Todos sabemos que si le va mal al presidente, le va mal al país y en los hechos, le está yendo mal al presidente y en consecuencia, al país y a la mayoría de los mexicanos. En lo social, el número de pobres ha aumentado en seis millones, en lo económico el crecimiento fue de menos siete, el desempleo alcanzó cifras sin precedente, la carestía agobia a los grupos mayoritarios, los últimos incrementos a los combustibles, después de los impuestos, acreditan la insensibilidad de este gobierno panista.
En el combate a la violencia y a la inseguridad, el gobierno ha fracasado, éstas han aumentado y sobre todo en los lugares donde se implementaron operativos con las fuerzas federales, el gobierno no ha podido recuperar los territorios dominados por el narcotráfico y a diario nos enteramos que la corrupción y la infiltración del narco en los cuerpos de seguridad es de grandes proporciones.
Los hechos sucedidos en Morelos el mes pasado, en los que se abatió a Arturo Beltrán Leyva y un grupo de sus sicarios, si bien al principio se consideró como un éxito de las autoridades federales en esa lucha, a los pocos días se destacaron una serie de errores en la estrategia gubernamental y las deficiencias que explican la falta de inteligencia en esta batalla que el gobierno va perdiendo, a todas luces.
Desde hace mucho tiempo era sabido que las autoridades de Morelos estaban coludidas y habían sido ya destituidos los jefes policíacos y el procurador de justicia de esa entidad por su vinculación, precisamente, con el cártel de los Beltrán Leyva.
Hace seis meses se publicó lo siguiente:“Soldados de la 24 zona militar tomaron la Secretaría de Seguridad Pública municipal de Cuernavaca para revisar el armamento y la licencia colectiva de la corporación policial, así como inspeccionar los expedientes del personal policiaco y administrativo”.
“Hace casi dos meses la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR detuvo y arraigó el 15 de mayo a Francisco Sánchez González, ex titular de la policía de la capital del estado, por sus presuntos nexos con el cártel de los Beltrán Leyva”.
“Ese día arrestaron también al secretario de Seguridad Pública estatal, Luis Ángel Cabeza de Vaca Rodríguez. Actualmente, ambos ex funcionarios se encuentran bajo investigación de la PGR”. (El Universal 15/julio/09)
Era evidente, pues, que todos sabían de la presencia de este cártel en Morelos y su vinculación con las autoridades, pero como el gobernador de ese estado es panista, no se le investigó, ni hizo el gobierno federal lo que hizo en Michoacán, gobernado por perredistas.
Días antes de la muerte de Arturo Beltrán a manos de fuerzas federales, se había celebrado en Cuernavaca una fiesta a la que asistieron, para amenizarla, varios conjuntos musicales conocidos nacionalmente, los Cadetes de Linares, el acordeonista Ramón Ayala y otros músicos más, así como 22 damas de conocida profesión trasladadas desde Acapulco, narcoposada que se celebró en una propiedad ubicada a 500 metros de la casa de gobierno; o sea, más de 40 músicos conocidos internacionalmente, 22 damas de esas que llaman la atención, música de banda, gran ruido, invitados especiales, cada uno con cuerpos de seguridad, toda una convocatoria de un hecho social del que no se dieron cuenta las autoridades locales, lo que prueba la complicidad de las autoridades panistas que gobiernan el estado.
El hecho de que haya sido la Armada, los marinos, y no el ejército quienes intervinieron en este operativo, ha dado mucho de qué hablar y, desgraciadamente, en contra del ejército y desde luego, de las autoridades locales y la policía federal, que ante la opinión pública, estas autoridades fueron desplazadas por desconfianza, dejando una gran duda y un gran malestar entre los miembros del ejército de que si los han traído por más de tres años en la lucha contra el narco, ahora que había un pez gordo que capturar, no fueron convocados a la fiesta, para compartir el mérito, sino al contrario, fue motivo de dudas y de sospechas.
La forma como se manejó el cadáver de Arturo Beltrán, según expertos, fue la causa de la reacción de ese cártel para haber asesinado a la familia de uno de los marinos que perdieron la vida en ese operativo, lo que deja ver, no únicamente el manejo que se hizo del cadáver, sino de la información que deja desprotegidas a las fuerzas federales y a las familias de quienes, desde el gobierno, combaten a los narcos.
Criticable han sido, los mensajes que se pretendieron enviar a los narcotraficantes, porque si bien es cierto que los narcos cuando ejecutan dejan mensajes y la forma de hacerlo en sí misma, este mismo mensaje, el manejo del cadáver, exhibido con billetes y sin ropa, no debe ser un mensaje que el gobierno envíe, porque entonces, estaríamos usando los mismos códigos, por eso es interesante un artículo que escribe el periodista José Chabat, del que transcribo partes medulares del mismo:
“Si no fuera porque las fotos del cadáver de Arturo Beltrán Leyva. El jefe de jefes estaban acompañadas de la información de su muerte en un combate con las fuerzas federales, cualquiera habría supuesto que se trataba de una venganza más entre narcos. El cadáver humillado, con los pantalones bajados, cubierto de billetes ensangrentados en una foto y cubierto con objetos religiosos en otra, mostraba el típico modus operandi de los narcotraficantes. Sólo faltó un letrero que dijera “para que aprendan a respetar”, para confirmar el sello inconfundible de una venganza entre narcos. El problema con esta escenografía es que ésta no fue montada por narcos sino por autoridades, presumiblemente por las autoridades federales a cargo del operativo de captura de Beltrán Leyva, o al menos con la autorización de éstas”. “Es realmente grave que el gobierno actúe con la lógica de los narcotraficantes, que busque venganza en lugar de justicia, que se conduzca como una banda de criminales y que, en su proceder, los derechos humanos sean irrelevantes”.
