PROMESAS DE CANDIDATOS

Con motivo de la presentación del paquete fiscal del Presidente Calderón, se ha acreditado la incongruencia presidencial y el discurso diferente y contradictorio de cuando fue diputado panista en 1995, y candidato presidencial en 2006.

Además de la incongruencia, el panismo ha recurrido al chantaje, al miedo y a la amenaza, si no se aprueban los impuestos que propone.

El presidente Calderón ya argumentó que de no aprobarse los impuestos, no se podrán comprar las vacunas para prevenir la influenza, lo que quiere decir que, para los panistas, la influenza tiene un origen fiscal y es un problema de economía y no de salud.

Han declarado los panistas que los pobres morirán de hambre si no se aprueba la propuesta fiscal y el secretario de Desarrollo Social dice que los pobres se ven amenazados de consumir una comida menos al día, pues dice que de dar tres comidas, solo dan dos.

Este secretario no sabe que ya más de 20 millones de mexicanos con trabajos pueden dar una comida al día; es preocupante que el secretario de Desarrollo Social considere que todos los mexicanos comen tres veces diario.

Las amenazas y el chantaje no son los mejores argumentos que los panistas encontraron buscar la aprobación del paquete fiscal.

Pero la verdad es que nadie le cree al presidente Calderón, veamos qué dijo como candidato: “Mi política tiene un solo objetivo: crear empleos bien pagados, para que tú y tu familia vivan mejor, y para eso voy a hacer cuatro cosas: primero, voy a reducir los impuestos para quienes trabajan, producen o generan empleos, y voy a simplificar su pago; segundo: voy a transparentar totalmente los impuestos que pagamos; tercero: voy a invertir mejor tu dinero; y cuarto: voy a garantizar la estabilidad económica para cuidar tu patrimonio”.

“Por lo primero, voy a bajar la tasa del impuesto sobre la renta, porque los mexicanos que producen, que trabajan, que inviertan, que generan otros empleos no deben pagar más impuestos de los que se pagan en otras partes del mundo. Eso nos permitirá tener más inversión y más empleos, que es lo que busco. Y pagar impuestos será más sencillo que nunca. Hacer una declaración la podrás hacer sencillamente y sin la ayuda de nadie”.

“Segundo: voy a manejar en caja de cristal el dinero del pueblo. Aquí no va a haber ni fideicomisos ocultos ni cajas misteriosas. Tú vas a saber a dónde se va, quién lo gasta, cómo se gasta, hasta el último centavo que pagues de impuestos. Tercero: voy a invertir mejor lo que tenemos. Voy a invertir el dinero en lo que verdaderamente necesitas. Voy a invertir en escuelas y en universidades de calidad para tus hijos. Voy a invertir en salud, no sólo para seguir con el seguro popular, sino voy por un seguro médico para todos, porque mi objetivo es que ningún mexicano esté sin médico, sin medicinas y sin tratamiento, y voy a empezar con todos los niños que nazcan (…). Voy a emplear también el dinero precisamente en las comunidades indígenas, en los caminos que hacen falta, en el agua potable. Voy a invertir el dinero en la seguridad que necesitamos para volver a salir a las calles con tranquilidad.”

“Cuarto: voy a garantizar la estabilidad económica. ¿Para qué? Para cuidar tu patrimonio. Voy a garantizar la estabilidad económica para que sigan bajando las tasas de interés y tú puedas adquirir una casa, para que puedas renovar tu cocina, para que puedas verdaderamente adquirir un auto. Voy a bajar las tasas de intereses para que haya más inversión en México y haya más empleos. En síntesis, mi política fiscal será bajar impuestos para quienes producen, para que haya más inversión, más empleo y para que vivamos mejor (Felipe Calderón, primer debate entre candidatos a la Presidencia de la República, abril 25 de 2006)”.

Así hablaba el candidato Calderón y ahora, en los hechos, no ha generado empleos -ni bien pagados, ni mal pagados-, no ha reducido los impuestos, habló de quitar la tenencia y no lo hizo y no ha transparentado el gasto, no ha invertido en la educación, está recortando el presupuesto a las Universidades, no ha invertido lo suficiente en seguridad, ni es cierto que la gente volverá a salir a las calles con tranquilidad, no ha garantizado la estabilidad económica y no es cierto que la gente vive o ha vivido mejor durante el calderonato.

