viernes, 24 de septiembre de 2010

El Diario

En una inédita carta dirigida al crimen organizado, el periódico. El Diario, de Ciudad Juárez, dedicó su editorial a pedir una “Tregua” a las bandas para que cese la violencia y sobre todo, los ataques a periodistas.

Después del asesinato del reportero gráfico Luis Carlos Santiago Orozco, ocurrido el jueves de la semana pasada, la redacción del rotativo reprobó, además, la falta de resultados en las investigaciones sobre el homicidio de hace casi dos años del informador Armando Rodríguez.

“Señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez; la pérdida de dos reporteros de esta casa editora en menos de dos años representa un quebranto irreparable para todos los que laboramos aquí y, en particular, para su familias”.

Somos comunicadores, no adivinos… queremos que nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros”. “Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto de esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo”.

El editorial está firmada “De la redacción” y se titula “¿Qué quieren de nosotros?”. Afirman que ya no quieren más muertos, ni más heridos, ni más intimidaciones. “Es imposible ejercer nuestra función en estas condiciones. Indíquenos, por tanto, qué esperan de nosotros como medio de los que vive el gobierno”.

“Esta no es una rendición… se trata de una tregua para con quienes han impuesto la fuerza de su ley, con tal de que respeten la vida de quienes nos dedicamos al oficio de informar.

El Diario critica la estrategia del presidente Felipe Calderón utilizada para combatir al crimen organizado. “El primer mandatario, para conseguir la legitimación que no obtuvo en las urnas, se metió a una guerra contra el crimen organizado sin conocer además las dimensiones del enemigo ni las consecuencias que esta confrontación podría traes al país”.

En este contexto, los periodistas fueron “arrastrados a esta lucha sin control”, sin que el presidente pensara en el compromiso que había hecho acerca de dar protección especial a los reporteros.

“En Ciudad Juárez hemos llegado a un punto en el que es necesario y urgente adoptar otro tipo de medidas para obligar a las autoridades establecidas por ley, a ofrecer respuestas más contundentes, porque la capacidad de tolerancia de tantos ciudadanos dolidos ha rebasado ya sus límites”.

El periódico “El Diario” dice: “hace apenas unos días los colegios de médicos adelantaron la posibilidad de hacer una huelga de sus servicios como medida de presión a sus gobiernos para pedir respuestas, tras de que varios de sus colegas han sido secuestrados y otros asesinados a pesar de que se pago el rescate por ellos.

Señala que empresarios han contemplado acciones de presión como aplicar una huelga de impuestos y derechos.

“Es tanta la falta de justicia y es tanta la desolación e impotencia que sienten todos los sectores, que no sería descabellado comenzar a aplicar acciones que realmente le duelan a quienes tienen la obligación de hacer más por salvaguardar la seguridad de la ciudad, del estado y del país”. (El Universal 20/sept/2010)

Reitera a los grupos del crimen organizado que nos expliquen, qué es lo que quieren de nosotros, que es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar para saber a qué atenernos.

Hasta en la guerra hay reglas y en cualquier conflagración existen protocolos o garantías hacia los bandos en conflicto para salvaguardar la integridad de los periodistas que las cubre. Por ello les reiteramos señores de las diversas organizaciones del narcotráfico que nos expliquen que quieren de nosotros para dejarle pagar tributo con la vida de nuestros compañeros.

Esta publicación de El Diario de Juárez de sus directivos y periodistas no es una rendición o la propuesta de un pacto o un acuerdo, sino un grito desesperado de los periodistas que hacen su labor en un territorio donde la autoridad en sus diferentes niveles no ofrece las garantías para informar con libertad.

El fondo del mensaje es contra las autoridades legalmente constituidas que en algunos territorios han sido rebasadas por el crimen organizado a quienes los periodistas en este documento le llaman “autoridades de facto”, expresando así su crítica dilapidaría en contra del gobierno.

Es una crítica muy clara al presidente Calderón, a su estrategia fallida contra el crimen organizado que ha puesto en medio de esta guerra que inició y que continua perdiendo a víctimas inocentes cuyo número va en aumento, por que el daño colateral no únicamente es en la pérdida de vidas inocentes, sino también en la perdida de libertades fundamentales del ser humano.

No debe confundirse de la manera en que estos periodistas se dirigen a las organizaciones criminales sin entender que el mensaje va dirigido fundamentalmente a las autoridades por que los médicos, comerciantes, empresarios, profesionistas, son secuestrados y sujetos a tarifas y aranceles piratas mediante el conocido “pago o derecho de piso”.

El Diario de Juárez ha sido lesionado por el narco al segar la vida de dos de sus periodistas y en el ejercicio de la libertad de expresión de quienes trabajan en ese medio, en su grito desesperado, no se rinden, se dirigen al narco pero también al gobierno y expresan una realidad mortal que los asesina y los silencia y para un periódico callar por temor es la muerte, como lo han sufrido dos de sus periodistas, ellos lo que quieren saber es cuales son las condiciones para poder sobrevivir como periódico en medio de la violencia y que se garantice la vida de quienes escriben y si estas no son aceptables de seguro dejar de circular, porque no se trata de que para sobrevivir sean voceros del crimen organizado, sino que la información publicada se exprese en una ambiente de libertad, el periódico lo que les está pidiendo a las autoridades de facto (narcos) es que expliquen cuales son las reglas de fuego que han fijado, quienes controlan la plaza ante la inexistencia de la vigencia de las reglas jurídicas que regulan y garantizan la libertad de expresión y de imprenta.

