viernes, 1 de abril de 2011

ATAQUES AL EJERCITO, LA RENUNCIA

Lo mismo que hizo el embajador Carlos Pascual de emitir sus puntos de vista críticos sobre México, lo han hecho los anteriores embajadores.

Está claro que los embajadores son representantes de sus gobiernos y no voceros a modo del país en el que están acreditados, el problema no son tanto los mensajes, sino que éstos se han hecho públicos y no los hizo públicos el embajador Pascual, sino que fueron filtrados a WikiLeaks, donde se les dio amplia difusión y no únicamente a los correspondientes a nuestro país, sino los de muchos otros países.

TRONO CALDERON

1.- El pasado 3 de marzo, en entrevista concedida por Felipe Calderón a The Washington Post, publicada horas antes de su encuentro con el presidente Barack Obama, tronó contra el embajador Carlos Pascual, al adelantar en público lo que acaso habría debido mantener en los canales institucionales: ante la pregunta de si aún le tenía confianza al diplomático reviró: “Ese es un asunto que tal vez platicaré con el presidente Obama”.

No tuvo margen para plantearle a Obama su disgusto con el embajador –el cual estuvo presente en la reunión, un día después, pues el Departamento de Estado atajó las especulaciones: “Le dijimos (a Calderón) que Pascual es nuestro embajador, y eso fue todo”.

Entre la información enviada por Pascual destaca:

2.- El 9 de marzo, La Jornada desplegó apreciaciones formuladas por Pascual sobre el procurador Arturo Chávez quien, a decir del diplomático, carecía de altura para el cargo, estaba lastrado por un bagaje considerable en materia de derechos humanos y su designación resultaba políticamente inexplicable. Destacó, en un informe confidencial redactado el 15 de septiembre de 2009, la posibilidad de que se hubiera decidido mantener la postulación de Chávez Chávez, pese a todo, por la lealtad de éste al partido gobernante.

Ahora le dan la razón a Pascual, el día de ayer el presidente Calderón aceptó la renuncia (se la pidió) al Procurador General de la República Arturo Chávez Chávez, ya lo había dicho Pascual en uno de sus cables, su designación resultaba políticamente inexplicable.

3.- En otro cable dedicado a evaluar el desempeño de Eduardo Medina Mora –antecesor del chihuahuense en el cargo–. Dice también que Medina Mora a menudo tenía desacuerdos con Calderón porque no promovía la línea del PAN. Medina Mora se fue de embajador a Londres, no estaba equivocado Pascual.

4.- La Jornada divulgó, el 15 de marzo, un paquete informativo que puso al descubierto el protagonismo de Carlos Pascual en la definición, planeación y aplicación de las medidas de seguridad puestas en práctica en Ciudad Juárez, particularmente en la decisión de retirar al Ejército de esa localidad y de remplazarlo por la Policía Federal (PF).

El cambio de estrategia, escribió Pascual, fue resultado de nuestra insistencia en que el meollo para una solución de largo plazo a la inseguridad es la profesionalización de la policía y de las instituciones judiciales.

Meses antes, Pascual había dado cuenta de los llamados de auxilio formulados al gobierno de Estados Unidos por un puñado de funcionarios mexicanos percibían que a la administración calderonista se le agotaba el tiempo y se jugaba su reputación en la pacificación de Ciudad Juárez, Tijuana y Culiacán.

El ex cónsul estadunidense en Ciudad Juárez Raymond Mc Grath había diagnosticado que el despliegue militar ordenado por Calderón en la ciudad fronteriza generó la percepción generalizada de que “el Ejército se siente cómodo dejando que los cárteles de Sinaloa y Juárez hagan la guerra entre ellos. Existe la teoría de que a los militares les gustaría ver que gane el de Sinaloa”.

Esto desde luego molestó a Calderón porque parece como que el embajador norteamericano diseñaba la estrategia de seguridad en Ciudad Juárez y a la vez, recomendaba sacar al ejército de esa ciudad y lo más grave: consideraba que el ejército prefería que en Ciudad Juárez ganara la gente del “Chapo”, y si a eso le agregamos que el “Chapo” se escapó de la cárcel con un gobierno panista y que se ha dicho, sin pruebas desde luego, que a ese cártel se le protege.

5.- 10 de diciembre de 2009 (cable 09MEXICO3468), el embajador Carlos Pascual conoció de primera mano detalles de la transferencia de mandos que hasta ahora no se sabían. Por ejemplo, en ese despacho adelantó que las unidades de la PF que serían enviadas a Juárez –mil 800 en principio– iban a ser las mismas fuerzas antimotines que tomaron en octubre de 2009 las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro en el Distrito Federal.

