En las elecciones realizadas el pasado domingo en 14 entidades de la República –en las que se renovaron 12 gubernaturas estatales y otros cargos de elección popular– las izquierdas partidistas presentaron, en cinco casos alianzas con el PAN y en las demás con los partidos que integran el día, así el PRD, PT y Convergencia fueron en alianza en varios estados Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, Baja California, Chiapas, Veracruz y en otros como Tlaxcala, Zacatecas, Aguascalientes, los partidos de izquierda y no fueron en alianza, fueron solos, siendo derrotados y mandados a los últimos lugares de la contienda.
La decisión de las organizaciones políticas de izquierda de aliarse con sus adversarios naturales no sólo constituye un ejemplo de incompatibilidad ideológica y programática y de pragmatismo electorero; también deriva en un debilitamiento de esas organizaciones en el mapa electoral: salvo en los casos de Veracruz y Quintana Roo, los tres institutos políticos que integran el Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia) fueron incapaces de presentar candidaturas comunes, y en ningún caso pudieron ganar algo como fuerzas independientes.
El escenario que se comenta se vuelve tanto más desolador si se toma en cuenta que el PRD, el PT y Convergencia habrían podido obtener un importante capital electoral del descontento que recorre el país ante los desastrosos resultados que la administración federal en curso ha entregado en los ámbitos económico, social, institucional y de seguridad pública.
En estas elecciones locales efectivamente la izquierda tuvo la oportunidad de criticar a la derecha gobernante por el desempleo, la pobreza y la inseguridad, pero hicieron lo contrario se aliaron con un gobierno federal que tiene las peores calificaciones y esa alianza los convirtió en cómplices y defensores de los saldos negativos del panismo.
En efecto, las derrotas del panismo gobernante en los comicios del 4 de julio se explican, en buena medida, como resultado del desgaste por el ejercicio del poder; la izquierda partidista, en cambio, no puede enarbolar ni siquiera una excusa semejante, la excusa que tiene la izquierda para presumir su derrota es que pararon al PRI en Sinaloa. Oaxaca y Puebla, aunque quienes ganaron no asuman ningún compromiso ideológico con los partidos de izquierda que los postularon.
En suma, la jornada cívica del pasado domingo 4 de julio, deja como saldo un desvanecimiento grave y preocupante de organismos políticos que debieran estar al servicio de la transformación social del país y que hoy por hoy se muestran, en cambio, sumidos en la crisis de representatividad que aqueja a esa clase política de izquierda que dejo de lado sus banderas ideológicas y su lucha social con el único propósito de ser acompañante de la derecha que utilizo a la izquierda como el tonto útil de la jornada electoral.
Por eso López Obrador dijo ante sus seguidores que está considerando seriamente no reafiliarse al PRD porque, comentó, “hay muchos que me piden que ya no lo haga y que vayamos con otra opción”.
Dijo que hay mucha gente que ya no ve alternativas en el PRD y por eso le piden ya no ir ahí, aunque muchos más le solicitan continuar.
López Obrador les aseguró que la dirigencia nacional del PRD traicionó a sus bases y por eso para ellos “mi opinión no cuenta, no cuenta la del ingeniero Cárdenas, sólo la de Felipe Calderón, ¿o qué acaso no palomeó las alianzas…? ¡Al carajo con eso!”
