martes, 8 de agosto de 2006

AMLO, ganador mediático, su apuesta sigue igual

Al hacer el análisis del proceso electoral federal reciente, algunos pueden pensar que simpatizo con López Obrador y con su propuesta de recontar voto por voto. No es así. Mi análisis es objetivo y puedo estar equivocado, pero en ningún momento simpaticé con la propuesta de López Obrador, ni con su estrategia electoral.

Hace meses escribí sobre AMLO y el tema del desafuero, una serie de artículos donde expresaba claramente mi rechazo a que ganara las elecciones del 2006, pero siempre ponderé, y lo sigo haciendo, que AMLO tiene una estrategia definida y el PAN, así como el gobierno de Fox, nunca estuvieron, ni están, a su altura para confrontarlo de manera efectiva y siempre sus decisiones van encaminadas a presentarlo como una víctima.

La historia se repite. AMLO, al igual que respecto del desafuero, y como lo hizo durante seis años, sigue poniendo el tema de la agenda política y el panismo rezagado en su respuesta, esperando siempre que otros poderes y actores políticos entren en su apoyo y a la confrontación directa con AMLO. Así lo hizo la Corte, el Congreso de la Unión, el PRI, la sociedad civil organizada por la inseguridad prevaleciente en el DF, la Iglesia, el IFE, el Consejo Coordinador Empresarial y ahora el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, mejor conocido como el TRIFE.

Tal parece que la estrategia instrumentada por el PAN y el gobierno federal para vencer a AMLO es que otros hagan la tarea que a ellos corresponde en su mayor parte. En esta última etapa de la calificación electoral, la pretensión de AMLO es una locura, porque exigía que el TRIFE resolviera que se contaran los votos de todas las casillas y que, además, ese recuento, para aceptarlo, debía favorecerle. Lo cual es una locura…pero con método.

AMLO se hizo llamar durante el proceso electoral “el indestructible” y lo acreditó en lo hechos: su pérdida de fuerza no se debe a lo hecho por sus adversarios, si a lo hecho por él mismo. En esta parte del proceso se acredita que es autodestructible. Nadie lo vence mejor que él mismo. O sea, el mérito no es de los panistas, sino del propio AMLO.

La resolución del TRIFE, aunque no lo acepta AMLO es un triunfo parcial de su resistencia pacífica. Que su estrategia de lucha le impida reconocerlo, es, precisamente parte de su estrategia.

AMLO, repito, sigue poniendo el tema. Conserva las notas de ocho columnas de los medios nacionales, escritos o electrónicos, a favor o en contra, pero ahí está, mientras Felipe Calderón, presunto ganador de la elección, tiene menores espacios mediáticos y ningún liderazgo formal y serio lo cobija. Ni siquiera los santones de su partido, como Diego, Barrio, Creel, Rufo, Medina Plascencia, etc, etc. Sólo la desconocida chiquillada panista lo arropa y lo protege con declaraciones y acciones que de inmediato dan marcha atrás, porque son producto del bote pronto o de la inexperiencia en la confrontación con un personaje como AMLO.

AMLO ha sido criticado por muchos, incluyendo a algunos de sus simpatizantes, por el megaplantón del Zócalo a Reforma, por haber tomado las calles y la ciudad. Se les olvida a sus críticos que ésta ha sido la táctica de AMLO desde hace muchos años: mantener la ciudad secuestrada e inmovilizada para lograr sus fines, aunque éstos sean ajenos al DF, como el caso de la elección en Tabasco, en 1994.

AMLO no va a reconocer que la resolución del TRIFE es un triunfo que le corresponde, porque si lo hiciera, correría el riesgo de tener que conformarse con eso. El conteo voto por voto no es su objetivo, es su estrategia. El objetivo es que el conteo le favorezca o que no se haga total, para mantener vigente su lucha y más que eso, mantener vigente la confrontación, que es el escenario donde mejor se desenvuelve y donde vence con suma facilidad a sus adversarios, sobre todo en el manejo mediático de su estrategia (de medios) y en la cual el hilo conductor que subyace es el miedo, por eso su estrategia es mediática y Miédiatica.

AMLO se dice víctima del TRIFE y de la falta de miras de los magistrados, para poner siempre su recurrente tonadilla del complot, como parte vital de su estrategia. Pero la resolución favorece su causa porque es producto de sus acciones de resistencia, porque sino hubiera bloqueado la ciudad de México, no habría habido recuento parcial. Las movilizaciones impidieron el desafuero y en este caso, generaron el recuento. Con esto no lo ponen en paz, ni se conforma. Le alimentan su lucha y el TRIFE, dentro de la ley, busca espacios para atender la estrategia de AMLO.

No es una cosa menor que se vayan a recontar votos en 149 distritos electorales federales, de los 300 existentes; o sea, se van a contar votos en casi el 50 por ciento de los distritos. Se ha determinado también que se abran las urnas en 11 mil 839 casillas, es decir, el 9.07 por ciento del las 130 mil 477 instaladas el dos de julio, ubicadas en 26 entidades de la república, en las 16 donde ganó Calderón y en 10 de las 16 ganadas por AMLO.

No es cosa menor, tampoco, el número de casillas, pues es una muestra suficiente y representativa para determinar si hubo o no irregularidades graves en la mayoría de las casillas que puedan cambiar el resultado de los cómputos distritales y a la vez, si es posible o no, determinar con este porcentaje si el restante 90.93 por ciento debería o no ser abierto, para revertir el resultado dado por el IFE.

