martes, 10 de mayo de 2005

Silverio Cavazos, Primer Informe: Mensaje y estilo

En nuestra colaboración anterior, habíamos comentado que, por la forma en que se manejó el desafuero de López Obrador, se había generado al interior del ejército una supuesta división entre los altos mandos, dada a conocer por el senador priísta Humberto Roque Villanueva, quien advertía que la división de la sociedad sobre ese asunto se podía hacer extensiva al ejército, y que sería muy riesgoso que, ante las manifestaciones del perredismo en contra del desafuero, se tuviera que echar mano del ejército mexicano para contener a los manifestantes.

El general secretario, Clemente Vega García, desestimó las declaraciones del senador priísta y advirtió que si esa versión de la división dentro de los mandos del ejército había surgido del interior, se aplicaría la disciplina militar y afirmó que las fuerzas armadas no estaban divididas, y advirtió: “hay dos exsecretarios de la defensa, el general Riviello (Antonio Riviello Bazán) y el general Cervantes (Enrique Cervantes Aguirre), que están en activo; ellos no pueden opinar para nada en este sentido, porque tendrían que ser sujetos del Código de Justicia Militar”. El primero fue secretario con el presidente Salinas y el segundo con el presidente Zedillo.

Después de lo anterior, vino la capitulación del presidente Fox ante López Obrador y luego de esta rendición vergonzosa, y de la renuncia del general Rafael Macedo de la Concha a la PGR -quien antes en el sexenio del presidente Zedillo se había desempeñado como procurador de justicia militar-, se publica la semana pasada que tres generales del ejército mexicano se encuentran sujetos a investigación para determinar o deslindar su participación en la guerra sucia en Guerrero y esos tres generales son: Antonio Riviello Bazán y Enrique Cervantes Aguirre, ambos exsecretarios de la Defensa, y el general Ramiro Fromlow, exprocurador militar y padre de la licenciada Fromlow, quien es directora de la FEPADE, fiscalía para la atención de delitos electorales y que trabajó bajo el mando del general Macedo de la Concha.

Esperamos que la supuesta división de los altos mandos del ejército y esta investigación a que están sujetos estos generales -por el asunto de la guerra sucia- sea únicamente una coincidencia, y la supuesta división del ejército no sea tal, para que nuestras fuerzas armadas continúen siendo el garante de nuestras instituciones… o de lo que queda de ellas.

El Discurso, Mensaje y estilo

Sin duda alguna, el hecho más importante para los colimenses la semana pasada, fue el acto donde el licenciado Silverio Cavazos Ceballos, rindió protesta como gobernador constitucional del Estado 2005-2009, y en el que dirigió un mensaje para expresar de manera clara su estilo personal de gobernar y la forma de cumplir los compromisos asumidos, de la parte política de su discurso destaca lo siguiente:

1.- “Las tareas de gobierno no estarán sujetas al capricho, la presión o el chantaje”. La ausencia de los diputados panistas, fue un capricho, no llegó a presión, y menos a chantaje.

2.- “Exhorto a todos los actores políticos para que se conduzcan con madurez y responsabilidad, brindando facilidades reales y equitativas a la inversión”. O sea, que no se opongan por capricho e irresponsabilidad a las inversiones que generan empleo.

3.- “Creo en el diálogo como una expresión de la buena política, no puedo entender la invocación al diálogo, sea para condicionarlo o rechazarlo, como un instrumento de presión”. O sea, el diálogo condicionado, únicamente, por el respeto.

4.- “El diálogo debe ser la oportunidad para el acuerdo, no la prolongación artificial de los escenarios de la competencia”. O sea, sin doble discursos o simulaciones, dialogar para pelear en la mesa no tiene sentido.

5.- “El diálogo como expresión de la convivencia, exige respeto, contenido e intención social”. Se reitera el respeto, que se discutan ideas y que el diálogo beneficia a la gente”. O

sea, que el contenido, no sea sólo sobre cómo repartirse el poder, sino discutir fundamentalmente lo que tenga beneficio colectivo a la gente interesa.

6.- “La democracia abre caminos para el acuerdo pero también ofrece alternativas para superar las diferencias que surgen con el voto mayoritaria de la sociedad”. O sea, las diferencias propias de una elección obligan al gobernante a superarlas mediante el diálogo y el acuerdo.