“Los dirigentes ya no tienen remedio, afectaron gravemente al partido y el cáncer lo dañó casi todo”, y “ahora me dicen que rescate al PRD, pero no hay remedio con esa dirigencia”. (Milenio 14/julio/2010)
Vale la pena mencionar lo que dijo Ricardo Monreal:
“Es pertinente recordar que, siendo presidente del PAN (1996-1999), Felipe Calderón se opuso drásticamente a las alianzas con el PRD. Las coaliciones que se dieron en ese periodo (Nayarit, Coahuila y Chiapas), fueron por la presión y rebelión de los panistas locales, no por la voluntad de la dirigencia nacional. Hoy que se desempeña con el doble papel de “jefe de Estado y de partido” —como en su momento lo hicieron los presidentes priistas—, es importante que la izquierda no quede reducida al papel de “compañera de viaje” de estas alianzas electorales. Ni mucho menos, al papel de “tonto útil” o “mozo de estribo” en la estrategia de sobrevivencia y conservación del poder que trae el PAN en su carrera al 2012”. (Milenio 13/julio/2010)
Marcos Provencio dijo:
“Surge ahora un PRD más confundido y dentro de poco más dividido que nunca. Si bien las mieles de la victoria son normalmente dulces, se acaban más pronto que tarde, además de que no es claro qué tipo de victoria sea ésta para el PRD, o cuando menos para su dirigencia actual. Ha tenido que aceptar candidatos que le han sido impuestos por la alianza. Donde no fue así, como en Quintana Roo o Zacatecas o inclusive Tlaxcala, el PRD le hizo la vida fácil a sus adversarios. Ahora, días después de la elección, ya el PRD tiene que lidiar con el mesianismo desatado de López Obrador”. (Milenio 9/julio/2010)
El senador del PRD Pablo Gómez expresó:
“Para el PRD, que postuló como propios a sólo cinco de los 11 candidatos a gobernador, se trata de un desastre, en especial por la vergonzosa pérdida de la única entidad que gobierna: Zacatecas, donde la derrota fue producto de la división de la izquierda, promovida por el propio partido en el gobierno. En cuanto a los estados gobernados por el PAN, el desastre es también total: todos perdidos, incluido Baja California”.
“La fuerte tendencia hacia la alternancia de partido. Seis de las 12 gubernaturas en juego cambiarán de manos. El voto de castigo o la simple crítica a los partidos que gobiernan llegó a expresarse como elemento decisivo”.
“La coalición entre el PAN y el PRD, la cual le dio poco a estos dos partidos, fuera de haber impedido varios triunfos del PRI. En Oaxaca ganó, en términos concretos Convergencia, mientras que en Sinaloa obtuvo la victoria un disidente priista que, según dice, gobernará solo. Puebla se cocina aparte, pues ése sí podría considerarse un triunfo de Acción Nacional, aunque el próximo gobernador haya sido un prominente priista hasta hace poco”.
“El PRD sigue en su declive como opción propia: no avanza a ninguna parte por sí mismo. El PAN sólo pudo frenar al PRI gracias a alianzas pero con totales pérdidas propias. Oaxaca, Puebla y Sinaloa”. (Milenio 9/julio/2010)
El intelectual Arnoldo Córdova expresó:
“Hacer alianzas sólo para sacar al PRI del poder de los estados no es razón suficiente para renunciar a la propia identidad.
La izquierda no se merece ese liderazgo abominable que ha desvirtuado por completo los principios y la noción de izquierda que el PRD encarnaba hasta que esos logreros tomaron su dirección nacional. Ellos no sacaron nada de lo que puedan enorgullecerse. Sólo se ensuciaron todavía más de lo que ya andaban. Es verdad que los priístas salieron con el miedo en los huesos. Pero, nosotros, ¿qué sacamos con eso? Gabino Cué puede ser un gobernador excelente. De los otros dos no hay quien dé una pita. En todo caso, hay que ver cómo va a evolucionar el PRD, representado hoy en todo y por todo por los chuchos”.
“Viene el estado de México. El PRD no tiene en ese estado ni un solo prospecto que pueda competir con los priístas. Tampoco el PAN. ¿Van a recurrir a un ex priísta descontento para tener una candidatura competitiva? Por lo visto, nuestros aliancistas de derecha no tienen otra perspectiva”.
LA IZQUIERDA Y EL 2011
La alianza con el PAN en Michoacán está descartada, a diferencia de Guerrero y Baja California Sur, donde la posibilidad de un acuerdo electoral es latente, siempre y cuando el PRD designe al candidato, aseguró Jesús Zambrano.
En la reunión encabezada por el presidente nacional perredista, Jesús Ortega, se definió que el partido no renunciará a la posibilidad de alianzas con el PAN en el Estado de México y Nayarit.