Porque imagine usted que el TRIFE, que ya dio este paso, encuentre que con el 9.07 por ciento, se modifica sustantivamente la tendencia de los resultados y se vea obligado a ampliar la muestra para volver a la tendencia original y que de todos modos gane Calderón o para que el cambio de tendencia beneficie a AMLO. ¿Qué haría el PAN si con este porcentaje recontado la tendencia les es adversa? ¿Pedirían el aumento de la muestra o hasta el recuento total?

Esta resolución no es menor porque implica que el TRIFE le diga al IFE que cuando menos, en el 9.07 por ciento, su trajo fue notoriamente ineficiente. La prueba es la siguiente: En el caso de Jalisco, se van recontar votos en dos mil 705 paquetes, de 17 de los 19 distritos electorales federales. En el distrito tres de Tepatitlán, se van a recontar 246 paquetes. El IFE, en cambio, sólo había autorizado el recuento en dos de ellos. Ahora será en el 56 por ciento de los paquetes de ese distrito. En el caso del distrito cinco de San Luis Potosí, el recuento será en 253 casillas, es decir, el 58 por ciento del total. El IFE, no autorizó abrir ningún paquete en este distrito.

Además, en Jalisco, se van a abrir dos mil 705 casillas, de las 8 mil 91 instaladas, lo que representa el 35 por ciento. Y es el estado que le dio a Calderón más del 10 por ceinto del total de los sufragios que obtuvo en le país y una diferencia sobre AMLO cercana al millón de votos.

Entonces, por eso queda clara la estrategia de AMLO: sólo va reconocer lo que le favorezca y para ello cuenta, favor y en contra, con los medios, con el miedo, con el enfado y el enojo de las clases medias y altas del Distrito Federal, que acabarán exigiéndole al gobierno de FOX que intervenga y entonces habrá funcionad mejor la estrategia de López Obrador, porque con la ya probada ineficacia del gobierno federal, la probabilidad de la violencia indiscriminada en las calles es muy alta. Ejemplos: los mineros de Michoacán, Atenco y Tláhuac., sólo por mencionar a algunos.

Quines crean que las movilizaciones van a ir perdiendo fuerza, se equivocan. AMLO obtuvo en el DF dos millones 800 mil votos y dos millones 500 mil en el Estado de México; o seas, cónico millones 300 mil votos, únicamente en la zona conurbada DF-EDOMEX. Más de cinco millones de votos en la zona pavimentada, no en la sierra. Los pueden movilizar casi sin costo.

Esto no es lo que asusta sino el cierre de los aeropuertos, de las carreteras y de la ciudad de México. Porque AMLO sabe que con 20 mil personas aísla y cierra la ciudad de México. Un contingente de cuatro mil en la entrada de la carretera a Querétaro, otro tanto en la entrada de la de Puebla, otro más en la Cuernavaca, otro más en Indios Verdes, (acceso a Hidalgo) y el último en la carretera Toluca.

Con 20 mil personas que AMLO tiene ya en la nómina y que estos tienen la seguridad de que permanecerán seis años más, a cambio de, pacíficamente, sentarse en las carreteras ya mencionadas durante algunos días y provocar el enojo y la violencia de miles de conductores y pasajeros que verán impedido el ejercicio de su libertad de tránsito, en este caso, subordinada a la libertad de manifestación y de expresión de los manifestantes que siguen una estrategia de provocar no únicamente al gobierno, sino, principalmente a los ciudadanos, quienes reclamarán el uso de la fuerza para garantizar que las libertades de unos no impidan el ejercicio de las de otros.

Esta es la estrategia de AMLO: echar a unos contra otros y a los ciudadanos contra el gobierno para exigirle que reprima a los simpatizantes de AMLO, a los manifestantes, a los cierra calles. Esta es una estrategia perversa pero efectiva. Indeseable pero inevitable cuando hay un gobierno ineficaz que baila al son tabasqueño que le tocan.

Reitero: es una locura lo que hace AMLO y más porque lo hace con método. Por eso es preocupante que algunos priístas se vayan con la finta del conteo de votos como un acto democrático y no sean capaces de advertir la perversa estrategia de AMLO, que no es el reconteo, sino que las cosas se hagan como él dice, como a él le convienen.

Ahora AMLO le dice al TRIFE que de ellos depende la gobernabilidad y la paz social en este país; o sea, los responsabiliza de todo lo que suceda, provocado por él. Es como el caso del secuestrador que responsabiliza a los familiares de su víctima de haberle cortado algún miembro o de haberla matado, por no haber accedido a sus exigencias.

Por lo anterior, queda claro que no simpatizo con AMLO y mucho menos porque es evidente su estrategia. Si aquí en Colima, algunos priístas marchan con los perredistas o a quienes los coordinan los llevan al partido, del que alguna vez fueron miembros y traicionaron, es otros asunto. Me pregunto si estos priístas son ingenuos o juegan juntos.

Allá ellos. Aunque lo de la poda en el PRI podrían entenderse mejor a la luz de estos hechos y declaraciones. Estoy de acuerdo: se necesita una poda para sacar a quienes le pusieron una joda al PRI. Y sobre todo, que se castigue a los traidores, a los que impulsaron el voto diferenciado.

A mí me queda claro y no me confundo: el que algunos priístas se junten con traidores al PRI no es por el conteo voto por voto. Ni por una causa democrática. Son otras razones por las que se ayuntan.

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