viernes, 16 de marzo de 2007

Carta Dos al Secretario de Salud, José Salazar Aviña

Carta Dos

Doctor José Salazar Aviña

Secretario de Salud

En las reiteradas declaraciones que usted ha hecho sobre el tema del HRU, además de descalificar lo hecho en materia de salud por los últimos gobiernos, incluyendo al que usted sirve, se ha pretendido dar la idea de que los problemas de su responsabilidad se generaron por un adeudo contraído por mi gobierno, por la cantidad de 14 millones de pesos con el Patronato de la Beneficencia Pública; por la supuesta falta de construcción de infraestructura de salud en el periodo del 2001 al 2005; por la forma irregular, según usted, en que fue hecha la basificación de las 164 plazas y por el crecimiento de los servicios por el Seguro Médico Popular.

Sobre el asunto de las construcciones, le proporcioné la información pertinente y en esta ocasión, le daré la información de los otros tres temas que le han servido de excusa para descalificar mi obra de gobierno en materia de salud.

1.Sobre el adeudo de 14 millones de pesos, mi gobierno, efectivamente, demandó al gobierno federal el cumplimiento del compromiso de otorgar 164 plazas para iniciar la operación del HRU, como fue pactado con el presidente Zedillo y consta en los documentos oficiales que se encuentran en la Secretaría de la que Usted es responsable.

Este compromiso fue incumplido por el presidente Fox.

Como usted recordará, el HRU fue inaugurado por el presiente Zedillo el 28 de noviembre de 2000 y el presidente Fox tomó posesión tres días después. En ese mes de diciembre, la Secretaría de Hacienda emitió un acuerdo en el sentido de que en el 2001 y también en el futuro, el gobierno federal no crearía plazas para el sector salud en todo el país y las que fueran creadas, serían pagadas con recursos de los estados donde fueran creadas. En síntesis, no habría nuevas plazas federales para el sector salud, sino estatales, excepto para los programas nacionales y hospitales federales. Así, la Secretaría de Salud del nuevo gobierno panista nos informó en enero de 2001, que no era posible cumplir el compromiso contraído con Colima.

El HRU ya estaba inaugurado y su operación dependía de probar los equipos y contar con 164 plazas nuevas. Me entrevisté con el doctor Julio Frenk, Secretario de Salud, a quien solicité para el 2001, 14 millones de pesos adicionales para el pago de las 164 plazas nuevas y me dijo que no era posible, pero que me tramitaría un préstamo con el Patronato de la Beneficencia Pública por esa cantidad y que después veríamos la forma de liquidarlo, aunque, me dijo, buscaría que fuera condonado, pero que lo más importante era que el hospital empezara a funcionar, sobre todo porque el hospital del IMSS de Manzanillo, se había cerrado por el sismo de 1995 y la construcción del nuevo se había suspendido por problemas con la empresa constructora y el mismo cambio de gobierno.

En el 2002, cuando decidí que se construyera el hospital civil de Manzanillo, me entrevisté nuevamente con Julio Frenk para solicitar su apoyo para la construcción de dicho hospital y me expresó que la Secretaría no tenía recursos programados para ese año, pero que el año siguiente, 2003, Colima recibiría recursos provenientes del Seguro Médico Popular y que podrían tomarse de allí los recursos para el equipamiento, y que no habría problema, porque el hospital del puerto atendería a las familias que se incorporarían al Seguro Médico Popular y se justificaba la inversión en el equipo. Le pedí que me apoyara con los 14 millones del adeudo con la Beneficencia, como aportación del gobierno federal para el nuevo hospital civil de Manzanillo, y me reiteró que no era posible, pero que no me preocupara por el adeudo con la Beneficencia.

Cabe destacar que en el presupuesto de 2001, 2002 y 2003, entregado por el gobierno federal a Colima, nunca se nos descontó un solo peso de los 14 millones de adeudo que teníamos, porque era muy claro que se tramitaría su condonación.

En la última reunión de la Junta de Gobierno del Organismo Público Descentralizado de los Servicios de Salud en Colima, celebrada el 17 de diciembre de 2003, y a la que asistió el doctor Rodolfo Rojas Rubí, Secretario del Consejo Nacional de Salud y representante del gobierno federal, así como la enfermera Gloria Hernández Villaseñor, representante de la secretaría general de la sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS).

En dicha reunión, en el punto de Asunto Generales, se planteó el tema de la condonación de los 14 millones de pesos y quedó muy clara la posición del representante del gobierno federal, en el sentido de que la condonación estaba acordada a nivel central, como consta en el acta de dicha sesión, que de seguro se encuentra, también, en la Secretaría de Salud, que Usted dirige, y de la que tengo copia.

