martes, 22 de enero de 2008

Los Fracasos Y Los Cambios De Calderón

Al presidente Calderón le fue mal en el 2007 y a los mexicanos peor. El presidente le apostó al combate al crimen organizado y las ejecuciones en los últimos 12 meses sumaron más de 2,800, cifra sin precedente en la historia delictiva, con el agravante de que el 20 por ciento de los ejecutados eran miembros de las fuerzas de seguridad pública, del ejército o de la armada, y un buen número de funcionarios públicos responsables de áreas de seguridad en estados y municipios.

Cabe destacar que el número de ejecutados fue mayor en aquellos estados donde se establecieron operativos a cargo de las fuerzas federales. Es loable que el presidente Calderón se haya decidido a enfrentar al narcotráfico y tratar de enmendar la ineficacia del gobierno de Fox.

Ese es su mérito: enfrentar al narcotráfico, pero lamentablemente el mérito se vio opacado por el fracaso en la estrategia y en la decisión de haber sacada a patrullar al ejército las calles y exponerlo a la crítica permanente y en algunos casos, a inventarle excesos en el cumplimiento de sus tareas.

Lo malo es que la sociedad tiene la percepción de que el crimen organizado va ganando la batalla y mediáticamente, y en los hechos, así se acredita, pues todos hemos visto en la televisión escenas donde 4 o 5 delincuentes hacen frente por 3 o 4 horas a 200 o 300 elementos de las fuerzas federales. La sociedad tiene la percepción de que el enemigo es invencible, inalcanzable y con un poder de recuperación inimaginable.

Los propósitos presidenciales en el combate al crimen no se han cumplido, pues los territorios no se han recuperado: Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas, Guerrero, Baja California, etc., siguen asolados por el crimen organizado.

Tampoco se ha podido reestructurar las policías; depurar los cuerpos de seguridad ha sido mera intención y cada día se hace más evidente la infiltración del narco en los cuerpos de seguridad, y así lo ha reconocido el secretario de Seguridad de la federación. ¡Estamos infiltrados!, reconoció. Como también se ha reconocido que uno de cada 3 militares se va a las filas del narcotráfico y tan sólo en el sexenio de Fox desertaron 150 mil militares. O sea, las fuerzas de seguridad, se enfrentan a elementos criminales que están capacitados en la lucha de las armas y que a diferencia de los cuerpos policíacos tienen sueldos en dólares y que además, en las zonas rurales los protege la población. Así, el enemigo posee armamento moderno, buenos salarios, información y protección policiaca, apoyo social en las comunidades y adiestramiento en el uso de las armas.

De esta manera, el gobierno ha acreditado voluntad y decisión, pero no ha podido acreditar que va ganando la batalla, ver en Tijuana a los niños de preescolar escapando con las manos arriba de la cabeza es un espectáculo que avergüenza a la autoridad y expresa a nivel internacional en los medios de comunicación que no únicamente los “malosos” pueden perder la vida, sino, también, que los inocentes están en riesgo.

Así pues, el primer año de gobierno de Calderón fracasó en el asunto de la seguridad, no disminuyó, sino que, por el contrario, aumentó de manera más violenta, el narco sigue ejecutando y el gobierno se dedica a recoger cadáveres, a contar los muertos y hacer público el reporte de la derrota.

Este año 2008 el tema económico será la gran pesadilla gubernamental y el mayor problema para los mexicanos, aunque el presidente diga que nada va a pasar, los vecinos del norte ya reconocen la recesión y ya toman medidas para amortiguarla. La gran dependencia de la economía mexicana de la estadounidense nos va a arrastrar en la disminución del crecimiento económico y el empleo.

En el 2007, el presidente del empleo acreditó ser el presidente del desempleo y el fracaso del programa estelar de Calderón, el del primer empleo, ha sido públicamente reconocido, así como la tasa del 3.9 de desempleo abierto.

Desgraciadamente, con la recesión en el 2008 en Estados Unidos, las metas de empleo tampoco se van a cumplir.

En lo político, el 2007 fue un fracaso para el partido gobernante, pues de 14 elecciones, el PAN sólo ganó en dos estados que ya gobernaba, Baja California y Tlaxcala, y perdió contundentemente en Yucatán y Aguascalientes, estados que gobernaba. Así, el PAN perdió electoralmente, pero el presidente Calderón ganó porque derrotó a Manuel Espino. O sea, el PAN no pudo derrotar a los otros partidos, pero el presidente Calderón derrotó a sus correligionarios y se apoderó del PAN e impuso a Germán Martínez como candidato único, al viejo estilo priísta. El poder presidencial sólo se pudo imponer sobre los propios panistas.

Los cambios de Calderón acreditan y confirman sus fracasos externos y sus triunfos internos. Hay quienes dicen que el presidente Calderón nombró a los suyos en el gabinete y en el Partido Acción Nacional y que ocupó todo un año en recuperar para su grupo la dirigencia del PAN y dos importantes cargos en el gabinete, aunque no haya logrado nada para los mexicanos que tuvieron un año perdido. El presidente está contento de haberse apoderado del PAN, de haber pagado la cuota de género en la SEDESOL y de haber pagado la factura de su destape a Francisco Ramírez Acuña.