II.- CALDERON, PRODUCTOR DE POBRES

“El presidente Felipe Calderón aceptó que, producto de la crisis económica que afecta al país desde el año pasado, 6 millones de mexicanos cayeron en la pobreza alimentaria, es decir, “en una condición tal que la familia no tiene ni siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”.

“Explicó que el número de mexicanos que se encuentra en esta situación pasó de 14 millones a casi 20 millones, y que de no hacer “algo contundente” cada día crecerá esta cifra”.

“No sólo sostener sino aumentar las políticas que nos permitan terminar con esa triste historia” de que no hay dinero para médico ni medicinas de un hijo enfermo”.

“Efectivamente, en México los datos muestran que la pobreza impactada por la crisis alimentaria, primero, y luego por la crisis económica, hizo que pasaran de 14 millones a casi 20 millones de mexicanos los que viven en lo que se llama pobreza alimentaria, una condición tal, que la familia no tiene ni siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”, reconoció el presidente Felipe Calderón”.

“Si una familia que vive en pobreza alimentaria, que no tiene el equivalente a dos dólares diarios (unos 27 pesos) en su ingreso cotidiano para su familia, si tiene que dedicar por lo menos la mitad para comprar alimentos, imagínense lo que fue para 14 millones de mexicanos que los alimentos hayan subido en promedio 20% en ese año”.

III.- Pues bien, los datos proporcionados por Calderón, corresponden al periodo 2006-2008 (de junio a junio), es decir, antes del estallido de la crisis (versión oficial) y cuando el propio Calderón no reconocía sacudida alguna.

Por el contrario, en ese bienio (campaña electoral incluida), su discurso sólo hacía referencia a la fortaleza económica del país, al navío de gran calado, a lo bien que estaban los mexicanos y lo mal que estaban más de allá de nuestras fronteras, a que lo sucedido en Estados Unidos no nos afectaría, a la gripa en ese país y al catarrito en México. Y no hay que hacer a un lado que la crisis económica, según la versión oficial y el machacón discurso calderonista, sólo impactó a México a partir de octubre de 2008.

El incremento de los pobres de 14 millones de mexicanos, casi 20 millones en pobreza alimentaria según reporta el INEGI, se constato en el reporte de 2008, o sea, antes de la crisis económica que comenzó en octubre del año pasado, o sea, el aumento de 6 millones pobres fue en los primeros años de Calderón y antes de la crisis.

Por lo tanto, será dentro de dos años cuando, por medio de los mismos organismos públicos, se cuantificarán los brutales efectos de la crisis 2009-2010, en materia de incremento de la pobreza, aunque desde ahora con sólo asomarse a la calle ya se puede saber de qué se trata. Si en junio de 2008, cuando no había crisis, el número de mexicanos en pobreza alimentaria aumentó de 14 a 19.5 millones, sólo hay que imaginar cuál será el espeluznante resultado de la ENIGH correspondiente a 2010.

Para dar una y ubicar el calendario (distinto al utilizado por Calderón), en junio del año pasado (cuando concluyó el levantamiento de la ENIGH 2008) el registro gubernamental reconocía un millón 400 mil desempleados menos que ahora, la economía crecía 2.8 por ciento y las finanzas públicas no estaban en shock (todo ello oficialmente); 12 meses después, el desempleo se aproxima a 3 millones de mexicanos, la economía se desplomó 10.3 por ciento y las finanzas públicas parecen queso gruyere.

Las finanzas públicas tienen un boquete de casi 400 mil millones de pesos.

Calderón no cita los reportes mas recientes y manipula las cifras del 2008, como el siguiente:

La recesión en que cayó la economía mexicana este año (2009) sumió en la pobreza a por lo menos 4.2 millones de personas, adicionales a los 5.9 millones que cayeron en esa condición entre 2006 y 2008, reveló un reporte del Banco Mundial.

