miércoles, 2 de junio de 2010

Respuesta a Silverio, Segunda Parte

Noveno, Silverio dice: “No es bueno hacer comparaciones yo puedo decir que mientras a él le cerraron las puertas para entrar a Palacio, a mi me las abrieron”.

Se refiere a que las madres de la libertad se plantaron durante un tiempo afuera de palacio de gobierno, pero nunca me cerraron las puertas y entré cuando tenía que entrar; luego entonces, Silverio miente.

Décimo, Silverio dice: “La contienda en la que participó Moreno Peña el resultado fue muy cuestionada, mientras que en la suya fue contundente porque obtuvo más del 50 por ciento de los sufragios emitidos en esa ocasión”.

Efectivamente, en 1977 el PRI perdió por primera vez la cámara de Diputados, perdimos Querétaro, y Nuevo León por primera vez. Era el ascenso del panismo, tres años después, nos ganaron la presidencia de la República y aún así gané por ocho mil votos, que es una cantidad igual a la diferencia con que ganó Silverio por 8 mil votos y llego a más del 50% de votos, porque sólo eran dos candidatos, pero el número de votos con que ganó fue similar al mío, no obstante que tenía a su favor el dolor por la muerte de Gustavo y que todos, incluyéndome yo, nos sumamos a su campaña; en cambio, en la mía no se sumaron todos los priistas, como ya lo han reconocido ellos mismos.

Además, yo goberné sin mayoría en la Cámara y no endeude al estado y el tema es el de la deuda, cómo quedaron las finanzas al término de cada administración, si él quiere comparar, de 350 millones, a casi 3 mil millones de pesos.

Décimo Primero, Silverio dice: “Y al terminar sus respectivas administraciones, Fernando Moreno fue muy criticado por su participación en la campaña y la anulación de la elección como consecuencia”.

Efectivamente, fui muy criticado por mi participación en la campaña de Gustavo y en la anulación de la elección, pero dos veces ganó Gustavo con mi respaldo y para mí no es una carga política que hasta Silverio reconozca que fui criticado por haber hecho ganar al PRI dos veces, pero ni siquiera Silverio dice que fui criticado por haber endeudado al gobierno estatal.

Puntualizo: me acusaron de apoyar al PRI, no de saquear las finanzas del estado o de malbaratar los bienes públicos o vender la plaza a la delincuencia, o de enriquecimiento inexplicable.

Décimo segundo, Silverio dice: “Les preguntaría a esos que están muele y muele con ese asunto, si están dispuestos a comparecer. Tengo una casa que según ellos vale más del valor que en realidad tiene, pero bueno, si comparamos mi casa con la de Fernando Moreno o la de Héctor Sánchez, les aseguró que mi casa vale mucho menos en la construcción, ya no se diga por lo que tienen dentro, porque dicen, que ellos tienen obras de arte que por sí solas valen más de lo que vale mi casa, pero esos son díceres en los que no quiero caer, porque estaría igual que ellos”.

Mi casa es la misma que tenía antes de ser gobernador y, al igual que otros ex gobernadores, al término de mi gestión, me regresé a vivir a la misma casa donde vivía antes, pues no la compré o construí siendo gobernador del estado y nunca fui criticado por eso, porque la gente sabe que ahí vivía desde antes de ser gobernador.

Es cierto, a mí me ha gustado siempre el arte, eso explica que como rector y como gobernador haya construido 16 museos y ocho casas de la cultura, el museo de Nogueras, la pinacoteca, el museo de Tecomán, el museo Chávez Carrillo, el museo de la sal, el museo de culturas populares, el museo de historia, el museo de Palacio de Gobierno (de armas y pinturas de Alfonso Michel), museo del Remate, museo Alberto Isacc, la Parota, etc., etc., pero cabe destacar que mi gusto por el arte, no endeudó al estado, ni quebró sus finanzas.

Mi gobierno dejó, además, las esculturas de la palma, el limonero, el pez vela, la figura obscena, los perros bailarines, etc., etc.

Ahora, esa infraestructura cultural se presume, sería interesante saber qué obra del gobierno de Silverio Cavazos se puede presumir.

Lo único que se puede presumir en su gobierno es la quiebra de las finanzas, y la venta de bienes públicos, porque esa presunción existe en el ánimo general.

Además, está suficientemente claro que yo no quebré la Universidad de Colima, ni estuvieron afectadas sus finanzas cuando fui Rector, ni tampoco una vez que concluí mi periodo; antes de mi rectorado, la Universidad pedía prestado a los Bancos para curbir sus compromisos financieros, pero a partir de mi gestión, la Universidad tuvo finanzas sanas y así siguen hasta la fecha, porque, incluso, han soportado que el gobierno de Silverio Cavazos les haya adeudado cien millones de pesos.