Estados Unidos conoció, paso a paso, cómo se gestó el proceso a puertas cerradas en Los Pinos. Un cable diplomático (09MEXICO3468) adelantó el 10 de diciembre de 2009 a Washington que el presidente Felipe Calderón estaba ya por tomar una decisión, en cualquier momento esta semana, para asignar a la SSP como principal autoridad de seguridad pública en Ciudad Juárez y regresar a los militares de la Sedena a un papel más tradicional, de apoyo.

Carlos Pascual, el 25 de enero, en Washington, anunció que sería la PF, y ya no las fuerzas armadas, la máxima autoridad en la lucha contra los cárteles de la droga en la ciudad fronteriza.

El primero de abril de 2010 la Secretaría de Seguridad Pública desplegó 4 mil 500 policías federales en Ciudad Juárez y replegó hacia otros municipios de Chihuahua y a retenes carreteros a las tropas del Ejército que habían llevado el peso del combate al narcotráfico los dos años anteriores.

Todo ello no obstante, que el General Secretario Guillermo Galván Galván, el 8 de abril declaró que para combatir a la delincuencia organizada el Ejército permanecerá en las calles entre cinco y 10 años más, salvo orden expresa del Presidente o la aprobación de un decreto del Congreso de la Unión.

La embajada de México había enviado a Washington una serie de cables, algunos secretos, externando demoledora opiniones sobre la incapacidad de los militares mexicanos para tener resultados contra el narco y detallando el involucramiento de funcionarios de la sede diplomática en la toma de decisiones.

El retirarlos de Ciudad Juárez en su papel principal, tomó de sorpresa a la Sedena y se acreditó que la embajada norteamericana lo sabía antes, no obstante el roll principal que el ejército juega en esta guerra.

La embajada de México había enviado a Washington una serie de cables, algunos secretos, externando demoledoras opiniones sobre la incapacidad de los militares mexicanos para obtener resultados contra el narco y detallando el involucramiento de funcionarios de la sede diplomática en la toma de decisiones del gobierno mexicano.

Juárez fue elegida como laboratorio para probar el despliegue de policías federales en lugar de militares.

Al sacar a los militares de la primera línea de ataque a los cárteles de la droga, Estados Unidos asumía que la confianza que desde el principio del sexenio había depositado Calderón en el Ejército, no había funcionado.

Según el cable 09CIUDADJUAREZ22, suscrito por el cónsul Raymond Mc Grath. Fechado el 23 de enero de 2009, opina sobre el Operativo Conjunto, en el que los militares “muy rara vez se meten con los cárteles o las pandillas”.

Bajo directriz estadunidense, se cambió la estrategia en Ciudad Juárez y se dio el mando a la SSP a principios de 2010. El plan no resultó, la violencia se incrementó en esa ciudad y el número de muertos aumentó considerablemente.

Pascual parecía muy entusiasmado con la idea de entregarle las riendas a García Luna. Entre diciembre de 2009 y febrero de 2010, envió a Washington al menos nueve cables sobre el mismo tema, siguiendo paso a paso su desarrollo.

El embajador Pascual afirmaba: “El énfasis que mantuvimos en señalar que el Ejército no es el instrumento indicado para combatir a las organizaciones del crimen organizado fue un factor que influyó para que el gobierno mexicano tomara esta decisión”. (La Jornada 15/03/2011)

Las criticas permanentes de Pascual al ejército mexicano, llenaron el vaso cuando afirmó que la embajada norteamericana entregó información al ejército sobre la ubicación de Arturo Beltrán Leyva y los soldados habían mostrado “aversión al riesgo” y entregaron dicha información a la Secretaria de Marina, que actuó de inmediato y ejecutó un operativo en el Estado de Morelos, que terminó con la muerte de dicho capo.

6.- El 17 de marzo fueron divulgados los puntos de vista transmitidos por la sede diplomática en torno al panorama de las telecomunicaciones y de las empresas monopólicas en México, del empeño calderonista por limitar la presencia de Telmex y sobre el poder fáctico que ejercen Televisa y Tv Azteca sobre los poderes Ejecutivo y Judicial. O sea, que Calderón va contra Carlos Slim.

Esa información del conflicto Slim y las televisoras resulto cierta, la guerra entre ellos es pública y a diario.

7.- El sábado 19 por la tarde, el Departamento de Estado anunció, con pesar, la renuncia del embajador. Tras elogiar el desempeño del diplomático, Washington informó que éste permanecería en México para organizar una transición ordenada. Según el porta Voz Mark Toner fue una decisión de carácter personal de Pascual, para no distraer o entorpecer la relación estratégica con México y agregó: “Que Carlos Pascual ha contado con el apoyo siempre de la secretaria Hilary Clinton y el presidente Obama y que el embajador los convenció sobre las dificultades que tendría para seguir funcionando con un interlocutor útil ante el gobierno de México”.

