Hoy es el último día del ejercicio gubernamental para el que fue electo el 10 de abril de 2005. Se cumplen hoy los cuatro años cinco meses y concluye el sexenio de Gustavo Vázquez Montes, que a usted correspondió terminar.
El origen de su encargo está en el accidente donde perdió la vida Gustavo Vázquez que motivo la elección extraordinaria para elegir a quien debía concluir su sexenio.
En consecuencia, ese el tema que hoy trato, por ser el último día de su gobierno, en el que se puede emitir ya una opinión, sobre cómo se correspondió por su parte y las causas que lo llevaron al poder, pero sobre todo, sobre el trato que se dio a la memoria del gobernador fallecido, pero más que nada, por haber sido involucrado un servidor en esos hechos.
No se trata de hablar o valorar su gobierno en lo general, sino de recordar, en lo particular, hechos que me involucraron a lo largo de los cuatro años y cinco meses de su gestión gubernamental.
Primer punto: Resulta lamentable que usted no haya honrado la causa que lo llevó al poder, el fallecimiento de Gustavo Vázquez, y que tampoco haya honrado su memoria, sino todo lo contrario. El accidente y la memoria de Gustavo Vázquez los utilizó para especular y denostar de manera reiterada a mi persona.
No lo honro por dos razones: una, por haber propiciado y permitido desde su gobierno, y con la nómina, que se especulara sobre las causas del accidente donde fallecieron Gustavo Vázquez y otros compañeros. Los periodistas a sueldo de su gobierno y sus funcionarios de primer nivel, reiteradamente afirmaron que fue un accidente provocado y ese hecho lamentable en fue usado para denostar, sólo para eso.
Desde el punto de vista político, usted fue y ha sido el principal beneficiario de ese accidente y permitió que gente a sueldo de los medios me difamaran con motivo de ese lamentable accidente, del que usted sabe que nunca obtuve ningún beneficio, ni personal, ni político, sino tan sólo ataques injustificados.
Usted fue postulado por el PRI, porque se argumentó que era de Tecomán y porque tenía una relación afectiva y de trabajo con Gustavo Vázquez. Eso fue el merito principal, sin embargo, permitió que se utilizara ese accidente para calumniar, no honro su memoria porque permitió que se construyeran supuestas causas del accidente para especular e involucrar a un servidor en esos hechos.
En consecuencia, utilizó la muerte de Gustavo Vázquez como instrumento de denostación política.
Tampoco honró su memoria, ni el carácter, ni la trayectoria política de Gustavo Vázquez, al permitir que se publicara a casi diario que Gustavo Vázquez no gobernó con autonomía y que fue dominado por un cacicazgo que se inventó en su gobierno para distraer y denostar a la gente.
Reiterar que el gobernante fallecido era una persona que se dejó influenciar en el ejercicio de su gobierno y que las decisiones que tomaba no eran decididas por él, no contribuía a que los periodistas a sueldo respetaran la memoria de Gustavo. Usted mismo declaró en muchas, muchas ocasiones, que usted impidió que eso continuara bajo su gobierno, que usted rompió un cacicazgo y había terminado las influencias ajenas al poder -que usted supone se dieron durante el gobierno de Gustavo Vázquez- poniendo en duda el carácter y personalidad del gobernante fallecido, acusándome sin sustento de un cacicazgo que nunca ejercí.
Que lástima que los hermanos de Gustavo Vázquez, permitieron, con su silencio, que esto también sucediera, pero todos sabemos por qué lo permitieron: a todos consta que fueron beneficiarios del poder.
El gran mérito que a usted le reconocen sus biógrafos, al igual que los periodistas oficiales, según dicen, el gran mérito de su gobierno es haber terminado con un cacicazgo que nunca existió. Resulta lamentable que no le reconozcan un mayor mérito, sobre todo real y tangible, por algo que haya hecho durante su gobierno en beneficio de los colimenses, más allá de pelear con un fantasma o de haber acabado contra algo que nunca existió.
Referir el éxito de su gobierno a algo que no existió o referir como el mayor mérito haberme “mantenido a raya”, como usted recientemente declaró, considero que no merece la pena presumirlo.
Segundo punto: jamás, como a usted le consta, solicité o recomendé a persona alguna como integrante de su gabinete, ni al inicio, ni durante su gobierno. Jamás le solicité consideración o atención que me beneficiara a mí, a mí familia o a mis amigos.
Sin embargo, siempre se argumentó que su gobierno recibía constantes presiones de mí parte, sea mediante la solicitud de servicios o favores al tratar de influir en las decisiones de su gobierno. Usted mejor que nadie lo sabe: nunca ocurrió así. Usted sabe muy bien que eso nunca sucedió de mí parte, pero se construyó un discurso oficial, desde el más alto nivel hasta el más bajo, en el sentido de que yo trataba de influir sobre su gobierno, de obstaculizarlo o de obtener beneficios económicos; sin embargo, usted permitió, propició e hizo suyo este falso y aberrante discurso.
Los primero años de su gobierno, me era atribuido todo lo negativo que sucedía, con el falso argumento que no se le dejaba gobernar; o sea, no se gobernaba porque no se le permitía, o porque no se le dejaba gobernar bien. Con el tiempo, la realidad se impuso y la gente se dio cuenta, que aquello de que un fantasma no lo dejaba gobernar o lo hacía gobernar mal, no era una burda patraña, una falsedad más de su gobierno.
No es posible que mi columna periodística fuera un obstáculo para el buen ejercicio del gobierno, me parece difícil considerar que mis opiniones en este periódico tuvieran la fuerza suficiente para disputarle el gobierno o para impedir su ejercicio. Me parece un grave despropósito la importancia que se dio en su administración a mi persona y a esta columna, y que se haya construido un discurso oficial en el sentido de que, desde este espacio, se pretendía compartir el poder. ¡Qué absurdo!