Se acordó que en las seis entidades con proceso electoral: Estado de México, Nayarit, Michoacán, Guerrero, Baja California Sur y Coahuila, sean las direcciones locales las que decidan sobre su política de alianzas. Igualmente se ratificó que aunque en 2011 se reeditarán las coaliciones con el PAN, eso no ocurrirá en 2012, año en que habrá un frente de partidos de izquierda.
Camacho Solís, se manifestó que para las elecciones de 2011 las alianzas con el PAN deben hacerse a un lado en los tres estados gobernados por el PRD.
En el caso de Michoacán, se manifestó en el mismo sentido que la presidenta del partido en la entidad, Fabiola Alanís, al señalar que está cancelada la posibilidad de alianza con el PAN, entre otras razones porque “hay muchos agravios, como lo del michoacanazo el año pasado y por eso no habría, de ninguna manera, condiciones ahí para que fuéramos juntos”, aseguró Zambrano. (Milenio 14/julio/2010)
Alberto Anaya del PT dejo en claro que en el 2011 se mantendrán apegados a la línea de López Obrador de rechazo a las alianzas con el PAN, luego de que el PRD y PAN tienen un acuerdo de ir juntos en el Estado de México.
Lo que está claro, es que la definición del candidato PAN-PRD en el Estado de México no va ser nada fácil que alguno de los dos partidos logre que el candidato de su alianza sea un cuadro de las filas del PAN o del PRD. Para el PAN sería un suicidio que el PRD ponga candidato e integre el Estado de México al D. F. su zona perredista y para el PRD también sería fatal que el candidato sea del PAN y gane el cinturón que rodea el bastión del perredismo que es el D. F. ¿Buscarán a un ex priista?
ELECCIONES 2012
Los partidos integrantes del Diálogo para la Reconstrucción de México PRD, PT y Convergencia, firmaron un compromiso para ir juntos a las elecciones de 2012 con el candidato mejor posicionado, aunque sea ciudadano.
Cuestionado respecto a la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador quiera buscar su postulación como candidato presidencial solo por el PT, el dirigente nacional de este partido, Alberto Anaya, se comprometió a honrar el compromiso y a respaldar a quien tenga más posibilidades de triunfo: “Para 2012, el mejor posicionado, así sea una candidatura ciudadana”.
Rechazó que el compromiso pueda romperse por una eventual presión de López Obrador, quien esbozó la posibilidad de que pudiera ser postulado incluso por uno solo de los partidos de izquierda. Anaya puntualizó que el tabasqueño mantiene el compromiso de que quien esté mejor posicionado encabece la alianza en 2012.
“Andrés Manuel ha señalado que también va a apoyar al candidato que mejor posicionado esté.”
Los dirigentes del PRD, Jesús Ortega; de Convergencia, Luis Walton; el petista Alberto Anaya, y el coordinador del DIA, Manuel Camacho Solís, informaron que será hasta julio de 2011 cuando se defina quién encabezará la candidatura presidencial y en su momento se entablará el diálogo con todos los aspirantes.
“No estamos en la idea de exclusiones, lo mejor para el país, los intereses supremos de la nación tienen que ponerse por encima de cualquier interés mezquino, las izquierdas queremos volver a ganar en 2012, así sea con un candidato ciudadano”. (Milenio 16/julio/2010)
Y si no lo logran la alternativa es que se alíen con el PAN.
A Propósito…
1.- Yo creo que el gobierno del estado debería de aceptar la invitación del gobierno chino y de hacer el viaje como estaba programado, es importante que los funcionarios viajen al extranjero y conozcan cómo funcionan las economías desarrolladas, no atender una invitación de ese nivel y de un país tan importante para la cuenca del pacifico de la que somos parte, puede ser negativo y más si el gobierno chino está preparado ya para recibir a la delegación colimense, las críticas de todos modos se van a dar, vayan o no vayan, pero las opiniones en contra no es el verdadero problema, sino que pensaran los chinos del desaire.
Aunque sí sería interesante saber cuál fue el motivo por el que los chinos invitaron a una delegación del gobierno de Colima.
¿Por qué que pretexto le vamos a poner a los chinos por no haber ido?
www.aproposito2004.blogspot.com
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