viernes, 26 de enero de 2007

Calderón, Que Otros Hagan Su Trabajo

El gobierno del presidente Calderón dio a conocer la extradición de 14 delincuentes a Estados Unidos. Cuatro de ellos son importantes capos del narcotráfico, reclamados todos por las autoridades norteamericanas, que los recibieron con entusiasmo y reconociendo el espíritu de colaboración mexicana en la lucha contra el crimen organizado.

En lo personal estoy de acuerdo con la medida, aunque hubo a quienes no les gustó y la consideraron lesiva a la soberanía nacional, falta de respeto a la justicia mexicana, de subordinación a los norteamericanos y de ser demasiado obsequiosos ante cualquier solicitud gringa.

El gobierno mexicano hizo lo que podía hacer, pues no le quedaba de otra, más que extraditarlos.

Los narcotraficantes controlan la mayoría de las cárceles mexicanas y desde ahí continúan operando e instrumentando actividades delictivas, sin correr ningún riesgo físico y abatiendo costos en sus gastos de operación y desde luego, protegidos de la persecución policíaca y de las ejecuciones entre narcotraficantes.

Además, el crimen organizado ha penetrado gracias a sus recursos económicos a la mayoría de las instituciones policiacas mexicanas y tienen amenazados a un número importante de juzgadores, a quienes ofrecen plata o plomo.

En reciente entrevista concedida al diario español El País, Calderón declaró que teníamos un enorme riesgo por la presencia intolerante del crimen organizado y que las cifras ejecuciones estaban superando las alcanzadas por Colombia. O sea, reconociendo que durante el gobierno panista de Fox, nos rebasó la delincuencia, perdimos el control de la seguridad pública, así como del territorio a manos del narco.

Calderón declaro que en el caso de Michoacán, los asesinatos con violencia vinculados al narcotráfico, se han reducido casi en un 40 por ciento, en comparación con los últimos seis meses (de gobierno foxista), recuperamos territorio y presencia cercana al población. O sea, el territorio lo tenían lo narcos.

Calderón declaró también al diario alemán Der Splieger, que la batalla contra el narcotráfico será larga, dicíl y costará mucho dinero y también muchas vidas. Al ser interrogado acerca de si no había el riesgo de soborno por parte del narco a los policías durante su gobierno, contestó: “naturalmente, no puedo garantizar que no, pero estamos controlando ese aspecto”. O sea, no confía en las policías mexicanas y reconoce la fuerza corruptora del narco.

De ahí las extradiciones, producidas ante el fracaso de los operativos contra el narco y al detener durante su realización a ningún capo importante, no obstante la gran fuerza desplegada, el gobierno opta por extraditar a los ya detenidos por otros gobiernos y como no logra capturar a los que andan libres, los amenazan con la extradición.

A su vez, el procurador general de la república, Eduardo Medina Mora, Secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Fox, justo cuando se perdió el territorio y el control sobre la seguridad a manos de los narcos y cuando aumentaron también las ejecuciones en Michoacán y varios estados más, declaró sobre las extradiciones: “estamos listos para enfrentar la reacción del narco ante las extradiciones”. Reconoce así que fracasaron en los operativos, pues no se habla de ninguna reacción del narco ante los operativos mismos, pues si hay reacción violenta será por las extradiciones, pero aún así, asegura, que el gobierno está preparado para enfrentar cualquier reacción.

O sea, estamos listos en actitud defensiva, por si reaccionan con molestia y violencia los narcos y además, el procurador agrega que el gobierno responderá con toda la fuerza ante la violencia que generen las organizaciones criminales. O sea, responderemos, si no, ahí lo dejamos por la paz. Todo depende de los narcos: si atacan, atacamos.

Además el procurador declara que la entrega de los narcotraficantes a los Estados Unidos no fue motivo de negociación, ni mucho menos de presiones de ese país. O sea, se los entregamos por la buena y por nuestra cuenta.

