martes, 8 de noviembre de 2005

Los Terrenos para la Modelo, las Calumnias de Locho

Durante varios días, los medios locales, y algunos regionales, se han ocupado de manera insistente del asunto de la instalación de la planta cervecera de la Modelo. Han llegado al extremo de negar que el proyecto existía ahora, algunos actores políticos, columnistas y medios de comunicación, han afirmado que “podría” haber habido una utilidad por la intermediación realizada por mi gobierno para la adquisición de los terrenos.

Se ha dicho también, que funcionarios de mi gobierno se enriquecieron con la intermediación de los terrenos. Se ha señalado que la compraventa fue desventajosa para los vendedores y que mi gobierno no debió haber intervenido en este proceso de compra.

Uno de los principales actores dedicados a negar la existencia del proyecto ha sido el todavía alcalde de Colima, el señor Leoncio Morán Sánchez, quien de manera irresponsable, tendenciosa y falaz, negó, en un momento dado, la existencia del proyecto y, ahora, admite su existencia y exige se aclare la manera como fueron adquiridos los terrenos del proyecto de la Modelo que, según él, no existía, pero que ahora sí existe con el fin de acusar sin prueba alguna, como suele hacerlo, que funcionarios de mi gobierno se enriquecieron con la operación mercantil.

A este respecto, preciso lo siguiente:

1.- El proyecto existe y, además, se inició ya, precisamente, con la compra de los terrenos y los trámites ante el gobierno federal para el otorgamiento de 20 millones de metros cúbicos de agua concesionada y los trámites relativos al impacto ambiental de la obra. Sobre este tema, hay pruebas evidentes, al haberse adquirido 322 hectáreas, con una erogación de 123 millones de pesos, aproximadamente y al haber recibido la empresa los certificados de la concesión del agua, mismos que reintegró a la autoridad federal, en calidad de reserva, sin renunciar a ellos, para evitar así el pago anual de los derechos respectivos, al usarlos de inmediato y, de esta manera, evitar le sean cancelados de forma definitiva por no usarlos durante cinco años. Asimismo, hablan de ellos los trámites realizados ante SEMARNAT, PROFEPA, la CNA y ante el ayuntamiento de Colima.

Además, como consta en el Registro Público de la Propiedad y al propio ayuntamiento presidido por el señor Leoncio Morán, la Cervecería Modelo es propietaria legal de dichos terrenos, pues pagó el impuesto de traslado de dominio y el impuesto predial correspondiente. Ello es prueba clara de que el municipio de Colima recibe ya beneficios derivados de este proyecto. Queda claro que el proyecto se inició y aún existe.

Cabe destacar que la Cervecería Modelo solicitó y obtuvo del ayuntamiento el vocacionamiento del uso del suelo. Y a pesar de esto, el señor presidente municipal de Colima, Leoncio Morán Sánchez, siempre negaba la existencia del proyecto de la Modelo.

2.- Recientemente, se publicó en la prensa nacional que el proyecto de la cervecería Modelo se realizaría en Coahuila y no en Colima. A este respecto, el señor Raúl Rodríguez, director de Relaciones Institucionales de la Cervecería Modelo, desmintió esta versión y precisó que el proyecto Colima corre en paralelo con el proyecto Coahuila, que son diferentes y que responden a mercados diferentes. Dos días después, el presidente del Consejo de Administración, señor Carlos Fernández, dijo que ambas inversiones en terrenos forman parte del programa de expansión a futuro de la empresa y que por ello se adquirieron terrenos y se realizaron trámites ante diversas autoridades oficiales. De igual manera, precisó que, por el momento no iniciarán la construcción en ninguno de estos lugares. Queda claro, entonces, que el proyecto no está cancelado ni es mutuamente excluyente con el de Coahuila.

3.- Acerca de la compra de los terrenos es importante precisar que los gobiernos de los estados, para la realización de grandes proyectos industriales, como el de la Nissan en Aguascalientes, el de la Modelo en Zacatecas y los de la propia Modelo en Colima y Coahuila, han intervenido en la adquisición de la reserva territorial, en las modalidades mercantiles contempladas en la ley y aplicables a cada caso concreto, cuando dichos terrenos son exclusivamente particulares, o son sólo ejidales o son mixtos; o bien, cuando son terrenos de carácter público, por pertenecer a algún nivel de gobierno.

En Colima, la reserva de tierra escogida por la cervecería Modelo para su proyecto, dadas las condiciones de infraestructura –ferrocarril y carretera, así como disponibilidad de agua y ubicación geográfica estratégica- comprendía terrenos de propiedad mixta, es decir, ejidales y privados. El compromiso de mi gobierno fue ayudar, en corto tiempo, a reunir, en una sola propiedad, 27 fracciones de terreno que le interesaban a la empresa. 21 de ellas eran ejidales y seis eran pequeñas propiedades.

