miércoles, 1 de septiembre de 2010

Diálogos…

Segunda Parte

En la cuarta reunión del Diálogo por la Seguridad, Evaluación y Fortalecimiento, en el Campo Militar Marte, Calderón dijo que el gobierno va ganando la guerra contra el crimen, aunque la percepción generalizada sea en contrario, porque en los enfrentamientos entre criminales y autoridades, las bajas son de ocho a uno en favor de las fuerzas federales.

Según Calderón, la guerra contra el crimen organizado no se ha perdido, aunque admitió que la percepción generalizada es esa.

“Entiendo perfectamente y sé que es la percepción, no la comparto, la afirmación, pero comprendo que es una percepción general que creo también el Estado debe combatir”, o sea, además de combatir al narco Calderón dice que va combatir esa percepción negativa, dijo ante los dirigentes de seis partidos políticos al explicar que en cada batalla con los criminales la victoria corresponde a las fuerzas federales, salvo en las emboscadas.

Calderón aceptó que está dispuesto a “cambiar o mejorar la estrategia” ante los cuestionamientos, pero pidió ideas claras y propuestas precisas porque la razón de ser del Diálogo por la Seguridad es generar consensos políticos, que se han erosionado por culpa de “quien sea”.

Pero lanzó la advertencia: si toda la energía política en el país se orienta a atacar, cuestionar o a debilitar al Estado, “si se pierde la legitimidad de su acción, si se baja la moral de las tropas, de las policías, pero quien gana ahí no son los partidos políticos, son los criminales”. O sea, no hay que criticar lo que hagan las policías y los militares, porque se desmoraliza.

Beatriz Paredes, dirigente nacional del PRI, exigió ante el mandatario que antes de lanzar acusaciones contra políticos, éstas se deben probar y actuar en consecuencia, mientras que la autoridad debe dejar de hacer política.

“En el PRI sí tenemos una exigencia: cuando haya acusaciones tiene que haber pruebas, y si hay acusaciones es indispensable que la autoridad actúe si hay pruebas, y si no, que se dejen de hacer política haciendo señalamientos que lo único que hacen es desprestigiar a la función de representación popular y partidaria”.

“Volvemos a insistir [en] que es muy grave que exista cuando menos la suspicacia de que hay filtración de grabaciones de los órganos de inteligencia para el uso político-electoral”, añadió.

Calderón dijo: “Coincido en que temas de seguridad nacional no debieran ser materia de disputa electoral; sin embargo, en honor a la verdad, estos temas de seguridad nacional son materia de disputa electoral de todos los actores. Y no juzgo la buena o la mala fe. Es cierto. En la medida en que se politizan y son el elemento toral de las campañas, se generan mucho más incentivos o se pierden los incentivos al consenso”, admitió Calderón.

“Sería muy útil que no pareciera que hay una incriminación permanente de falta de colaboración entre los tres poderes”, dijo la priísta Beatriz Paredes.

La lideresa del PRI manifestó su desconfianza en el foro: “Que no sólo sea interesante y útil mediáticamente”.

Además, reprochó, que se afirme que no existe apoyo o colaboración de las fuerzas políticas o del propio Congreso de la Unión a este combate: “Nadie puede responder por la honorabilidad de todos y cada uno de sus militantes, pero no se puede generalizar ni se debe generalizar, porque eso no sólo deteriora a esa formación política, sino deteriora todo el quehacer político”. (El Universal 12/agosto/2010)

Beatriz Paredes, calificó de impecables los argumentos del Presidente desde el punto de vista moral, pero los encontró carentes de política de Estado.

La presidente del tricolor consideró que la política de seguridad pública es algo que tiene que ver con la ejecución, más que con los discursos, y dejó clara la posición de su partido de que la seguridad nacional depende del gobierno federal, mientras que la seguridad pública involucra a los estados.

La participación siguió en los reclamos, incluso de lo que llamó “hipótesis de complicidad con el crimen” y exigió pruebas y dejar de hacer política con los aparatos de inteligencia del estado.

La lideresa priista, Beatriz Paredes, dijo que no se pone en duda que el Estado debe cumplir con su responsabilidad de brindar seguridad a los ciudadanos, sino lo que está a discusión es el cómo, alertando sobre la preservación de los derechos humanos y las garantías individuales.