El procurador añadió que esa fue una decisión soberana, basada en diversas circunstancias, entre la cuales se buscó romper el liderazgo al interior de los cárteles y ayudar a la gobernabilidad en aquellos penales de máxima seguridad donde estaban detenidos. O sea, si no los agarramos en los operativos, los dividimos y les bajamos la moral y además, quitarles el control de las cárceles, control que le quitaron al gobierno.

Se confirma pues que nuestra debilidad es tal, que preferimos extraditarlos porque mientras los tengamos en nuestras cárceles ellos tendrán el control de las mismas y que no podemos controlar esos penales porque la corrupción os gana. Lo más normal sería implementar las medidas penitenciarias que tiene las cárceles gringas y que le permiten al gobierno de ese país mantener el control de sus cárceles, pero desgraciadamente aquí no se pueden implementar esas medidas, que allá sí funcionan, pero aquí no porque los celadores son mexicanos, no gringos,

Por lo anterior son explicables las extradiciones, pues si no tenemos la fuerza para controlar a los narcos ya presos, mucho menos para detener a los que andan sueltos. Si los narcos detenidos nos generan problemas de gobernabilidad al interior de los penales, es explicable que los narcos sueltos nos hayan arrebatado el control del territorio, de las calles.

Visto así el asunto, la extradición es, en pocas palabras, la debilidad y no frente a los gringos, sino frente al narco. No nos queda más que asustarlos de que si los agarramos los vamos a extraditar y de que si reaccionan violentamente los vamos atener que enfrentar, si no, no.

Así se va confirmando un estilo de gobernar muy propio, pero muy sincero: Calderón reconoce cuando no puede y formalizamos nuestra debilidad o fracaso gubernamental. Así, el pacto de la tortilla, oficializó el aumento y la incapacidad del gobierno para evitar la especulación y el alza de precio y dejamos que el problema lo resuelvan las fuerzas del mercado.

La extradición formaliza nuestra debilidad y la fuerza del narco y dejamos que los norteamericanos nos solucionen el problema de la gobernabilidad en nuestras cárceles y ante el fracaso de la disminución de los salarios de los funcionarios en un 10 por ciento, lo formalizamos con una iniciativa de ley para que sea le congreso de la unión el que los regule.

Total, todo se lo deja a otros para que se lo resuelvan.

¿A quién engañan?

El presidente Calderón, ante el fracaso del primer decreto que emitió después de asumir la presidencia de la república, el de austeridad, que se refiere a que los funcionarios del gobierno federal verían reducidos sus salarios en un 10 por ciento, saliros que en el gobierno panista de Fox se incrementaron notablemente. Ahora, el presidente envía una iniciativa de ley para que el congreso tenga la facultad de regular los salarios (él no pudo), tanto de los tres poderes de la federación, estados y municipios, así como de los organismos autónomos.

En clara alusión al gobierno panista anterior, Calderón dijo: “los sueldos de los servidores públicos no están regulados y llegan a establecerse para sí de manera alusiva”. Se trata de que ningún funcionario gane más sueldo que el presidente de la república y supongo que el propósito es bajar el sueldo de quienes ganen más que Calderón.

La reacción de los panistas que cobran en el gobierno fue rápida y expresaron que no se ocupa para eso una nueva ley, pues si se quiere que los funcionarios no ganen más que Calderón, no hay por qué bajarles el sueldo, que así los dejen y que le suban el sueldo a Calderón por encima de todos los demás y así todos contentos.

A Calderón se le olvida que a los mexicanos poco nos importa cuánto ganan el presidente y sus colaboradores, lo importante es saber si desquitan lo que ganan y, lo más importante, cuánto es lo que ganan los mexicanos y si lo que ganan les alcanza para la canasta básica y que los aumentos que reciban no sean del 3.9 por ciento o de 1.89 pesos diarios, que con el aumento de la tortilla y de la leche quedaron rebasados.

Calderón actúa mediáticamente, pero la gente ya no cree. ¿A quién engañan haciendo creer que Agustín Carstens, secretario de Hacienda, gana 155 mil pesos mensuales? Debemos recordar que antes de ser el titular de Hacienda, se desempeñaba como el número dos en el Fondo Monetario Internacional, FMI, donde percibía ingresos superiores a los 400 mil dólares anuales, que son cerca de cuatro millones y medio de pesos al año, libres de impuestos. Antes recibía 33 mil dólares mensuales, aproximadamente y ahora, como secretario de Hacienda ganará apenas cerca de 14 mil dólares, quiere decir que está dejando de percibir, por amor a México, cerca de 19 mil dólares mensuales.