Cabe destacar que mi gobierno fue intermediario, a petición expresa de la Cervecería Modelo, como lo fueron los de Zacatecas y Coahuila, en su momento. La operación de compraventa se realizó a través de un contrato de comisión mercantil, que celebraron el Gobierno del Estado con una empresa filial de la Cervecería Modelo, consistente en la apertura de la cuenta en Banamex número 106-5492268, por la empresa cervecera, que realizó depósitos por un monto total de 122 millones 995 mil 634.13 pesos para la compra de los terrenos. Con este dinero, propiedad de la Cervecería Modelo, se adquirieron los terrenos ejidales y privados que suman 322 hectáreas, aproximadamente.

Ello significa que no hubo recursos públicos en esta operación. El dinero fue de la Modelo y el Estado lo administró, de acuerdo con el contrato de comisión mercantil ya referido antes.

Los cheque recibidos por los propietarios de la tierra para el finiquito de las obligaciones no fueron firmados por funcionarios de mi gobierno, sino que fueron cheques de caja girados por el banco contra la cuenta ya referida, en beneficio de cada uno de los vendedores y, por supuesto, eran cheques para depósito en cuenta. Estos pagos se realizaban una vez que la empresa cervecera autorizaba la compra de cada una de las fracciones de terreno.

4.- Las tierras de carácter ejidal se compraron a tres ejidos: Los Limones, Villa de Alvarez y Lo de Villa.

En el caso del ejido Los Limones, fueron 139 hectáreas, aproximadamente, y a su vez, en el ejido Lo de Villa fueron 69 hectáreas, aproximadamente. En ambos casos, las parcelas ejidales no estaban desincorporadas de ese régimen, es decir, se carecía del dominio pleno que permitiera la venta directa a un tercero. Por esta razón, la cervecería Modelo solicitó a mi gobierno una reunión con los funcionarios agrarios de la federación, para determinar, dentro de la ley, el mejor mecanismo para adquirir dichas parcelas. La recomendación fue en el sentido de adquirir, mediante un ejidatario o un avecindado, las tierras ejidales deseadas, y, posteriormente, solicitar su desincorporación del régimen ejidal y pasarlas a Dominio Pleno para que fueran enajenadas a la Cervecería Modelo.

Por su parte, en el ejido Villa de Alvarez se adquirieron dos parcelas con una superficie aproximada de 11.54 hectáreas. Debe señalarse que en este caso, al contar con el dominio pleno de estos terrenos, le escrituraron directamente a la Cervecería Modelo.

5.- En el ejido Los Limones, se acordó que el ejidatario J. Trinidad Polaco Gómez -expresidente del Comisariado Ejidal, y familiar de algunos de los propietarios-, adquiriera las mencionadas parcelas, 10 en total, pues, además de ser miembro de ese ejido, él mismo vendería su parcela a la empresa para hacer un total de 11 predios.

Es de destacarse que, para que esta compraventa se diera, se obtuvo de los familiares la autorización para la venta de las parcelas y, en consecuencia, se obtuvo la renuncia del derecho “Al tanto” de quienes pudieran ejercerlo.

Posteriormente, cuando ya Trinidad Polanco era el propietario de las parcelas referidas, la Asamblea ejidal autorizó la desincorporación de dichos predios del régimen ejidal y de esta manera adquirieran el Dominio Pleno, trámite que realizaron y sancionaron las autoridades agrarias federales correspondientes para que el señor Polanco pudiera vender directamente a la Cervecería Modelo estas parcelas.

O sea, intervinieron la Asamblea de ejidatarios, con mayoría calificada-, las autoridades agrarias federales, los familiares de los ejidatarios registrados como sucesores, quienes tuvieron conocimiento pleno de la venta de las parcelas.

Trinidad Polanco, debe destacarse, sólo recibió lo correspondiente al valor del terreno que le vendió a la Cervecería. Ni un peso adicional obtuvo por su rol en esta compraventa. Pues mediante cheques de caja individualizados, de la cuenta aperturaza por la Modelo en Banamex, a nombre del gobierno del estado, se pagó a cada uno de los ejidatarios que vendieron sus parcelas a Trinidad Polanco, quien compró a nombre de la empresa cervecera, con quien firmó contrato privado y por ello recibió dinero para los anticipos respectivos.

Esto pudo haber dado origen a la confusión respecto del valor en que fueron pagadas las tierras a los ejidatarios y que cinco de ellos recibieron un anticipo y después -mediante cheque de caja como ya se dijo- el resto para hacer el total convenido, que, en este caso particular de Los Limones alcanzó la cifra de 36 millones 767 mil pesos por las 11 parcelas ya referidas.