Ya no quieren más muertos, ni tampoco más amenazas, quieren saber en el vacío de poder lo que tienen que hacer para sobrevivir y ejercerlo.

Están pidiendo algo muy elemental, algo que existe en cualquier guerra, bajo que reglas y que el tributo por ejercer el periodismo, no sea la vida de sus compañeros.

El gobierno de la República por conducto de el vocero del gobierno federal en materia de seguridad, Alejandro Poiré, rechazó la posibilidad de que algún actor pueda pactar, promover una tregua o negociar con el crimen organizado, así fue la respuesta del funcionario federal al editorial del rotativo El Diario, de Ciudad Juárez, el cual, luego de la muerte de uno de sus fotógrafos y de que otro más resultó herido, solicitó a los delincuentes una tregua y les preguntó ¿qué quieren? para terminar con la violencia en contra de los periodistas de esa casa editorial.

Poiré negó que el asesinato del reportero gráfico del periódico juarense Luis Carlos Santiago Orozco y las heridas que sufrió su compañero Carlos Manuel Sánchez Colunga estén relacionadas con su actividad profesional, en el sentido de que la agresión fue por motivos personales y no un atentado a la libertad de expresión.

Poiré dijo: que la única autoridad que debe reconocerse es la legítimamente constituida por emanar de la ley y de los procesos electorales.

Por que negociar, postergar o suspender la lucha contra el crimen organizado, lejos de desaparecer la amenaza de la violencia, implicaría someterse a la ley de quienes agreden para intentar disuadir la acción del Estado mexicano y perpetuar su acción impune; eso no ocurrirá. (La Jornada 21/sept/2010)

Desde mi punto de vista, el señor Poiré trata de regañar a los del Diario de Juárez y confunde la intención de su editorial, no entiende que es un grito desesperado y no un pacto. No entiende el representante del consejo de seguridad que lo que está pidiendo es tener seguridades para ejercer su trabajo y que el gobierno federal no ha garantizado la vida de sus compañeros, no obstante los miles de soldados y policías federales que han enviado a Chihuahua.

El señor Poiré está dando una respuesta desde la comodidad de su oficina, desde la seguridad de trabajar en Los Pinos.

Quizá valdría la pena recomendarle, en su carácter de funcionario de seguridad, que despachara en la zona de la inseguridad y que se trasladara a ciudad Juárez con su familia, para que pueda valorar y entender el sentido del editorial del Diario de Juárez, el vacío del poder, y la ausencia de reglas para ejercer el periodismo o para transitar por las calles de esa ciudad.

El señor Poiré no explica qué no le gusto del editorial, nunca se habla de pacto, sino de que no haya más muertos. Así de sencillo.

“¿CON QUE AUTORIDAD MORAL?”

El Diario de Juárez le respondió al señor Alejandro Poiré de la siguiente manera:

“Los nulos resultados en el combate al crimen organizado no le dan autoridad moral al gobierno federal para cuestionar los esfuerzos de El Diario para poner alto a la agresión contra los periodistas en la frontera”, afirmó Pedro Torres, director editorial del rotativo juarense.

El secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, hace aseveraciones a dos mil kilómetros de distancia, a la defensiva y minimizando nuestro editorial detrás de una silla y sin conocer a fondo la realidad local.

Explicó que El Diario respeta las declaraciones del funcionario desde la comodidad de su silla, pero lo que se busca con esta política editorial es que reaccionen los tres niveles de gobierno para encontrar soluciones a los problemas que enfrentan los ciudadanos y los medios de comunicación en la frontera. (La Jornada 21/sept/2010)

Es cierto que la violencia se ha recrudecido en todo el país y lo que pase en este momento de manera inusitada en los medios de comunicación en cualquier parte del país, le puede pasar a cualquier medio, porque la lógica es la misma.

Por eso, independientemente de las diferencias surgidas por la línea editorial o por lo que representa por historia o compromiso de cualquier medio de comunicación, cuando alguno presente situaciones similares, no hay que vanagloriarse de que la competencia está siendo acorralada porque lo único seguro es que seguirán otros.

A Propósito…

1. El pasado día 15 de septiembre es una fecha muy importante por sí misma y más por el bicentenario de la independencia. Es noche de grito y mucho más. Pues bien, por la tarde de ese día, la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, y un servidor, acudimos a Chilpancingo, Guerrero, donde la presidenta Paredes me dio posesión como delegado general del PRI en ese estado, ante la presencia de nuestro candidato a la gubernatura Manuel Añorve.

En ese acto, la presidenta Beatriz Paredes destacó que en las pasadas elecciones de julio, tuve bajo mi responsabilidad la postulación de los candidatos del estado de Durango y las elecciones en Tlaxcala y Veracruz y que en los tres había ganado el PRI; asimismo, destacó que es la primera ocasión en que asiste a un estado para darle posesión a un delegado general del Partido.

Desde luego, agradezco tal distinción.

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