En ese sentido, se puede decir que fue un buen año para Calderón, sacó de la escena a Fox, derrotó a Manuel Espino y metió a tres de su círculo íntimo al gabinete ¿Y qué ganaron los mexicanos?: inseguridad, desempleo y pobreza.

La derrota humillante que impuso Calderón a Manuel Espino, debilitó al PAN, que perdió 12 elecciones el año pasado y perderá las 6 de este año y así se va a acreditar que el problema no era Manuel Espino sino que al octavo año de gobierno panista, la gente ya se cansó de los fracasos del gobierno y que si bien la estrategia de usar el poder presidencial fue exitosa para derrotar a Espino y a sus correligionarios, ha fracasado en el combate al crimen organizado y al desempleo. El poder presidencial no se ha sabido utilizar para lo que conviene a la mayoría de los mexicanos.

En el 2008, al perder las 6 elecciones en Baja California Sur, Quintana Roo, Hidalgo, Nayarit, Guerrero y Coahuila, los panistas ya no culparán a Manuel Espino, sino al que impuso el presidente ¿Y para que lo impuso si no va a ganar las elecciones?, pues para apoderarse del partido y de sus derrotas. Ese será el mérito de Calderón.

El combate a la pobreza ha sido un fracaso también. La renuncia de la titular de SEDESOL Beatriz Zavala así lo confirma: el gobierno no tuvo una política social definida y el combate a la pobreza quedó también en la intención, se politizó la SEDESOL y se provocó un enfrentamiento con los gobernadores estatales que sufrieron el activismo político electoral de delegados y funcionarios de esa dependencia.

Fue tal el fracaso que el presidente Calderón cambió a la titular sin importar que estaba ahí para cubrir una cuota de género.

La secretaría de la función pública, acreditó en el 2007 ser únicamente un trampolín político de quien fuera el secretario Germán Martínez, que pasó a presidir el Partido Acción Nacional sin haber atendido la demanda nacional de investigar a los familiares de Fox.

En el caso de Gobernación, se acredita también el fracaso del gobierno federal en lograr la gobernabilidad y los acuerdos políticos con los partidos y las buenas relaciones con los otros poderes de la unión. Hubo desprecio a la labor de inteligencia a cargo del CISEN y la secretaría de Gobernación sirvió únicamente para pagarle la factura a quien destapó a Calderón.

El presidente Calderón tiró por la borda un año de gobernabilidad en aras de pagar favores a Francisco Ramírez Acuña, que resultó ser una carga para el gobierno y que cumplía únicamente funciones de protocolo para asistir únicamente a informes estatales y a labores de protección civil.

Así pues, el presidente Calderón inicia el 2008 con amenaza de rescisión económica, sin éxitos en la lucha con el crimen organizado, con ausencia de una política social que combata a la pobreza como lo prometió y el fracaso de la política interna a cargo de Ramírez Acuña y la derrota electoral del Partido Acción Nacional en el 2007.

A Propósito

1. Ya había escrito en esta columna el pasado 23 de noviembre, sobre la inminente salida del secretario de gobernación Francisco Ramírez Acuña, transcribo parte de ese artículo:

“El desempeño del Secretario de Gobernación ha sido cuestionado no únicamente por los colimenses y por el asunto de los límites, sino también a nivel nacional donde según los analistas su desempeño ha sido más bien protocolario y de muy pocos resultados en las áreas específicas de su responsabilidad como son: la gobernabilidad democrática, la seguridad nacional, los acuerdos políticos con las fuerzas nacionales, las relaciones con las iglesias, la vigencia del estado de derecho, etc. etc….

11 meses después de haber llegado a las oficinas de Bucareli, Ramírez Acuña ha recibido severas críticas en su desempeño, que incluso han llegado a colocarlo como candidato a ser relevado de su cargo”.

Menos de dos meses después, Ramírez Acuña salió del gabinete.

2. El pasado martes, a las siete de la mañana, como todos los días, el entonces secretario de gobernación Francisco Ramírez Acuña llamó al presidente Calderón para darle el parte de los ejecutados y le informó que un día antes habían sido ejecutados 12 personas en 4 estados de la república y 3 de ellos habían sido decapitados, el presidente Calderón le dijo al entonces secretario de gobernación, repite el número de descabezados, el secretario dijo: dos en Michoacán y uno en Guerrero; o sea, tres y el presidente le dijo que le faltaban dos del Distrito Federal y el secretario Ramírez Acuña le respondió a Calderón que no tenía información de esos dos y el presidente Calderón le dijo: agrega a tu lista las cabezas cortadas de Bety Zavala y la tuya.

Así se enteró Ramírez Acuña que le habían cortado la cabeza.

3. Trabajadores y funcionarios del gobierno del estado recibirán en breve una constancia de gratitud por la aportación que voluntariamente hicieron para los damnificados de Tabasco.

aproposito2004.blogspot.com

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