De la misma manera, todos los polideportivos de la Universidad, así como su alberca olímpica, se construyeron durante mi gestión rectoral, se compraron la Hacienda del Cóbano y la de Nogueras y una parte de la de La Albarrada, etc., etc., etc.

Décimo tercera: Lo que yo tengo y poseo, ha sido auditado y revisado por la PGR y por Hacienda, y ninguna propiedad de las que tengo fue adquirida durante los seis años de mi gobierno.

Las comparaciones que pretende Silverio Cavazos no le favorecen, porque si bien yo fui cuestionado a mi llegada a la Universidad, no lo fui cuando salí, tan es así que fui candidato a la gubernatura el mismo mes que concluí mi segundo periodo rectoral y si bien es cierto que fui cuestionado a mi llegada a palacio, tampoco fue así cuando concluí mi mandato, y Gustavo ganó dos veces y el único cuestionamiento fue porque apoyé al PRI a ganar la elección, como apoyé también a Silverio.

Y en ambos cuestionamientos, no fue por asuntos de finanzas, ni por enriquecimiento inexplicable, ni por peculado, me cuestionaron quienes no llegaron a la rectoría y quienes no llegaron al gobierno, o sea, a los que les gané.

Decimocuarto: El problema de Silverio es el cuestionamiento que le hacen otros actores políticos, al término de su gobierno, por enriquecimiento inexplicable. Por mi parte, he encontrado la explicación al asunto de la deuda.

Además, a Silverio le han cuestionado propiedades que él mismo ha aceptado que compró siendo gobernador del estado y el problema no es que haya comprado esas propiedades, sino que hay una enorme coincidencia esas adquisiciones y el endeudamiento inexplicable a cargo del gobierno, que es el mayor endeudamiento jamás habido en la historia de Colima.

Esa es la diferencia entre Silverio y un servidor y no es una acusación de mi parte, al coincidir la adquisición de propiedades en el ejercicio del poder y la gran deuda estatal, en el caso de Silverio.

En mi caso, no hubo ese problema, porque no se presentó ni la adquisición de propiedades, ni el endeudamiento inexplicable.

Por mi parte, insisto en que se requiere dar una amplia y objetiva explicación del endeudamiento en el gobierno de Silverio, porque las propiedades que él reconoce haber adquirido siendo gobernador, apenas si representan el uno por ciento del endeudamiento, de 3 mil millones a 30 millones, apenas es el uno por ciento, por eso no lo acuso de que haya adquirido esas propiedades, porque representan una nada comparadas con el endeudamiento y menos representan si lo comparamos con los 30 mil millones de pesos que manejó en los 4 años y medio, o sea, el 0.1%.

Por eso la pregunta mía ha sido, ¿por qué se endeudaron tanto?

Por eso he insistido, ¿dónde está el dinero de la deuda?

La pregunta es válida: ¿qué obras se hicieron con ese dinero?

Estas preguntas no son ni insulto, ni difamación, ni calumnia.

Decimoquinto: Dice Silverio que las comparaciones nunca son buenas, sin embargo las hace, lo importante es lo que la gente diga y por eso, sin difamar, ni calumniar, pregunto reiteradamente:

¿Hay un mejor sistema de salud?

¿Mejoró la educación?

¿Hay más y mejor empleo?

¿Hay más seguridad pública y menos delitos?

¿Hay más secuestros o menos secuestros?

¿Hay más levantados, decapitados y ejecutados o hay menos?

¿Disminuyó o aumentó el pandillerismo?

¿Disminuyó la drogadicción o aumentó?

¿Hay más deuda pública o menos?

¿Hay más narcomenudeo o menos?

¿La gente se siente más segura que hace seis años?

Decimosexto: doy respuesta a Silverio Cavazos con argumentos, no con insultos y tiene razón, con números que, según él, manipulo, los números están ahí y lo reto a que sin insultos, sino con números, rebata los que presento.

Ahora bien, quienes me conocen saben que soy bueno para los números; por eso, en los cargos que he desempeñado nunca he tenido problemas con las finanzas. En cambio, quienes manejan recursos públicos y los administran mal, es porque son malos para los números, pero muy buenos para los billetes.

Así, hay quienes manipulamos números y hay quienes manipulan billetes, esa es la gran diferencia, porque lo primero es una mala costumbre y lo segundo es un delito y en todo caso, hay una gran diferencia entre un manipulador y un delincuente.

Continuamos mañana

www.aproposito2004.blogspot.com

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