Por eso no hubo candidatura de unidad en el partido, porque al interior del PRI en Colima se está dando el debate de si el candidato debe o no estar vinculado al narcotráfico.

Lo que sucede en las calles de Colima, los decapitados, los ejecutados, la criminalidad creciente provocada por el narcotráfico, nos da la razón de que el candidato del PRI no debe estar vinculado al narcotráfico.

No se trata de vetar un candidato, no se trata de que grupo político gane la candidatura, se trata de vetar al narcotráfico en el PRI, se trata de que el PRI gane la gubernatura con alguien que esté limpio y sin relaciones con el narcotráfico.

No se trata de quién gana la candidatura, se trata de ganar la gubernatura, no la candidatura y eso se gana con un candidato limpio y ajeno por completo al gran tema que preocupa a la población: la violencia vinculada al narcotráfico.

Ayer Mario Anguiano se autodecapitó, porque le reprochó al PRI no haberlo postulado como candidato de unidad, su discurso fue sobre la campaña del narcotráfico y sus simpatizantes abuchearon a los otros tres precandidatos: Rueda, Michel y Arnoldo y, desde luego, también a un servidor, porque en su discurso, Mario los exhortó a que lo hicieran, al referirse a quienes no simpatizan con él, por eso se autodecapitó, porque además de su vinculación con el narcotráfico, con los abucheos atenta contra la unidad del PRI.

Por lo que a mí corresponde, considero que Mario está en todo su derecho y me lo tengo bien ganado, que alguien vinculado familiarmente con el narcotráfico no me quiera, pero la pregunta es: ¿por qué abuchear a los otros tres precandidatos del PRI?

Por mi parte, voy a seguir a lo largo de este periodo de precampaña, reiterando lo que he dicho desde el principio: mi desacuerdo con el hecho de que el candidato del PRI esté vinculado familiarmente al narcotráfico. Para que les quede claro.

A los otros tres precandidatos del PRI, Rueda, Michel y Arnoldo, les debe quedar claro que van a seguir siendo abucheados por la gente de Mario y la única manera de evitarlo es que lo hagan candidato de unidad.

Es cierto: no hubo unidad en el registro de los precandidatos del PRI, hubo abucheos, grupos de la estructura movilizados con línea para abuchear a precandidatos del PRI.

Ese fue el coraje de los abucheadores: que su precandidato no representa la unidad del priísmo

Pero reitero: son mejor los abucheos, que una candidatura de unidad en torno al narcotráfico.

www.aproposito2004.blogspot.com

2 comentarios:

Unknown dijo...

BRUTAL PUTIZA AL GOBER Y OTROS:
MARIO ANGUIANO
Colima: Todos están en el narco
JORGE CARRASCO
En Colima, la elección del 5 de julio pone en juego más que intereses económicos y políticos: expedientes judiciales muestran que los núcleos de poder formal en el estado y en su capital, encabezados por el gobernador Silverio Cavazos y por el alcalde con licencia Mario Anguiano –precandidato del PRI a la gubernatura–, están implicados con poderosos grupos de narcotraficantes.El narcotráfico domina las elecciones del 5 de julio próximo en Colima. Candidatos a presidencias municipales, a diputaciones federales y al gobierno del estado tienen vínculos familiares, empresariales o profesionales con los cárteles de Joaquín El Chapo Guzmán y de los hermanos Amezcua.
De acuerdo con expedientes judiciales, el principal señalado es el precandidato del PRI a la gubernatura y desde el miércoles 25 presidente municipal con licencia de la capital de Colima, Mario Anguiano Moreno.
Según reportes de inteligencia, también están en la mira de las autoridades el ahora diputado local y candidato a una diputación federal Roberto Chapula de la Mora, del PRI, y la candidata a la presidencia municipal de Manzanillo, Esmeralda Cárdenas Sánchez, del PAN. Identifican además a los hermanos del gobernador Jesús Silverio Cavazos Ceballos, Francisco y Rafael, como operadores de El Chapo Guzmán, aunque ellos no son candidatos.
Mario Anguiano Moreno es el precandidato con mayor fuerza para ser nominado por el PRI, pero también el que más lazos tiene con el narcotráfico. Familiares suyos han sido condenados en México y Estados Unidos por tráfico de drogas.
Su hermano Humberto, apodado La Rana, fue condenado en 2004 a diez años de prisión por vender metanfetaminas, y su primo Rafael Anguiano Chávez purga en Estados Unidos una pena de 27 años por ser considerado jefe de la organización de los Anguiano en Los Ángeles, California, vinculada con los hermanos Amezcua, Los Reyes de las Metanfetaminas.
A pesar de esos antecedentes, el alcalde aspirante tiene el respaldo del gobernador Cavazos Ceballos, cuyo entorno también ha sido vinculado con el narcotráfico. Antes de asumir la gubernatura, cuando era diputado local por el municipio de Tecomán, sus hermanos fueron procesados por la Procuraduría General de la República (PGR): Francisco por consumo de cristal y Rafael por distribución de metanfetaminas. Además, éste es señalado como operador del Chapo en esa demarcación.
Este es un extracto del reportaje que publica la revista Proceso en su edición 1687 que empezó a circular este domingo 1 de marzo.

QUIEN POMPO LA NOTA DICE ADA QUE ESTA COMPRADA SERA, AUNQUE PROCESO NO SE PRESTA A CHING...

Antonieta dijo...

Acabo de leer su columna, muy interesante y valiente de su parte. Su servidor(a) 'x' le pide guardar el anonimato por temor represalias. Gracias. Por este mail le hago saber que lo que comentó del Sr. Arturo León ya lo sabíamos. Pero de la misma manera acudimos asu representación para que también haga de la opinión pública lo sigiente: Este falso dirigente sndical se venga de los trabajadores que no simpatizan con él. Y ahora que el ayuntamiento de Colima dió nuevas plazas en nomina, los intimido uno a uno en su sindicato, para que simpatizaran con el, al igual qu los ultimos sindicalizados. Además acaba de sindicalizar a su hijo que también trabaja en gobierno del esatdo y por si fuera poco a cada nuevo sindicalizado primero les cobró $500 cuando eran de base y ya sindicalizados les cobró otros $6000.
por ahora creo que es todo, pero tengo más... Gracias.