Luego de que Beatriz Paredes y Jesús Ortega le reprocharan el uso electoral de la guerra contra el crimen, el titular del Ejecutivo también dijo que el día en que México cuente con 32 policías estatales y una federal, así como ministerios públicos confiables y eficientes, “ese día estará derrotada la criminalidad”.

La priista Beatriz Paredes, advirtió que en el debate no hay unanimidad en las fuerzas políticas que participan, y ponerlo de manifiesto ante el crimen organizado podría no ser estratégicamente conveniente.

Expresó su suspicacia de que la utilidad de los debates no sea sólo mediática y justificó su presencia en el Diálogo por la Seguridad, al definir al PRI como una oposición responsable, al tiempo que advirtió que no se debe caer en el autoritarismo.

“El presidente Calderón tuvo que reconocer que “ella (cuenta) con mayor experiencia que un servidor”.

11 minutos dedicó a aceptar casi todas las críticas de Beatriz Paredes. Que si el quid de la solución tiene que ser federalista, que si el combate al crimen no debe ser utilizado electoralmente, que si Colombia no se compara con México.

Mientras tanto, el perredista Jesús Ortega reprochó a Calderón la politización de la lucha contra el crimen organizado y afirmó que la Procuraduría General de la República no le sirve hoy al país.

“Los casos de Michoacán, Estado de México y Quintana Roo son deplorables ejemplos de politización, partidización de ministerios públicos de la federación y de muchos estados”, acusó Ortega.

“Hoy la PGR no está siendo útil a la nación en el combate al crimen organizado”, agregó.

CON GOBERNADORES

Gobernadores de todo el país admitieron ante el presidente Felipe Calderón que son corresponsables de la violencia en sus entidades, que están rebasados y que necesitan al Ejército y también más recursos.

El priista Enrique Peña Nieto aseguró que nadie elude su responsabilidad y que la sola convocatoria del Presidente implica el reconocimiento de la insuficiencia en el combate a la seguridad.

“Sin caer en la autocomplacencia, reconocemos que no son suficientes (los avances) ante lo que la ciudadanía espera de nosotros”. Además explicó que les faltan recursos y que mientras el presupuesto federal se ha incrementado 361 por ciento en el sexenio, el estatal apenas llega a 38 por ciento.

El Presidente se dijo abierto a modificar la estrategia de seguridad e incluso a escuchar de los éxitos que algún gobernador haya tenido en el combate al crimen.

Fidel Herrera, rechazó que alguien haya regateado participación ni responsabilidad, porque se trata de asumir responsabilidades y no arrojar culpabilidades y debe partirse de “un acuerdo de confianza que destierre las suspicacias de aquellos interesados en utilizar la estrategia de lucha contra el crimen organizado como una bandería de sus propios intereses”.

El gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, admitió que a consecuencia de la falta de confianza que prevalece entre los niveles de gobierno, “sigue habiendo esquemas oscuros que tenemos que trabajar a diario”, aunque también reconoció que “más allá de poses, usted cuenta con la colaboración de mi gobierno y hay absoluta coordinación”.

El priista de San Luis Potosí, Fernado Toranzo, dijo que “no somos insolidarios, pero la carga comienza a rebasar nuestras capacidades”, mientras el tabasqueño Andrés Granier consideró que hay muchos compromisos y pocos recursos.

El panista José Guadalupe Osuna advirtió que nadie puede pretextar la falta de competencia para enfrentar al crimen organizado: “el principal responsable de lo que ocurre en Baja California es el gobernador y le toca a él responder por los resultados finales y por la tarea de coordinación”.

Tanto Humberto Moreira como el chihuahuense José Reyes Baeza se pronunciaron por atender la problemática creciente que ha generado entre la sociedad la muerte de 28 mil personas en lo que va del sexenio.

El coahuilense recomendó poner sobre la mesa “qué vamos a hacer con los huérfanos de esta guerra y las viudas de esta guerra”, mientras Reyes Baeza consideró necesario “romper la cadena de odio que existe entre los familiares de las más de 28 mil víctimas de la violencia en este país. Si le sumamos hijos, jóvenes, adolescentes, niños, viudas, estamos hablando de más de 100 mil personas que luego van a reproducirse perniciosamente en este ánimo de obtener venganza” e incluso propuso integrar un fondo con los recursos incautados al crimen organizado. (Milenio 13/agosto/2010)

El presidente Felipe Calderón comparó a la delincuencia con un oponente en posesión del balón a punto de anotar gol a las instituciones.