Tengo información de que tampoco en el 2004 requirió el gobierno federal el pago de ese dinero y en una ocasión reciente, Usted me hizo un comentario al respecto y yo le respondí que no deberían de pagarlo. Sin embargo, usted afirma que el pago de esos 14 millones de pesos es la causa d e todos los males y problemas que tienen en la Secretaría a su cargo y que “ese dinero representó todo lo que le dedica el gobierno del estado a la Secretaría de Salud”. (Ecos de la Costa, 7/03/07). Si eso le destinan al Sector Salud en todo el año, resulta, ahora sí, muy explicable y justificable que no tengan ni para gasas.

Por otra parte, Usted ha informado a la opinión pública que en mayo de 2003, con motivo del Día de las Madres, mi gobierno otorgó bonos a las Madres trabajadoras del sector salud, con plazas de confianza en mandos medios y homologados, sin que tuvieran derecho a recibir ese beneficio, que sólo correspondía a los trabajadores sindicalizados, (Ecos de la Costa, 13/03/07)

Eso acredita, Señor Secretario que bajo mi gobierno hubo buena administración de los recursos, lo que nos permitía estimular a todos los trabajadores, que si bien no eran sindicalizados, legalmente estábamos facultados para otorgar estímulos por su trabajo, una vez que garantizábamos que no faltaran las gasas ni otros materiales indispensables y, además, siempre pagamos a tiempo.

2.- Sobre las 164 plazas ya mencionadas, le informo que en agosto del 2001, decidí contratarlas con cargo al gobierno del estado, ante la necesidad imperiosa de abrir el HRU y la negativa del gobierno federal panista de crear dichas plazas. Acordé con el sindicato del sector que únicamente se pagaría el concepto salario base, y que conforme hubiera recursos disponibles se pagarían las prestaciones correspondientes.

En 2003, ya con recursos provenientes del Seguro Médico Popular, que significaban un incremento importante de los ingresos para el sector salud, y consciente de que dichos recursos serían crecientes a futuro, en septiembre de ese año extendí nombramientos por 6 meses a los ocupantes de las 164 plazas para que, de acuerdo con la normatividad vigente, al término de dicho nombramiento fueran basificados en automático, como efectivamente ocurrió. Ahora, los 164 son trabajadores de base de la Secretaría de Salud, con los mismos derechos y obligaciones que los demás miembros del sindicato y no están en situación irregular, como usted afirma, sino que les pregunten a ellos y al sindicato, que a partir de septiembre de 2003, recibió de dichos trabajadores la cuota sindical correspondiente.

El uno de noviembre de 1997, al iniciar mi gobierno, ya laboraban, desde hacía muchos años, 121 trabajadores, a quienes no se había basificado. Todos ellos fueron basificados durante mi gobierno, además de otros 20, que sumados a los 164 ya mencionados, dan un total de 305 trabajadores basificados durante mi gobierno en la Secretaría de Salud.

El gran crecimiento de la demanda de los servicios de salud generó la necesidad de más plazas, por ello se basificaron tantos trabajadores en la Secretaría de Salud durante mi sexenio, como no se había, ni se ha hecho, en ningún sexenio en la historia de Colima.

Quiero dejar muy claro que basifiqué a los 121 trabajadores que laboraban en la secretaría desde antes de mi gobierno y jamás hice un reclamo, critiqué o descalifiqué al gobierno del Licenciado Carlos de la Madrid, porque no estaban basificados dichos trabajadores o por ninguna otra causa, y muchos menos critiqué a quienes habían estado al frente de la Secretaría. No busqué excusas ni justificaciones para no hacer mi trabajo. Hice lo que tenía que hacer: cumplí mi responsabilidad. Allí están los hechos.

Cabe destacar que en la sesión de la Junta de Gobierno del Sector Salud, del 17 de diciembre de 2003, el Secretario de Salud, Christian Torres, en el punto 10 de la Orden del Día, informó para su aprobación por dicho órgano de gobierno, del otorgamiento de los nombramientos de base para los 164 trabajadores. El Punto fue acordado por unanimidad.

3. Sobre el Seguro Médico Popular, le informo lo siguiente, Señor Secretario: a finales del 2001, el gobierno federal nos invitó, junto con cuatro estados más, a ser los iniciadores del Seguro Médico Popular, e iniciarlo en dos municipios, Colima y Villa de Alvarez. Mi gobierno aceptó participar con la condición de que fuera en los 10 municipios, el gobierno federal me aclaró que no contaban con recursos para todos los municipios y les ofrecí afiliar las familias, pagando el gobierno estatal las cuotas correspondientes y dándoles el servicio médico a todos los afiliados, por cuenta del estado, aún sin el recurso federal. Afiliamos entonces a 65 mil familias, en 2002 y 2003.

