sábado, 17 de marzo de 2007

Bush y Calderón, Primer Round

La reunión de Felipe Calderón con George Bush no fue lo exitosa que se esperaba, pero con la experiencia foxista, tampoco fue tan desastrosa como lo fue la diplomacia foxista. La reunión cumplió con el protocolo conforme a la tradición bilateral, mediante la que se conoce en persona al presidente de México que va entrando y donde recibe el aval del gobierno yanqui, después de una elección tan cuestionada como la del propio Bush.

Felipe Calderón fue a Mérida en el marco de una intensa presión, de manera particular, de los grupos radicales, así como la de los problemas internos –narcotráfico e inseguridad- y las ejecuciones que corrieron en paralelo a dicha reunión, pues los días 13 y 14 de marzo, mientras ambos presidentes platicaban en Mérida acerca de cómo combatir al crimen organizado, hubo 32 ejecuciones. Han sido estos dos días, los más violentos en lo que va del año. La seguridad que protegió la reunión no fue la misma en Michoacán, Sonora, Sinaloa, Baja California y etcétera.

La izquierda esperaba más de esta reunión, pretendían que Calderón se legitimara con un lenguaje agresivo frente a Bush, pero Calderón nunca pensó legitimarse ante la izquierda, sabía muy bien que estaba reunido con el presidente de la nación más poderosa del mundo, un personaje inestable, de bajo coeficiente intelectual, alcohólico en abstinencia, y dispuesto a disparar a la menor provocación y más si hay petróleo de por medio.

Bush, más que traer, venía a llevar y a encontrar un interlocutor en América latina que le hiciera el equilibrio con Hugo Chávez, que lo persiguió durante toda su gira por América latina.

Sobre el tema de la migración, Bush dijo que trabajaría fuerte para lograr la reforma migratoria integral, pero de entrada, anticipó que no es partidario de una amnistía a indocumentados, que la gente de su país no la quiere y él tampoco, pero que estaba dispuesto a implementar un programa de empleo temporal y que si bien es cierto que no puede sacarlos a todos, tampoco puede dejar a todos los indocumentados.

Bush sabe que la reforma migratoria depende del congreso, donde ya no tiene mayoría, igual que Calderón, quien por su parte, defendió a los migrantes al hablar de sus familiares que viven en Estados Unidos.

Sobre el TLCAN, Bush dijo que renegociarlo sería un error, pero prometió un grupo de trabajo para ser más suave el impacto de la entrada de maíz y frijol a nuestro país, el próximo año. En este punto, Calderón no fue reclamante.

En el tema del narcotráfico y seguridad, Calderón dijo a Bush que México ya hizo y está haciendo su parte (operativos, extradiciones, etc) y que Estados Unidos debe contribuir disminuyendo el consumo. Bush reconoció que su país no ha hecho lo suficiente para disminuir el consumo. Este mea culpa de Bush no fue incluido en el comunicado conjunto y en cambio asumieron el compromiso conjunto de combatir el crimen organizado y la inseguridad, afectando las finanzas y el lavado de dinero del narcotráfico.

Por cierto, antier, la PGR decomisó 205 millones de dólares en efectivo, en una residencia en Lomas de Chapultepec, en la ciudad de México, y viene a ser el decomiso en efectivo más grande realizado en cualquier parte del mundo. Bien por la PGR y el gobierno federal, éste es un buen resultado, aunque ya hay quienes dicen que fueron la DEA y la CIA quienes a través de Bush le dieron el “pitazo” a Calderón, en Mérida. Nomás eso faltaba.

Sobre energía y petróleo, Calderón estuvo bien cuando afirmó que no hay intención ni proyecto de privatizar Pemex. Bien dicho. Por su parte, Bush declaró que el tema de la energía le pertenece a un México soberano, el Presidente Calderón tomará la mejor decisión para México. Bueno, lo importante para Bush es que se lo sigamos vendiendo tan barato como lo hacemos hoy, al precio convenido cuando Clinton nos prestó en 1995 y garantizamos su pago con petróleo y buen precio para ellos. Bush sabe que somos cumplidores.

O sea, que sobre el tema del TLCAN, Calderón estuvo pelele, no le reclamó nada. Sobre migración y narcotráfico estuvo “idóneo” y respecto del petróleo, fue mejor.

A Propósito

1. En diversas columnas periodísticas, se ha comentado el tema de una presunta reunión de un servidor con el diputado federal panista, Nabor Ochoa López. Algunos han dicho que fue una reunión en lo “oscurito”.

Conozco el origen de la especulación, Diario de Colima, en la columna de El Equipo se puso el tema, al comentar que a lo mejor, en la elección de 2009 y debido al trato que he recibido por parte de algunos priístas, podría optar, quizá, a contribuir al triunfo del PAN en ese año o, de plano, no participar en ese proceso. Como consta a quienes leen Diario de Colima, aclaré oportunamente ese comentario: soy y seguiré siendo priísta.