Existen recibos firmados por cada uno de los ejidatarios, en donde se asienta la cantidad recibida por cada uno en la operación de compraventa y dicha cantidad hace la suma de los 36 millones 767 mil pesos.

Como ya fue asentado en el entonces semanario Avanzada, por Pedro Zamora, “extrañamente” los terrenos fueron vendidos a la Modelo al mismo precio que les fueron comprados a los ejidatarios. No es extraño. Esa fue la transparencia con que se manejó la situación. Sin embargo, sí hubo pagos diferenciados, porque éstos dependieron no sólo de la superficie vendida, sino de la ubicación e infraestructura con que contaba cada parcela. Así, por ejemplo, a Trinidad Polanco se le pagó a 26.77 pesos el metro cuadrado, mientras que a Gustavo Ventura, del mismo ejido, se le pagó a 50 pesos le metro cuadrado, y a Andrés Villalobos Aguilar se le pagó a 11 pesos el metro cuadrado. El precio, reitero, fue producto de un avalúo, de las características de los terrenos y de la negociación realizada por cada uno de los vendedores. Por eso no podía haber un pago igual para todos, porque las parcelas eran diferentes en infraestructura y ubicación.

6.- En el ejido Lo de Villa, se adquirieron ocho parcelas, con una superficie total de 70 hectáreas y se pagó un total 21 millones 862 mil pesos, aproximadamente, y la Cervecería Modelo decidió que para este caso participara Pablo Humberto Carvajal García, quien es familiar de ejidatarios de Los Limones y de Lo de Villa, y era funcionario de la Secretaría de Fomento Económico, y a quien los directivos de la Modelo trataron en varias ocasiones cuando los acompañó a inspeccionar dichos terrenos y con quien establecieron una relación de confianza por ser funcionario y vinculado familiarmente con ejidatarios propietarios de terrenos que le interesaban a la Cervecería Modelo.

Así, se acordó que Pablo Humberto Carvajal solicitaría a la Asamblea ejidal ser reconocido como avecindado del ejido Lo de Villa, para de esta manera tener la posibilidad legal de adquirir las ocho parcelas que le interesaban a la Modelo.

Una vez reconocido como avecindado, Pablo Humberto Carvajal adquirió las ocho parcelas a nombre de la Cervecería Modelo, con quien signó contrato privado.

Tras adquirir las parcelas, solicitó la aprobación de la Asamblea para que fueran desincorporadas del régimen ejidal y pasaran a dominio pleno y estar así, en posibilidades de escriturárselas a la Modelo.

Como en el caso de Los Limones, el precio de cada una de las parcelas fue pagado con el dinero depositado por la Modelo en la cuenta aperturada en Banamex a nombre del gobierno del estado. Asimismo, estas operaciones también fueron sancionadas por las autoridades agrarias federales correspondientes.

Después de esta exposición de hechos documentados, comprobables y avalados por las autoridades federales correspondientes, concluyo:

1.- Los terrenos de origen ejidal adquiridos por la Modelo, con la intervención del gobierno estatal, mediante contrato de comisión mercantil, fueron adquiridos con recursos de la propia Cervecería Modelo y no de mi gobierno, ni con recursos públicos.

2.- Los terrenos fueron pagados a los ejidatarios al mismo precio que fueron vendidos a la Modelo. Esto ya quedó acreditado en las publicaciones hechas y existen documentos que lo avalan.

Quien pueda probar lo contrario, está en su derecho y es su obligación hacerlo. Quien persista en sus dichos sin prueba alguna, calumnia.

3.- Los ejidatarios recibieron 66 millones 300 mil pesos, aproximadamente, por el total de las tierras vendidas a la Modelo, como consta en los cheques de caja expedidos en su favor y los recibos firmados por el dinero recibido.

4.- El gobierno facilitó la adquisición de la reserva escogida por la Modelo, en función de las características de su proyecto. Ello permitió iniciar el proyecto y, a la fecha, la empresa ha invertido en Colima alrededor de 200 millones de pesos.

5.- Ningún funcionario de mi gobierno, ni yo mismo, resultamos beneficiados con la compraventa de los terrenos para la Modelo.

6.- Ningún funcionario de mi gobierno, ni yo mismo, adquirimos terrenos aledaños a los adquiridos por la Modelo.

7.- El señor presidente municipal de Colima, Leoncio Morán Sánchez, no tiene ninguna prueba de que se hayan cometido actos al margen de la ley en estas operaciones referidas; por lo tanto es un mentiroso y un calumniador consuetudinario, pues no aporta pruebas de sus dichos, ni de lo que exige que se investigue, relacionado con mi persona y con mi gobierno.