Fue hasta el 2003 cuando empezamos a recibir recursos del Seguro Médico Popular, pero mi gobierno dio el servicio médico desde el 2002. ¿Cuál fue la estrategia implementada por el gobierno del estado? Se afiliaron 60 mil familias en la primera etapa, pagando el gobierno 240 pesos por cada familia, que significaron casi 15 millones de pesos, que, debo decirlo, no estaban presupuestados, aunque Ustedes ahora puedan decir que hubo desvío, pero entonces sabía muy bien que en 2003, el gobierno federal destinaría suficientes recursos para este programa. Fue una inversión en la gente y así, en el 2003, el gobierno federal destinó dos mil pesos por familia afiliada, lo que permitió recuperar lo invertido antes y que la Secretaría de Salud pudiera disponer de 100 millones para ese año, lo que nos permitió disponer de un parte de esos recursos para equipar el hospital civil de Manzanillo, que estaba en proceso de construcción, pagar las 164 plazas ya mencionadas, abrir farmacias del Seguro Médico Popular y cuidar que nunca faltaran las gasas en ninguna parte.

Terminamos el 2003 con 65 mil familias afiliadas en los 10 municipios y por ello, al iniciar 2004, ya en el gobierno de Gustavo Vázquez, el presidente Fox distinguió a Colima al declararlo Primer lugar en Seguro Médico Popular, por ser el único estado del país que atendía en ese momento a todos sus municipios. Además, haber afiliado a 65 mil familias durante mi gobierno, le permitió al gobierno de Gustavo Vázquez, en 2004, recibir más de 100 millones por concepto de Seguro Médico Popular.

En 2004, Gustavo Vázquez afilió cinco mil familias más y concluyó el año con 70 mil familias afiliadas, lo que le permitió recibir al gobierno, en 2005, 130 millones de pesos por este mismo concepto y 140 millones en el 2006.

El gobierno del Licenciado Silverio Cavazos, del que Usted forma parte, afilió 10 mil familias más en 2006, lo que significa que por concepto de Seguro Médico Popular, el gobierno estatal recibirá más de 150 millones del Seguro Médico Popular en 2007.

En resumen: mi gobierno afilió 65 mil familias, de las 80 mil que lo están en la actualidad y sólo recibió 100 millones por concepto de seguro médico popular y los últimos gobiernos, a partir de 2004, afiliaron “sólo” 15 mil familias y recibieron, de 2004 a la fecha, poco más de 500 millones de pesos provenientes del Seguro Médico Popular.

¡¡¡Y aun así no hay ni para gasas, Señor Secretario!!!

4. Como un agregado más, usted ha afirmado que lo que ha retrasado la inversión en infraestructura, es que mi gobierno no hizo las gestiones pertinentes y no elaboramos el Plan Maestro de Infraestructura Física en Salud. Al respecto, le señalo, Señor Secretario, que en el Plan Maestro de Infraestructura Física en Salud, impreso y publicado en diciembre de 2003 y que se encuentra disponible en la página web de la Secretaría de Salud del gobierno federal, se demuestra que en el año 2003 actualizamos nuestra propuesta de infraestructura para dicho Plan, como consta en el documento que se publica a continuación:

Como Usted podrá constatar, el hospital materno infantil que Usted presenta como propuesta suya, apareció desde el 2003 como parte de las propuestas hechas por mi gobierno. De la misma manera, solicitamos que se hiciera el estudio para la sustitución de la bomba de cobalto del Centro Estatal de Cancerología, así como dos equipos de hemodiálisis (riñón artificial) para el HRU. En Tecomán se proyectó la ampliación del hospital de ese municipio para que pasara de 33 a 45 camas, obra que ya se realizó e inauguró Gustavo Vázquez.

En el mismo documento que se anexa, se señala como obra en proceso el Hospital General de Manzanillo, ubicado en Salagua, obra que ya está terminada e inaugurada.

Este documento desmiente todo lo afirmado por Usted y demuestra, como le dije en la carta anterior, que sobre este asunto, Usted ha dicho solo falsedades, pero no por mala fe sino por ignorancia.

Le he publicado todos estos datos para que la sociedad vea cómo trabajan los gobierno priístas. No me anima otro afán más que la verdad sea conocida por todos.

A Propósito

Como he tenido que responder a los señalamientos hechos por el Secretario de Salud, he dejado pendientes algunos asuntos que comentaré mañana sábado, en el ánimo de escribir no dos, sino tres o cuatro veces por semana.

aproposito2004.blogspot.com

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