Eso dio para que algunos despistados y otros malosos, debido a la credibilidad que Diario de Colima les merece, tomaran esos comentarios como base para sus especulaciones y llegaron a afirmar como ciertas eventos que no han ocurrido, como mis presuntas reuniones con Nabor Ochoa.

Lo que me parece increíble es que periodistas de otros medios y aun de Diario de Colima, lo hayan dado por hecho y den rienda suelta a su imaginación. Los entiendo. Es la falta de temas y, sobre todo, de personajes importantes de quien ocuparse y de carecer de información fidedigna, lo que los obliga a recurrir a fuentes confiables como Diario de Colima, que con una hipótesis o interrogante, puso tema y dio base a las afirmaciones de otros periodistas y políticos, tanto priístas como panistas.

Coincidentemente, encontré antier a Nabor Ochoa, al abordar el vuelo México-Colima. Comentamos de manera festiva esos dichos y Nabor me dijo: “¿Cómo ve, Licenciado, que nos reunimos en lo oscurito? Y le contesté: estaba muy oscuro, Nabor, pues no nos vimos”. Será otra vez, pero tendrá que ser de día.

2. Al parecer, hay un error al considerar en el caso de la compra de las patrullas de Manzanillo, que los dueños de la Nissan son panistas. Tengo información plenamente confiable y verificada, de que los dueños de la Nissan no son panistas, ni priístas, ni perredistas, es más que no pertenecen a ningún partido político mexicano, pero tampoco son apolíticos, pues son miembros prominentes del Partido Liberal Japonés.

3. Mi amigo Arnoldo Vizcaíno comentó en su columna en Diario de Colima, que en una ocasión, cuando se discutía en el congreso local el asunto del HRU, Arnoldo le mandó un recado a su compañero de bancada y de cámara, Enrique Salazar, donde le advertía que más valía terminar la discusión, pues no fuera a ser que Fernando Moreno se decida a ponerle al hospital el nombre del Doctor Sam, por ser doctor.

Este comentario que Vizcaíno le hizo a Salazar Abaroa, lo supe ese mismo día, pues circuló en tono jocoso entre algunos diputados y por su parte, el doctor Sam me hizo llegar el papelito donde Arnoldo escribió su mensaje, minutos antes de que terminara la sesión del Congreso.

O sea, lo supe casi al mismo tiempo que lo leía Salazar Abaroa.

La verdad es que cuando leí esa ocurrencia de Arnoldo Vizcaíno, al recibir el papel que me envió el doctor Sam, reflexioné y decidí que el buen trabajo del entonces Procurador, sobre todo el de hacer de Colima el estado más seguro de la república, merecía que su nombre quedara permanentemente grabado en una edificio público y le impuse su nombre al auditorio del complejo de seguridad de la ciudad de Colima.

¡Quién se iba a imaginar, que Arnoldo Vizcaíno contribuyó en buena parte a ese reconocimiento y a que el auditorio se llame ahora “Doctor Antonio Sam López”.

4.-Sobre el doctor Sam López, a quien, al parecer, ahora lo extrañan muchos, y en recuerdo a este gran colaborador que tuve, me voy a permitir compartir con ustedes lo que me contó el doctor acerca de uno de los cinco secuestros que hubo durante mi sexenio.

Resulta que secuestraron en Armería a un señor de apellido Toscano, que iba rumbo a su huerta, acompañado únicamente de su chofer, cuando fueron detenidos en la brecha por unas personas que los obligaron a bajar de la camioneta, amarraron a un árbol al chofer y se llevaron al señor Toscano.

Al parecer, como pudo, el chofer se desamarró y acudió ante la autoridad ministerial a presentar la denuncia de los hechos, el secuestro del señor Toscano. El doctor Sam platicó que personalmente entrevistó al chofer y le dijo, al término del interrogatorio, que no se fuera, que se quedara un rato más, por si requería otra información.

Cuatro horas después del interrogatorio, el chofer recibió una llamada de su esposa, avisándole que su hijo no había llegado a su casa y el chofer solicitó al doctor Sam permiso para retirarse, el cual le fue negado. Tres horas más tarde, volvieron a llamar al chofer de su casa, con mayor preocupación porque ya estaba anocheciendo y su hijo no aparecía.

El chofer reiteró su petición de retirarse para ir a buscar a su hijo y el doctor Sam le volvió a negar el permiso para retirarse. Dos horas después, la esposa del chofer fue a la Procuraduría a ver por qué no dejaban salir a su marido, ante la urgencia familiar de la ausencia del hijo. La señora fue recibida por el Procurador en su oficina, con las siguientes palabras: “no se preocupe, señora, su hijo está bien. El que está perdido es el señor Toscano. En cuanto su marido me lo entregue, yo le entrego a su hijo”.

El doctor cumplió, le entregó su hijo a la señora, después de haber sido liberado el señor Toscano. El que siguió en la Procuraduría fue el esposo de la señora, o sea, el cómplice de los secuestradores, que también fueron atrapados. Eran otros tiempos y otros personajes.

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