¿A quién engañan? Así va a bajar de peso rapidito, aunque con las medidas tomadas, lo que está bajando rapidito es el peso de los mexicanos y no el del secretario de Hacienda.

A Propósito

1. Declaró el Presidente Calderón ante empresarios, que la imagen de México debe cambiar, no debemos seguir aceptando, dijo, la imagen del mexicano agachado y comiendo tortillas. Calderón ya cumplió la mitad de su propósito: el mexicano ya no está agachado comiendo tortillas, ahora nomás está agachado llorando porque ya no tiene para comprar las tortillas. Le falta a Calderón cumplir la otra mitad: que el mexicano deje de estar agachado.

¡A ver qué hace cuando eso suceda y se levante el mexicano!

2. Toñito Morales, Procurador de la defensa del Consumidor, acreditó en cadena nacional su insensibilidad y su total desconocimiento de la realidad del país que creen que gobiernan. Toñito asistió el martes de esta semana al noticiero de López Dóriga a tratar de explicar el asunto de al vigilancia de los precios, y a pregunta del entrevistador de qué estaba haciendo la PROFECO para defender a los consumidores de tortilla, Toñito respondió: ponemos a su disposición dos estrategias importantes: una, telefónica y ponemos a su disposición el 01800414141 y otra, muy importante, nuestra página de internet, para que los consumidores de tortilla puedan consultar los 320 mil puntos de venta y, además, ver dónde están más baratas las tortillas.

O sea, que Toñito cree que los pobres de este país tienen teléfono para hacer llamadas y, lo más grave, cree que los pobres consumidores de tortilla tienen computadora e internet para poder hacer las consultas y, por si fuera poco, reconoce al ofrecer estos servicios, que el precio de la tortilla sigue siendo diferenciado en todo el país, además desconoce los límites de la pobreza de los mexicanos, al suponer que éstos cuentan con teléfono o computadora e internet, pero eso ya no es problema de Toñito, sino de los pobres: él ya cumplió al poner a su disposición los teléfonos y la dirección electrónica. En todo caso, el problema no será la falta de regulación de la PROFECO, sino la falta de interne ty computadora en la mayoría de los hogares de este país.

3. El diario La Crónica dio a conocer el lunes 22 un programa del PRD en contra del PAN, denominado “Táctica Política 2007” y que fue aprobado en la pasada reunión de la fracción perredista en el senado, celebrada en Yucatán y cuya base es la frase: “panistas asesinos”, en clara alusión a los crímenes entre panistas que se han dado en Atizapán de Zaragoza y Acapulco, todo encaminado a las 14 elecciones que hay en el 2007.

4. Acerca de la entrevista a Doña Griselda Alvarez, realizada por Patricia Sánchez Espinoza, debo decir lo siguiente: en primer término, es un éxito que Diario de Colima haya conseguido esa entrevista. Segundo, la periodista fue inteligente y generosa con la exgobernadora. Tercero, Doña Griselda Alvarez reconoció que cometió un error al haber apoyado a López Obrador, lo cual acredita que su inteligencia es superior a su persistencia en el error. Cuarto, generosamente, la entrevistadora le dio oportunidad de ratificar su larga trayectoria priísta, no aprovechó esta oportunidad o no quiso ratificarla, solo ella sabe, pero con ello, dejó muy claro que el problema no era Madrazo, al afirmar que en este momento no milita en ningún partido. Quinto, no obstante lo anterior, los colimenses debemos valorar y reconocer a la maestra Griselda Alvarez no únicamente su inteligencia como persona, sino su excelente desempeño como gobernadora y ahí es donde se le debe homenajear y reconocer aquí en Colima, lo que hizo en su función de gobernadora del estado y no lo que haya hecho en las otras etapas de su larga vida.

aproposito2004.blogspot.com

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