martes, 23 de enero de 2007

El Pacto, para administrar, no para producir más

Se oficilalizó el error de enero (tortillas), como una continuación del fracaso de diciembre con los muy difundidos operativos policiacos para combatir a la delincuencia organizada. El asunto de la tortilla se manejó mal mediáticamente, pero era necesario que con este asunto, los operativos anticrimen pasaran a segundo plano y el tema de enero, el alza a los productos básicos -leche tortilla, carne y huevo- ya no lo puso el gobierno en los medios, sino que lo puso la gente de bajos ingresos, así como los sindicatos y los partidos políticos, que cuestionaron públicamente al presidente Calderón en sus giras y lo obligaron a responder a bote pronto, sin tener la solución adecuada para frenar el alza exorbitante en el precio de la tortilla, maíz y harina y ahora, para tapar el tema de tortilla, se le da vuelo mediático a la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos.

Calderón encabezó personalmente el inicio de los operativos anticrimen, que no tuvieron el éxito esperado y personalmente, también, encabezó el esfuerzo gubernamental para combatir la especulación, el acaparamiento de maíz y el aumento a la tortilla.

Convocó al Pacto para la estabilización del precio de la tortilla, que lo único que logró fue estabilizarlo a la alza, pues el precio de la tortilla no bajó, ni mucho menos regresó a su precio de noviembre, de seis pesos el kilo.

A través del pacto, se oficializó y reconoció el precio que conserva de 8.50 pesos por kilo, que representa un 40 por ciento de aumento; o sea, 2.50 pesos por kilo, frente a un salario mínimo que tuvo un incremento de 1.89 pesos diarios.

Ello quiere decir que el “presidente del empleo”, Felipe Calderón, inició su sexenio con un mísero incremento salarial, que al mes siguiente fue nulificado y rebasado con la compra de un solo kilo de tortillas. Así, el pacto benefició solo a quienes subieron el precio de la tortilla, que son una minoría frente a los millones de consumidores que tienen como base de su alimentación la tortilla.

El pacto convocado por Calderón fracasó, también, porque fue firmado con quienes encarecieron el producto, con los grandes empresarios que acaparan el maíz y que son los mismos que vendieron al extranjero, en el mes de octubre del año pasado, 500 mil toneladas de maíz blanco, que lo compraron barato y ganaron dinero al exportarlo y que ahora, ante la escasez provocada, se les autoriza la importación de 750 mil toneladas, con lo que también habrán de ganar en la compra al extranjero y en la venta en el país.

Curiosamente, vendieron el maíz a Sudáfrica y a ese país le vamos a comprar ahora el maíz. Por supuesto, más caro que al precio al que se les vendió.

El pacto fracasó porque sólo lo suscribieron los grandes acaparadores de maíz y productores de harina y los representantes de cinco mil vendedores de tortilla, de los 65 mil existentes en el país. O sea, una minoría de vendedores respetarán el pacto que firmaron porque ganarán 2.50 pesos por kilo de tortilla y la inmensa mayoría de vendedores que nos e comprometieron a nada, siguen vendiendo la tortilla a 10, 12 pesos el kilo y a 15 en la frontera.

Es lamentable que el presidente de la república encabece la firma de su primer pacto y que no lo respeten y aun los que firmaron el pacto afirman que sostendrán el precio de 8.50, solo hasta abril. O sea, calderón suscribió un pacto que vence en tres meses.

El pacto es un fracaso porque no atiende a resolver el problema de la escasa producción de maíz. O sea, no hay maíz suficiente para la dieta del mexicano. El pacto atiende únicamente el problema de la comercialización y no de la producción, que es lo que genera la escasez de maíz y propicia el ocultamiento del poco que existe. En consecuencia, cuando saquen el maíz que se ocultó al precio caro que se oficializó y se comercialice el que se va a importar como remedio temporal, el problema va a volver a existir, porque no se implementó un programa paralelo al pacto, que incremente la producción de maíz.

En conclusión: el pacto es para administrar lo que hay, no para producir más maíz.

A Propósito

1. Durante el primer mes del gobierno de Calderón, el INEGI reportó una pérdida de 134 mil empleos ¡sólo en diciembre! O sea, el presidente del empleo inició perdiendo empleos.

2. El presidente Calderón anunció en su primera gira por América latina que el compromiso de su administración es estar cerca con esa región del continente americano. A su regreso al país, criticó a los gobiernos de esos países por tener la intención de nacionalizar bienes y empresas y ofreció a los empresarios que se vean amenazados con esas políticas oficiales, que México es un lugar seguro para la inversión y que seremos, sin duda, la sexta economía mundial en el año 2050.