“Lo peor que nos puede ocurrir es que éste sea un balón que está contra nuestra portería, dentro de nuestra área y que ninguno de los dos trate de atajarlo, porque no tenemos claridad de a quién le corresponde.”

El Ejecutivo federal señaló que hay diferencias “en honor a la verdad, también será muy difícil, y yo pienso que incluso no deseable, que desaparezcan, sino simplemente que nos conduzcamos en el contexto del respeto democrático.

“Respeto que yo he ofrecido a todas y a todos por igual. Respeto también, que pido, que exijo, no sólo por mí, o por lo que sea yo, sino por las instituciones que todos representamos”, afirmó.

El secretario de Gobernación, Francisco Blake, moderó el encuentro y pretendió convertirse en árbitro al mostrar dos tarjetas amarillas a su antiguo director técnico, el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna, por excederse en el uso de la palabra e incluso lo interrumpió para pedirle que terminara su intervención en un amago de tarjeta roja.

Marcelo Ebrard, llegó temprano al encuentro, pero cuando ingresó Calderón, salió de la cancha y regresó a medio Himno Nacional. (Milenio 13/agosto/2010)

MÁS VIOLENCIA

Tras ese ejercicio de diálogo sobre seguridad con distintos actores, el Presidente Felipe Calderón se despidió con un mensaje: habrá más violencia.

"Es difícil decirlo para un Presidente de la República. Pero si queremos asegurarle a los mexicanos que viene un mejor futuro y un México seguro mañana, tenemos que pagar los costos que hoy implica, precisamente, cambiar lo que evidentemente está fallando en México y que es el tema de la seguridad".

"En el caso de la violencia asociada al crimen organizado, veo muy difícil que podamos asegurar que en el corto plazo pueda reducirse. Es más, mi temor es que probablemente, la mayor probabilidad es que tienda, incluso, a incrementarse en el muy corto plazo".

"En el corto plazo, hay que admitirlo, es esperable que haya permanencia de la violencia e, incluso, una intensificación que posteriormente debe tender a reducirse", recalcó después. (Mural 28/agosto/2010)

Representantes de organizaciones ciudadanas exigieron ante el Presidente Felipe Calderón abatir la violencia que se registra en el País.

Durante la mesa de conclusiones del Diálogo por la Seguridad, el representante de México Unido Contra la Delincuencia, Eduardo Gallo, pidió adoptar una estrategia de combate a la delincuencia organizada que no genere más violencia de la que ya de por sí provocan las organizaciones de narcotraficantes.

"Nos preocupa que se mantenga una estrategia de violencia que siga originando violencia de aquí a la época en la que llegue a conformarse una política de Estado.

"Es necesario abatir la violencia que está prevaleciendo en el País, es una realidad, no desconocemos que los enfrentamientos entre bandas originan muchos muertos, pero tampoco nos pasa desapercibido que dependiendo de la estrategia que se sigue para combatir a las bandas, se genera más o menos violencia" (Mural 28/agosto/2010)

Está claro, que los diálogos por la seguridad no le fueron favorables a Calderón, me parece que a la población tampoco, después de los mismos, asesinaron 72 migrantes en Tamaulipas, mataron al alcalde de Hidalgo, Tamaulipas, hubo una balacera de 12 horas en Panuco, Veracruz, con 8 muertos, y 6 heridos, y 8 muertos en una discoteca en Cancún, y más de 80 muertos en el estado de Chihuahua, después de los diálogos.

A Propósito…

1.- No se le puede regatear, sino todo lo contrario reconocerle al presidente Calderón el merito de la detención de Eduardo Váldez Villarreal “La Barbie”, es buena noticia.

Además, ese es el tema del cuarto informe, le llegó a tiempo, para tener que informar.

2.- “La Barbie” es ciudadano norteamericano, será deportado, será testigo protegido y vivirá como tal, por eso se entrego, para vivir seguro en estados unidos, al tiempo.

www.aproposito2004.blogspot.com

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