7.- “La democracia también implica, capacidad de decisión obedeciendo con fidelidad el mandato popular expresado en las urnas”. Ello significa que quien obtuvo el voto mayoritario, decide en nombre del pueblo y en beneficio del mismo pueblo, y que no todo se puede ni se debe consultar, pues para eso el pueblo elige, para que actúe y decida y aquí, el mandato popular obliga al que gana y también al que pierde, y no hay cogobierno, ni tampoco segundo lugar en la elección; únicamente gana el que gana, es decir, el que la gente quiso que lo gobernara.

8.- “El gobierno estatal será el interlocutor atento, no el adversario”. O sea, podrán pelear los actores políticos, pero no el gobierno. El gobierno como institución jamás será adversario, los personajes podrán serlo, si así lo desean.

9.- “Si en algún momento las condiciones propicias para el diálogo y el acuerdo no se presentan y las fuerzas políticas insisten en la discusión y el rompimiento, el gobierno estatal cumplirá sus responsabilidades y seguirá trabajando para servir con calidad a los colimenses”. Que se levanten de las mesas del diálogo, que no asistan a las ceremonias a las que están obligados asistir, el gobierno va a seguir funcionando, con los panistas, sin ellos, a pesar de ellos o en contra de ellos. Más claro, ni el agua.

10 “Las fuerzas políticas deben considerar que se necesitan mutuamente, que en la pluralidad ninguna fuerza por sí misma brinda una respuesta integral a los problemas sociales”. O sea, en la democracia, cabemos todos y todos somos necesarios,

aunque seamos diferentes, porque la pluralidad se inicia a partir de las diferencias, de su respeto y reconocimiento

11- “En la democracia no existen buenos ni malos, ni justos ni injustos, pues cada partido representa a ciudadanos en plenitud de derechos”. En ningún partido están los puros buenos o los justos, tampoco en ningún partido están los puros malos y los injustos, pues cada partido representa una parte de la sociedad, afines a una ideología común y no a virtudes determinadas, pues los partidos y la política corresponden a lo humano, a lo terreno y no a lo divino y mucho menos a lo celestial.

12- “Los partidos deben estar a la altura de la sociedad que representan”. O sea, los partidos no son el conducto para el desahogo de los odios y rencores de los iluminados y mucho menos, de los encandilados.

13- “La campaña extraordinaria ha concluido y los llamados reiterados a la confrontación no corresponden a la voluntad legítima de los ciudadanos por avanzar con madures política y paz social”. O sea, que si van a continuar con la campaña hacia el 2006 que sea sin pleitos, pues el que se enoja pierde o más bien, el pueblo los hace perder. Están a tiempo de cambiar de estrategia.

14- “Es válida la pasión, pero no el encono”. La política genera pasión y la necesita. El odio y el rencor generan encono y lo arraigan y terminan por destruir a quien lo sufre, y el que odia sufre.

15- “Es válida la presentación de alternativas, pero no la difamación”. La alternativa de la difamación sigue siendo oposición, la alternativa de la propuesta es gobierno ahora. Que conste ahí está la receta.

16- “En la democracia se puede vencer al adversario en una justa competencia, pero jamás se debe intentar destruirlo”. El adversario es un actor permanente de la política, querer destruirlo es querer exterminar la política y esta absurda pretensión termina por destruir al sedicente exterminador.

17- “Es una responsabilidad colectiva evitar que la competencia se convierta en un asunto de barbarie”. Espero que los panistas ya puedan entender esto, por su propio bien.

18- “Asumo esta responsabilidad como un mandato otorgado por la sociedad, no como el resultado de una ambición”. O sea, hay claridad en la responsabilidad y más en la circunstancia en la que se llega al ejercicio del poder.

Estas frases y otras frases de su discurso, acreditan la vocación democrática de Silverio Cavazos, su estilo personal de gobernar, su deseo de hacerlo para todos y con todos y, sobre todo, de hacer del diálogo el instrumento político para la gobernabilidad, pero también si los de enfrente no quieren, entonces simplemente, gobernar con la mayoría que lo eligió.

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