El licenciado Silverio Cavazos declaró públicamente a varios medios, que la deuda directa del gobierno del estado, y que dejó como herencia a pagar a más de 20 años, era apenas de 700 millones de pesos.
Lo que el licenciado Cavazos pretendió, ante el silencio de las autoridades sobre este tema, era poner al público una cantidad de endeudamiento que marcara la pauta en las futuras declaraciones oficiales; o sea, quiso dar línea sobre qué monto de deuda debería manejar el nuevo gobierno.
Pero el Secretario de Finanzas no aceptó la instrucción del exgobernador Cavazos y al día siguiente le dio respuesta, diciendo que tan sólo la deuda directa era de 993 millones; o sea, la convenida con bancos, a lo que debe agregarse los múltiples adeudos a proveedores, a instituciones, a gobierno federal, a los ancianos, al PT, a los hoteleros, a los constructores, a pensiones, a la Sagarpa, a la universidad, etc., etc.
El actual gobierno ya no se esperó hasta enero, la declaración de Silverio Cavazos hizo que la nueva administración diera a conocer a cuánto asciende la deuda directa que dejó como herencia el anterior gobierno.
Entonces, la estrategia del ex gobernador, de salir a los medios para dar línea en un tema que ha irritado a la población como lo es el adeudamiento, fue un fracaso, porque de inmediato fue desmentido en todos los medios, por las mismas autoridades.
Hay que destacar que la crisis financiera nacional e internacional, comenzó en octubre de 2008, y antes de esa fecha el gobierno del estado ya había bursatilizado su deuda, con Banobras, por casi mil millones de pesos.
Reitero: esto ocurrió antes de la crisis. Por eso, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿por qué el anterior gobierno argumenta que el endeudamiento fue por la crisis, si primero fue el endeudamiento y luego la crisis?
Debe destacarse que si el endeudamiento fue antes de la crisis y antes del 2009, ¿por qué se argumenta que los recortes presupuestales del 2009, provocaron el endeudamiento?
Repito: el endeudamiento fue antes de la crisis y mucho antes de los recortes del 2009.
Entonces, haber llevado la deuda con bancos a casi mil millones, no fue en cuatro años y medio, sino en tres años, porque a principios del 2008 ya se había llegado a ese nivel de endeudamiento; o sea, el anterior gobierno endeudó al estado, en casi 300 millones de pesos por año y la pregunta es: ¿en qué se gastó el dinero del endeudamiento? ¿Cuáles obras que se hicieron con esos recursos?
Sobre todo, porque el endeudamiento se dio cuando no había crisis, ni recortes y sí mucho dinero por excedentes petroleros.
Habría que recordar que las obras importantes del gobierno que terminó fueron la remodelación del teatro Hidalgo, que se hizo con dinero federal, la remodelación de la Piedra Lisa, recursos obtenidos por Arnoldo Ochoa como diputado federal, y la construcción del Instituto de Cancerología, que también se hizo con dinero federal gestionado por el mismo diputado; también se construyó el complejo de seguridad de Villa Alvarez, que se hizo también con recursos federales del Fondo Nacional de Seguridad Pública.
En ese sentido, pregunto: si las obras importantes del anterior gobierno se hicieron con recursos federales, etiquetados de manera directa a esas obras, entonces ¿cuáles obras se hicieron con el presupuesto del estado que manejó durante su gobierno, que fue por más de 30 mil millones de pesos, aproximadamente?, y también pregunto: ¿a qué se destinó el dinero del endeudamiento?
Estas son preguntas sencillas que toda la gente se hace, no es un pleito entre exgobernadores, ni una campaña del Diario de Colima, ni de quienes aquí escribimos. Son preguntas que merecen una respuesta concreta, apegada a los hechos y no una descalificación para quienes las plantean.
Y yo pregunto: si desde el gobierno de Silverio Cavazos se promovió durante cuatro años y medio una campaña de desprestigio en mi contra, ¿por qué se enojan los apoyadores de siempre porque en los primeros 45 días de que dejó el poder, la gente pregunta dónde está el dinero?
Yo no me enojé durante los cuatro años y medio, cuando desde el gobierno del estado se me cuestionaba y se me descalificaba a través de los periodistas oficiales, siempre les di respuesta, lo menos que puede hacer el ex gobernador Cavazos es dar respuestas convincentes, si es que las tiene.
Nadie quiere que se persiga a la anterior administración, ni que se trate de desprestigiar a nadie, eso no es conveniente, ni pertinente para nadie.
Y mucho menos se pretende que el nuevo gobierno acuse o persiga al gobierno que concluyó, esa es una mala costumbre que implementó Silverio Cavazos, la de cuestionar y descalificar a quienes gobernaban antes que él, y ese error no lo debe cometer el nuevo gobierno. Nadie lo quiere ligar a eso; sencillamente, muchos nos preguntamos dónde está el dinero. Tan sencillo es que digan en qué lo invirtieron.
Por eso, en esta columna, durante los últimos cuatro años y medio, he escrito qué obras hice y en qué gasté el dinero, porque siempre hay quienes tienen esa duda de saber en qué se gastan los dineros públicos.
Si durante más de cuatro años y medio ya di explicaciones y respuestas, creo que me gané ya el derecho, cuando menos, de preguntar qué hicieron con la lana.
Por mi parte, voy a seguir diciendo a todo el que me pregunte en qué me lo gasté: ¿por qué el anterior gobierno no quiere dar una correcta explicación?, y qué poca capacidad de argumentación muestran al decir que es cosa del Diario de Colima y mía, el preguntar algo que al parecer se les complica mucho responder.
Repito: no se trata de pelear, ni hacer pelear al gobierno que sale con el que entra; sin embargo, si se trata de echar tierra a todos los asuntos cuestionables de la anterior administración, díganlo claramente y ya.
Tampoco es el punto a discutir si quienes, como en mi caso, no simpatizábamos con la aspiración de Mario Anguiano a la gubernatura y con ese puro hecho no tengamos derecho a preguntar en qué se gastaron el dinero. Nada tiene que ver un hecho con el otro.
Como tampoco es válido que el anterior gobierno, en el caso concreto el ex gobernador Silverio Cavazos, que apoyó la aspiración de Mario Anguiano, por ese solo hecho esté exento o liberado de explicar con claridad y veracidad en qué se gastó el dinero.
Porque en última instancia, si yo no estuve de acuerdo con la aspiración, en un principio, del hoy gobernador, una vez que fue postulado por mi Partido, no me expresé en contra de su candidatura y voté por los candidatos de mi partido, incluyendo la candidatura a la gubernatura.
Pero si a juicio del exgobernador Cavazos, como el mismo lo declaró, no tengo derecho a decir nada él si tiene la obligación, ética y legal, de decir todo sobre este tema, hasta que no haya sombra de duda.
Porque el tema no es, repito, quiénes estuvieron o no estuvimos en un proyecto político, ese tema está resuelto y no tengo ninguna duda de que Silverio Cavazos hizo valer su proyecto político.
Es cierto, ahí ganó, nadie lo duda, ni lo cuestiona en ese sentido.
La duda y el cuestionamiento son en cuanto a cómo manejó los 30 mil millones de pesos de su administración y cómo endeudó al gobierno.
En concreto, no se cuestiona la sucesión gubernamental, sino su administración gubernamental.
Así de claro.
www.aproposito2004.blogspot.com
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