“La guerra contra el narcotráfico ha tenido un alto costo para la sociedad y el gobierno mexicanos. Sin embargo, probablemente es costo más altos es la desaparición de la frontera entre el uso legitimo y el uso ilegítimo de la fuerza”.
“Tal pareciera que en su afán de combatir a los narcos el gobierno ha adoptado los códigos y las conductas de los propios narcos”. (Universal)
Más que los narcos, los que se asustan son los ciudadanos y los familiares de las fuerzas policíacas que los combaten.
En conclusión, el gobierno de Calderón ha equivocado la estrategia y el mensaje.
POBRE TECOMAN
Leí un artículo del periodista Tranquilino Contreras que ha acreditado siempre en los hechos su preocupación por Tecomán. Tranquilino dijo:
“Nunca como en los tiempos actuales de crisis económica, social y política, es necesaria e imprescindible la participación de gente que quiera a Tecomán”.
“Tecomán - al igual que el resto del Estado -, atraviesa por una severa crisis. Probablemente la mayor en toda su historia como municipio. Gobiernos van y vienen y nadie encuentra la fórmula para corregir los errores que llevaron al otrora “chequera del Estado” a la crisis en que se encuentra”.
“Y lamentablemente, no se ve, en las figuras políticas ni en las empresariales, al líder que sea capaz de encontrar las soluciones más adecuadas que por lo menos frenen la caótica situación que se vive y que, por desgracia, en poco tiempo puede ocasionar problemas sociales, además de los económicos que ya se están viviendo. Es en estos momentos, cuando recordamos con melancolía a la figura de Don Antonio Leaño Álvarez del Castillo y cuando echamos de ver los que lo conocimos en sus momentos de lucidez física, las grandeza ayudas que Don Antonio brindó a Tecomán en especial y a Colima en general”.
“Su liderazgo entre los agricultores y empresarios de la región era indiscutible. Su inteligencia para resolver los problemas era privilegiada y su generosidad para ayudar a quien lo necesitara era ilimitada”.
Coincido plenamente con Tranquilino, cuando se refiere a don Antonio Leaño Álvarez del Castillo y coincido también con él en que Tecomán vive la peor crisis de la historia. Tranquilino sigue diciendo: “Así era Don Antonio Leaño, si ser originario de Colima, quiso mucho a esta tierra, en especial a Tecomán, lugar que ayudó e impulso en su colonización y desarrollo. Su capacidad intelectual, su simpatía natural que emanaba el hombre bueno y generoso, le hizo crear muchos amigos y por envidia de algunos pocos, también algunos enemigos”.
“Don Antonio Leaño, era un extraordinario conversador. Hombre muy culto y de mucho mundo”. (Colimán 23/dic/09)
Así es: recuerdo que durante mi gobierno don Toño Leaño le regaló al Gobierno de Colima el Estadio Colima, el cuál era propiedad de su familia y recuerdo innumerables gestos de generosidad en favor de los colimenses, a muchos les brindó educación en la Universidad Autónoma de Guadalajara de manera gratuita y a muchos les dio salud en el Hospital de la Autónoma.
Que bueno que ahora Tranquilino reconoce la crisis por la que atraviesa Tecomán y que lamentable que quienes la causaron hayan sido tecomenses que gobernaron el estado. Yo le recomendaría a Tranquilino que leyera un artículo que publique en esta columna intitulada “Por que perdimos Tecomán”, un gobernador de Tecomán Silverio Cavazos y siete secretarios del gabinete tecomenses todos ellos y la gran mayoría de directores generales y funcionarios y así le fue a Tecomán.
Los tecomenses se la cobraron al PRI, por eso votaron por el PAN, los tecomenses no le agradecieron al PRI que el gobernador fuera tecomense y mucho menos reconocieron que haya trabajado en su favor, el innumerable ejército de tecomenses en la nomina gubernamental.
Los tecomenses no agradecieron que el anterior gobierno le haya dado empleo y buenos empleos en el gobierno a tantos tecomenses, y no por que sean mal agradecidos los tecomenses o no hayan sabido valorar, sino todo lo contrario, si supieron valorar y al parecer no tenían nada que agradecer, pues, al parecer, en nada les benefició a los tecomenses un gobierno de tecomenses, cuando se suponía que había un compromiso político con Tecomán y que a Tecomán le iba a ir muy bien y fue todo lo contrario, la población, al parecer, no se benefició, no obstante que en el último informe, el entonces gobernador dijo que había destinado 700 millones de pesos a Tecomán.
Yo leí un artículo de Tranquilino donde precisamente destacaban las grandes inversiones que el gobierno de Silverio hacia en Tecomán y me criticaba por los cuestionamientos que yo hacía al anterior gobierno.
Sería muy pertinente que, para no molestar más al estimado don Antonio Leaño al que mucho le debemos los colimenses, Tranquilino, en su preocupación que siempre expresa por Tecomán, nos ayudara a esclarecer a dónde se destinaron esos 700 millones, que aún así llevaron a la crisis económica a Tecomán, porque sería una irresponsabilidad que ese dinero no se haya destinado a mejorar el nivel de vida de la mayoría de los tecomeneses.
Hay muchos que no coinciden con Tranquilino y hay un comentario general de que sí hay tecomeneses que se beneficiaron y que cambiaron radicalmente su nivel de vida, pero tiene razón Tranquilino: a Tecomán le fue muy mal, aunque algunos tecomenses les fue muy, pero muy bien.
www.aproposito2004.blogspot.com
2 comentarios:
SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
¡ya digan algo¡
Publicar un comentario