No se ve bien que critiquemos a los que nacionalizan o expropian el petróleo, la electricidad, etc., porque nosotros también lo hicimos: expropiamos el petróleo, nacionalizamos la industria eléctrica y así los conservamos y así queremos seguirlos conservando. ¿Por qué criticamos a otros países que quieren hacer, en su tiempo y circunstancia, lo que nosotros ya hicimos?

Por otra parte, esperar al 2050 para que las cosas mejoren, se me hace que es mucho tiempo, pero lo grave es que Calderón no tiene buenas noticias para el corto plazo, pues el uno de diciembre nos anunció la mejoría en el 2030 y en 50 días nos la pospuso 20 años más.

¡Ya empezamos a extrañar a Fox y sus cuentas alegres!

3. Se ha informado por las autoridades responsables de la cultura, que posiblemente se reubiquen las esculturas de La Palma de Sebastián y la Paloma, obra de Soriano.

Sobre la obra de Soriano (La Paloma), vale decir que cuando convinimos con el escultor que se hiciera una obra de esa naturaleza decidimos hacerla de un tamaño mayor que la ubicada a un costado de la macroplaza en Monterrey y le pedimos al maestro Soriano que nos hiciera un diseño del lugar donde sería colocada, pues nuestra intención fue ubicarla en la glorieta del DIF.

El maestro Soriano nos mostró el proyecto de cómo se vería ubicada en esa glorieta y comenté al entonces presidente municipal, Enrique Michel, la posibilidad de que autorizara que ahí fuera colocada y me expresó que, por su parte no tenía ningún inconveniente y lo veía con simpatía, pero cuando llegó Leoncio Morán a la presidencia municipal, se opuso a que fuera colocada La Paloma en ese lugar.

Por esa razón, decidí que fuera colocada en el complejo administrativo, de cara al libramiento Ejército Mexicano, nombre impuesto a dicha obra carretera en reconocimiento a los militares por su enorme apoyo durante los trabajos de reconstrucción y limpieza de Colima, tras el sismo del 21 de enero de 2003. Allí colocamos La Paloma y la placa con el reconocimiento al Ejército Mexicano.

Quedó claro que tal ubicación era provisional ante la negativa de Leoncio Morán para que fuera colocada en la glorieta del DIF.

Ahora, con un nuevo presiente municipal que no se opone al arte y la cultura, resulta factible reubicar La Paloma.

Por lo que respecta a La Palma de Sebastián, ubicada en medio del libramiento, se pensó ubicarla, originalmente, en la glorieta, frente al hospital universitario, donde finalmente se colocó la Figura Obscena de José Luis Cuevas.

Por razones técnicas decidimos ubicarla La Palma en el lugar que actualmente se encuentra, porque cuando decidimos solicitar a la CFE que nos hiciera el presupuesto de cuánto nos costaría mover los cables de alta tensión que pasan frente al hospital, nos informaron que el costo era de casi cinco millones de pesos, lo que era mayor que el costo de la propia escultura.

Por ello decidimos colocar La Palma en lugar que actualmente se encuentra. Hay quienes dicen que no se ve y que eso es una razón parea reubicarla, no obstante que a la mayoría de la gente le gusta dicha obra.

Ojalá las autoridades le encuentren la mejor solución para ello: o modifican el entorno actual donde se encuentra, es decir, quitar los árboles que impiden verla a plenitud y encienden la luz en la noche para que pueda verse, como se hizo cuando fue colocada en ese lugar, o la reubican en donde consideren que será mejor vista por todos.

Me queda claro que las obras que hace un gobernante son del pueblo y para el pueblo y la decisión de hacerlas es resultado del ejercicio de facultades y atribuciones de quien es electo para que legítimamente tome decisiones en nombre de sus representados que le dieron el voto mayoritario.

Si hubiéramos consultado, o preguntado, qué obras hacer y dónde hacerlas, quizá no habríamos alcanzado a hacer ninguna de las cientos de obras que hicimos durante mi gobierno.

En consecuencia, si las cambian de ubicación, si les cambian el nombre o las pintan de otro color o las mejoran, ya es responsabilidad de quien así lo decida hacer en el ámbito de sus atribuciones y responsabilidades.

Por lo tanto, las obras que hace un gobernante están sujetas al escrutinio público. Las que me correspondió hacer están pasando por esa etapa de valoración.

Ojalá que quienes ahora tienen la responsabilidad de hacer obras, tengan tiempo suficiente para hacer las propias y sobre todo, que sean muchas y bien hechas.

4. Qué bueno que extraditamos a los narcotraficantes ¡Así no corremos el riesgo de que se nos escapen!

aproposito2004.blogspot.com

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