Por el contrario, existen pruebas contundentes de que el señor presidente municipal de Colima, Leoncio Morán Sánchez, privó de la vida a una persona y de que no fue castigado conforme a la ley y existen pruebas de que abandonó a los familiares de la víctima y según denunciaron, no los ha indemnizado conforme a lo que la ley y la ética exigen. Eso sí se debe investigar y aclarar, porque hay pruebas.

8.- El señor diputado federal Jorge Luis Preciado Rodríguez, tampoco aporta pruebas de sus dichos respecto a la compra de los terrenos de la Modelo, como tampoco lo hizo cuando afirmó que yo había recibido un millón de dólares de la empresa cervecera. Así, se reitera como un calumniador contumaz, a quien ya en una ocasión un juez le dictó orden de aprehensión por ese delito, estuvo preso, fue fichado y se halla libre gracias al fuero constitucional de que goza y que se le acaba el 31 de agosto del próximo año. Esa averiguación debe continuar, en su momento.

9.- El señor presidente del comité directivo estatal del PAN, Jorge Iñiguez Larios, se sumó a la lista de calumniadores e irresponsables, que no aportan pruebas de lo que afirman y de lo que solicitan que se investigue.

En contraparte, hay pruebas suficientes de hechos de los que se desconoce el estado de la investigación, en los que ha estado involucrado el señor presidente del comité directivo estatal del PAN, Jorge Iñiguez Larios, y que son constitutivos de hechos delictuosos, como el haber exigido a los delegados federales la entrega de los listados de los beneficiarios de programas federales y la comisión de trabajadores de las delegaciones federales, para apoyar la campaña de Leoncio Morán a la gubernatura. Eso se debe seguir investigando.

10.- El señor diputado local, Gabriel Salgado Aguilar, tampoco aporta ninguna prueba de sus dichos cuando se refiere a la compra de los terrenos de la Modelo y su exigencia de que se investigue ese hecho.

En cambio, de lo que sí existen pruebas documentadas es de que en un vehículo de su propiedad fueron decomisadas tres toneladas de cocaína y ha confesado en la tribuna del congreso local, además de este hecho, el ser abogado de narcotraficantes.

O sea, sin autoridad moral y sin prueba alguna, solicita investigaciones, referentes a actos de mi gobierno y mi persona.

11.- El señor ingeniero físico, con maestría en ingeniería nuclear, Francisco José Yáñez Centeno y Cabrera, fue Director General de Procedimientos Agrarios de la Secretaría de la Reforma Agraria, cuando Carlos Salinas de Gortari era presidente de la república, -era, entonces, un salinista de hueso colorado- pero también sabemos que ahora critica todo cuanto antes defendió. En realidad, debemos reconocer que es, y ha sido, institucional: defiende, invariablemente, a quien le paga.

A pesar de su hipotético conocimiento en materia agraria, en su artículo da la impresión de que alguien le pasó la película casi completa, porque, efectivamente, las cosas se hicieron casi como él lo señala. Pero se equivocó de nuevo. Veamos por qué.

El Gobierno del Estado facilitó la compra. Primero, porque la empresa se lo solicitó. Segundo, al poner una a sola persona que concentrara las compras de terrenos ejidales, se evitó que terceros ajenos a la operación se inmiscuyeran en ella. Tercero, las personas morales no pueden enajenar terrenos ejidales, sólo las personas físicas. Cuarto, se salvaguardó a cabalidad el derecho del tanto y el derecho de preferencia, se cumplió puntualmente con ambos. No sólo renunciaron los familiares directos de los vendedores, los demás ejidatarios, posesionarios y avecindados, sino que también lo hicieron los ayuntamientos de Colima y Villa de Alvarez, ambos panistas, y el propio gobierno del estado. Todo conforme a derecho.

¡Y éste es el flamante neopanista que más entiende de esta materia! ¿Cómo estarán los demás?

12.- De esta manera, estos panistas calumniadores, acusan a mi gobierno, sin prueba alguna, de supuestos actos ilegales, y de manera simultánea anuncian a bombo y platillo su intención de competir en el 2006, lo que significa que la calumnia y el lodo serán la base de su discurso de campaña. Esos son sus méritos. Preparémonos para ello.

Finalmente, compete a los expropietarios de los terrenos y a la cervecería Modelo que los adquirió, inconformarse por la operación de compraventa, pues al no haberse con recursos públicos, nadie más tiene vela en este entierro.

Por lo pronto, una vez aclarado el asunto de los terrenos de origen ejidal para el proyecto de la Modelo, el viernes tocaré el asunto de la adquisición de los terrenos de propiedad privada adquiridas por la Cervecería Modelo, mediante expropiación decretada por mi gobierno.

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