La secretaria Hilary Clinton dedicó amplio espacio a valorar y aplaudir la gestión de Pascual, sus palabras son puntuales:

“Durante el pasado año y medio, el embajador Pascual ha sido arquitecto y abogado de la relación EU-México, promoviendo con efectividad las políticas de Estados Unidos en nombre del Presidente y de este gobierno”.

“Ha colaborado sin descanso con sus contrapartes mexicanas para poner los cimientos de un mercado trasfronterizo de energía renovable, abrir negociaciones sobre el manejo de las reservas de petróleo y gas que abarcan territorio mexicano y estadounidense”.

“Construir una nueva estrategia fronteriza para fomentar el comercio y detener tráficos ilícitos. Carlos ha comprometido también a empresas estadounidenses y mexicanas en construir mercados que han ayudado a hacer de México el destino número dos de las exportaciones de EU”.

“El embajador Pascual ha trabajado con el gobierno mexicano para integrar los derechos humanos en nuestras respectivas políticas y compromisos”.

“También ha coadyuvado a realizar las conexiones humanas y culturales que apuntalan la amistad entre el pueblo de México y el de Estados Unidos”.

“Carlos colaboró con sus contrapartes en ir más allá del enfoque original de la Iniciativa Mérida, de desmantelar a los cárteles al de construir instituciones para el imperio de la Ley en México y comprometer a la sociedad civil mexicana en procurar su seguridad. Estos vínculos, cultivados y fortalecidos durante su gestión, servirán a ambas naciones durante décadas”.

“Dentro del gobierno estadounidense, Carlos adoptó un enfoque integral, de todo el gobierno, para atender una de nuestras relaciones bilaterales más importantes, ganando el respeto y colaboración de nuestro servicio exterior, nuestras fuerzas armadas y nuestras agencias encargadas de aplicar la ley”.

“El presidente y yo estamos particularmente agradecidos por sus esfuerzos por sostener el ánimo y la seguridad del personal estadounidense a raíz de las trágicas balaceras en las que murieron cuatro personas de nuestra familia ampliada el año pasado en México”. (Mural 23/marzo/2011)

El gobierno de Obama le dio gusto a Calderón, renunció a Pascual, pero sin duda, lo que más pesó en el ánimo de Calderón para pedir su renuncia fueron las críticas al ejército. Así, Calderón perdió ante Obama, pero quedó bien con el ejército.

ESTA FRUSTADO

8.- Obama se la cobró pronto al presidente Calderón, Barak Obama, advirtió que el mandatario mexicano, Felipe Calderón, tiene una justa frustración por el fortalecimiento de los cárteles de las drogas, y por ello ha reclamado mayor participación en la lucha contra el crimen organizado.

Al referirse a las recientes críticas del presidente Calderón Hinojosa a una supuesta falta de colaboración de Washington en el combate a la delincuencia organizada. (El Universal 23/marzo/2011)

9.- El embajador Pascual se va pero se queda. Su renuncia o despido no surtirá efectos inmediatos.

La Secretaria Clinton, dijo haber pedido a Carlos permanecer en su puesto hasta que sea acreditado quien lo reemplace, para asegurar una “tersa transición”, puede significar un lapso largo, de meses quizá.

Nada de lo que informó el embajador Pascual desaparecerá con su renuncia. Ni dejarán de transmitirse a Washington, ni dejará de haber filtraciones de esos y otros documentos, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, seguirán haciendo lo suyo.

La publicidad de la renuncia del embajador le ha dado todavía más publicidad a los cables del diplomático filtrados a WikiLeaks y difundidos por los medios.

El embajador Pascual dijo que Calderón estaba abrumado y que los aspirantes del PAN a la presidencia eran muy grises y débiles, con su renuncia no cambiaran de color y menos se volverán fuertes.

El departamento de estado declaró que el gobierno de Estados Unidos continuara pidiendo a su embajada en México “evaluaciones francas”

Vicente Fox, consideró que los informes del exembajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, sobre los problemas que enfrenta México en la guerra contra el narcotráfico “no están muy lejos de la verdad”, a juzgar por los problemas de violencia, y consideró como “equivocada” la decisión del mandatario Felipe Calderón, de sacar al Ejército a las calles para combatir a los cárteles de la droga. (Diario de Colima 24/marzo/2011)

A propósito…

1.- Encapuchados intentaron secuestrar a un niño en el Tívolil. ¿Habrá chelódromos infantiles?

Mañana sábado otro tema

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