O sea, a los 20 millones que cita Calderón en pobreza alimentaria, que corresponden a los años 2006-2008, habría que aumentar los 4.2 millones de personas que, según el Banco Mundial, cayeron en extrema pobreza en el 2009 y así, tendremos no 20, sino 24 millones de mexicanos en pobreza extrema durante el gobierno de Calderón, los que nos lleva a resumir que de 14 millones al inicio de su gobierno, llegó a 24 millones.

Calderón ya empobreció a 10 millones de mexicanos que, según como él mismo reconoce, no tienen ni para comer.

A Propósito…

1.- Los últimos cuatro años y medio del sexenio por concluir, hubo periodistas, oficiales y oficiosos, que afirmaban que yo pretendí implementar un cacicazgo y que traté de imponer funcionarios al Gobernador Silverio Cavazos.

Este mito lo fueron construyendo auspiciados por gente en el poder. Hoy, es oportuno de mi parte afirmar que jamás le propuse a Silverio Cavazos el nombramiento de ningún funcionario, mucho menos de ningún secretario. Eso lo sabe él muy bien y si miento, únicamente él me puede desmentir.

En consecuencia, lo del cacicazgo fue un mito que ahora lo quieren presentar como el gran éxito del gobierno de Silverio: el haber impedido un cacicazgo.

Por este motivo, la pregunta lógica es: ¿no tiene otros méritos?

Flaco favor le hacen a Silverio Cavazos los periodistas de nómina al no reconocerle al aún gobernador otros méritos y realizaciones gubernamentales.

¿Por qué ubicar el paso de Silverio Cavazos por el gobierno con la única misión de impedir un cacicazgo que nunca existió? Tal afirmación me parece un despropósito que debería ofender al propio gobernante.

Pero reitero, que le pregunten al aún gobernador si alguna vez le solicité algún cargo en el gabinete o que diera empleo a una persona.

2.- Tengo que reconocer que el hecho de que Gustavo Vázquez haya nombrado funcionarios que lo fueron también en mi gobierno, es el principal argumento que hallaron estos periodistas oficiales y oficiosos para construir el mito del cacicazgo. Por eso me parece muy saludable lo declarado por el propio gobernador Silverio Cavazos, sobre cómo actuará en su calidad de ex gobernador, sin intervenir y sin proponer a ningún funcionario del nuevo gabinete, y eso me parece muy sano, porque hay periodistas nominales, que seguirán en las nóminas y que adoran el tema del cacicazgo.

Me parece muy bien lo que Silverio Cavazos ha declarado y eso hace suponer que ningún funcionario del actual gobierno va a repetir en el nuevo gabinete, y eso le queda claro a la gente, por las propias palabras de respeto al nuevo gobierno que ha pronunciado Silverio Cavazos y esa es una de las razones de que haya tanta especulación sobre quiénes serán los integrantes del nuevo gabinete, porque la gente da por hecho que nadie va a repetir, para que no haya acusaciones de cacicazgo, acusaciones a las que son muy dados los periodistas de las nóminas oficiales.

¡Qué bueno que eso no va a suceder! y que no habrá acusaciones de cacicazgos en ese sentido, por eso se mencionan para el nuevo gabinete a panistas y perredistas, porque si meten priistas de gobiernos anteriores se diría que hubo presiones, y si meten priistas del actual gabinete van a decir que hubo imposiciones y cacicazgo del gobierno que termina.

Pero dejemos esa preocupación a los que buscan chamba.

Por lo que a mí respecta, yo ya había advertido en esta columna, desde hace tiempo, quienes irían al gabinete y formarían parte del nuevo gobierno, y parece que no me voy a equivocar, todo indica que tendré la razón.

3.- Quienes criticaron también el que yo me dedicara a escribir, sin duda alguna ahora han sufrido un gran revés, cuando el gobernador Silverio Cavazos ha afirmado que al término de su gobierno, él va a escribir, y ha dicho claramente también que cuando reciba un ataque hará las aclaraciones pertinentes en calidad de ex gobernador, o sea, que en este caso de escribir y aclarar, seguirá mi ejemplo.

Que coraje les dará a mis críticos acreditar, con el tiempo y con las declaraciones del aún gobernador, que escribir no tiene nada de malo, y que está bien que un exgobernador escriba y aclare.

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