martes, 17 de junio de 2014

CUOTA DE GÉNERO




La propuesta de Enrique Peña Nieto de fortalecer la participación de las mujeres en la política y particularmente en el Congreso de la Unión y en las legislaturas de los Estados, se concretó ya en la Constitución General de la República y formó parte de los aspectos importantes de la reforma política electoral aprobada por diputados y senadores.

Corresponde ahora que las legislaturas de los Estados armonicen su legislación local para que en este ámbito de competencia se establezca legalmente esa obligación de que en las candidaturas al Congreso del Estado, el 50 % sean hombres y el 50% sean mujeres.

Sobre esto es oportuno precisar  que la cuota de género obliga únicamente para el congreso federal, diputaciones y senadurías, y para el Congreso local  en las diputaciones, por ambos principios: mayoría relativa y plurinominales.

En el caso de las ayuntamientos, no obliga en el caso de las presidencias municipales, pero sí obliga a que la planilla que se postule en un municipio contenga la equidad de género, es decir, no obliga a que los candidatos a presidentes municipales, sean el 50 % hombres y el 50% mujeres, lo que obliga es que en la planilla para ayuntamientos, en el total de los integrantes de la misma, presidente municipal, síndico y regidores, propietarios y suplentes, se observe la paridad de género.

O sea, en el caso de Colima, no necesariamente cinco candidatos a presidentes municipales deberán ser hombres y cinco mujeres, pues  la paridad se debe observar en la composición total de la planilla y siempre una mujer propietaria llevará como suplente a otra mujer, jamás a un varón.
En el caso de las gubernaturas,  tampoco obliga la paridad de género, porque en cada estado hay una sola candidatura y sin suplente. El próximo año se van a renovar 9 gubernaturas: Baja California Sur, Michoacán, Guerrero, Colima, Campeche, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora y Nuevo León, y no quiere decir que el 50% obligatoriamente sean de un género y el 50% de otro género, son elecciones independientes y no se contabilizan para efectos de género en su conjunto, por ser cargos individuales y no formar parte de un órgano colegido como lo son los Congresos federal y locales.

Pero no obstante que no obliga la cuota de género en las gubernaturas, sí hay el propósito del PRI, de su Comité Ejecutivo Nacional y también es el espíritu de Enrique Peña Nieto,  que se postulen mujeres como candidatas a gobernadoras, pero no en función de la cuota de género, sino porque hay la voluntad política del priismo nacional de impulsar candidaturas femeninas y porque existen en los Estados de la República mujeres con capacidad y vocación política para aspirar y merecer dicho cargo.

No hay duda: el PRI que regresó al poder desea y garantizará que haya más mujeres en los cargos de elección popular, obligadamente en los Congresos y en las planillas a los Ayuntamientos.

LA UNIVERSIDAD SE FORTALECIÓ

Terminó ya la huelga que encabezó el Exdirigente del SUTUC, Leonardo Gutiérrez,  y otros seis universitarios más,  en solidaridad con el exlíder y con sus demandas.

1.- La Universidad de Colima, salió fortalecida de este lamentable episodio, fundamentalmente, porque sus representantes actuaron siempre en el marco de la Ley.  

El Rector Eduardo Hernández mantuvo siempre en defensa de la Universidad, la legalidad de sus actos y la defensa permanente de la autonomía Universitaria.
El Rector Hernández siempre procuró el dialogo y lo hubo, excepto cuando se puso en riesgo la integridad de los representantes de la Universidad y excepto también cuando pretendieron ser parte del dialogo elementos ajenos a la comunidad universitaria.
La prudencia y la sensatez siempre fueron acreditadas a lo largo de este episodio y al final prevalecieron
El Rector Eduardo Hernández en todo momento esgrimió los resultados de las auditorias federales y estatales de los órganos de fiscalización competentes para determinar la correcta aplicación de los recursos del FOSAP. Jamás se acreditó ninguna irregularidad en el manejo de los recursos destinados a las pensiones y jubilaciones de los trabajadores.
El Rector Eduardo Hernández, en todo momento acreditó que la Universidad ha pagado durante 25 años, con recursos de la tesorería, la nómina de los jubilados y pensionados durante todos esos años.  La diferencia entre lo que aportan  la Universidad y los trabajadores es menor a la nómina de pensionados y la dife5encia la pagado puntualmente la Universidad de Colima.

Por esta razón, las aportaciones de la Universidad y de los trabajadores no se depositaron en el FOSAP, para proteger precisamente a dicho fondo y no se pagaran del mismo las diferencias entre la nómina y lo que se aportaba, que siempre fue menor.

Lo anterior siempre fue validado por las entidades que auditaron y fiscalizaron el gasto y en ningún momento consideraron que era una ilegalidad o una violación a la normatividad, porque la misma legislación establece que si bien hay la obligación de depositar las aportaciones al fondo, también existe la obligación en la normatividad de proceder en la administración del FOSAP, buscando siempre su beneficio y lo que más le sea rentable.

Las autoridades universitarias siempre mantuvieron comunicación clara y pertinente al interior de la Universidad, por eso la comunidad universitaria siempre se mantuvo unida en torno a la defensa de la Universidad ante la agresión sin razón y sin sustento legal de quienes pretendieron violentarla.
Por eso,  la Universidad se mantuvo siempre laborando en armonía, pues los llamados a la huelga o al paro de actividades universitarias no encontraron eco en ningún momento. La Universidad de Colima no vio alterado su ritmo de trabajo académico, que tanto le ha prestigiado.
La Universidad, una vez más, salió fortalecida, su comunidad cada vez más unida en lo que sabe hacer bien: estudiar, luchar y trabajar, como dice el lema que la caracteriza.
Nunca más pertinente el compromiso de la Universidad de actuar siempre con responsabilidad social.
La Universidad se fortaleció porque no entró en conflicto, no lucho ni venció a nadie, únicamente acreditó lo que es su divisa: enarbolar y tener la razón.
La Universidad se fortaleció porque no recurrió ni a la guerra sucia ni al golpe bajo, únicamente a la legalidad.
La Universidad se fortaleció porque hizo valer su autoridad moral y eso es suficiente cuando ésta existe.
Nuestra Alma Mater se fortaleció porque no permitió el chantaje ni la intolerancia de algunos de sus hijos descarriados.
La Universidad se fortaleció porque no aceptó ser botín político de una izquierda sin rumbo y sin destino, una izquierda que ha sido derrotada permanentemente por la sociedad,  por carecer de oferta política y proyecto social, una izquierda que ha hecho de la confrontación interna su modo de vida.
La Universidad se fortaleció  porque el gobierno del Estado se asumió, como obligado está, de ser garante de la Autonomía Universitaria.
La Universidad se fortaleció porque siempre estuvo de su lado la Federación de Estudiantes Colimenses y  sus representados, que de manera permanente asistieron a clases.
La Universidad se fortaleció porque contó siempre con el respaldo de los jubilados y pensionados y de los trabajadores universitarios.
La Universidad se fortaleció porque la sociedad colimense mayoritariamente le reiteró su confianza, al no hacer caso de la estridencia y el insulto, y menos de lo que pretendió ser un conflicto.
La Universidad de Colima se fortaleció porque el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima se convirtió, en este tema, en su interlocutor legitimo.
La Universidad de Colima se fortaleció porque ninguna de las demandas judiciales, federales o locales, que se presentaron en su contra procedieron; el Poder Judicial reconoció siempre la legalidad de los actos de las autoridades universitarias y rechazó las pretensiones fuera de la Ley que presentaron sus detractores.

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