Tercer punto: es cierto, no he sido un exgobernador, durante su gestión, como los demás, pero no ha ocurrido así, por la sencilla razón de que ninguno de los otros ex gobernadores fue o han sido sujetos de acoso y descalificación mediática desde el poder gubernamental. He sido un ex gobernador diferente y no tuve oportunidad para el discreto silencio, sino todo lo contrario, para la respuesta permanente ante la permanente agresión. No me quejo, pero sí le reconozco a usted la forma de quitarme parte de mi tiempo.
A partir de mañana, usted será ex gobernador, espero que usted no sea acosado y denostado por su sucesor, porque es una experiencia lamentable que no le deseo; en mi caso, la afronté porque no tengo cola que me pisen.
A pesar del ánimo con que incondicionales pretendieron fastidiarme, no lograron acreditar nunca ningún hecho irregular de mi gobierno, ni tampoco ningún acto ilícito en mi ejercicio del poder, sólo fueron señalamientos difamatorios, iniciados a partir de su gobierno.
Lamentable que a usted le hagan acusaciones desde antes de que concluya su administración y no se puede decir que fueron instrumentadas desde el poder, porque aún usted gobierna.
En cambio, las acusaciones difamatorias en mí contra fueron patrocinadas desde el poder, precisamente a los 20 meses de que yo dejé el gobierno y que usted asumió su cargo.
Por fortuna, para mí, esta etapa concluye y espero que no se repita.
Me da gusto que usted haya expresado que una vez que concluya su gobierno, o sea, a partir de mañana, va a escribir y hará las aclaraciones pertinentes que deba hacer cuando se le acuse de algo indebidamente. Me da gusto, porque me da la razón, por eso escribo y espero leerlo a usted en el Ecos de la Costa, en su calidad de exgobernador.
Escribir en los medios y seguir siendo figura política o referente mediático permanentemente y decir con plena libertad lo que uno piensa, sólo se puede hacer cuando uno no tiene cola que le pisen.
No soy el único o el más indicado para evaluar su gobierno, eso lo hará la gente de manera permanente y es el juez más implacable. Lo importante es cómo superar los primeros seis años de estar lejos del ejercicio del gobierno.
Esa etapa la concluyo hoy, pues cumplí un sexenio fuera; ahora, a usted le toca iniciarlo fuera y ser evaluado por todos, incluyendo los periodistas que usted tuvo a sueldo, que se vuelven los peores críticos y llegan a la difamación de quien halagaron. Es difícil entender cómo lo hacen, pero ellos saben dar ese salto muy bien y la experiencia nos dice que así es, porque los halagos son para quien llega y las acusaciones para quien se va. Le deseo lo mejor en esta nueva etapa de ex gobernador, yo la supe sortear, repito, porque no tengo cola que me pisen.
Así es: fui revisado por la Auditoría Superior de la Federación, por la Secretaria de Hacienda en lo personal, por la Procuraduría Federal de la República, por la INTERPOL y por la SIEDO, por acusaciones que me hicieron dos diputados federales panistas, y no fue por corrupto, sino porque siempre les gané en las elecciones, prueba de ello es que salí limpio siempre que me auditaron y me investigaron. Lo hicieron esas dependencias federales cuando yo ya no era gobernador, usted va a entrar a esa nueva etapa como ex gobernador, le deseo lo mejor, tendrá siempre mi solidaridad como correligionario del partido.
Como usted puede apreciar, no me he referido a si gobernó usted bien o mal, ese juicio lo hará la sociedad colimense, sólo me he referido al trato que yo recibí de usted durante los cuatro años y cinco meses de su gestión. Reconozco que en lo formal y en lo institucional, recibí siempre de usted atenciones como ex gobernador y fueron estas correspondidas de manera recíproca.
No hablo de cómo les fue a los colimenses en su gobierno, sino cómo me fue a mí en la feria. Bienvenido sea usted a la feria.
Inicia para Colima y para todos una nueva etapa, tanto para mí como para usted. Le deseo a usted lo mejor y a su familia.
Al nuevo gobierno corresponderá sanar a un estado enfermo –de influenza y dengue-, proteger a una sociedad acosada por la delincuencia y ordenar las finanzas de un gobierno en crisis económica.
Todos estamos obligados a que eso se logre.
1 comentario:
YA TE ESPERABAMOS FERNANDO LA NETA, TUS COLUMNAS NACIONALES ESTAN MUY CHAFAS, LAS QUE E DAN FUERZA ES CUANDO HABLAS CON NETAS Y HACES EMPUTAR A SILVERADOS, PROTECTOR DE NARCOS, NEGOCIADOR DE TERRENOS QUE NO SON DE EL Y VENDE PLAYAS Y PATRIMONIO QUE NO SON DE EL Y EN ESTO TE VAS A CHINGAR SILVERIO POR QUE SI ESTAMOS EN LA MISERIA Y LOS UNICOS LUGARES DONDE NOS PODEMOS DISTRAER, DE LA MISEERIA SON LAS PLAYAS PUBLICAS CONTIGO NO PERDIMOS NINGUNA PLAYA PUBLICA SOLO LA DE DONDE ESTA EL KARMINA QUE NOS LA CERRARON PERO TU FUISTE UNA PEQUEÑA RATA PERO SOLVERIO FUE UNA TOTAL SABANDIJA, PROTECTOR DE NARCOS, SEEXIBIA CON DIPUTADAS PUTITAS EN FIN HIZO DEL EJERCICIO
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