LAS CUENTAS DE BARTOLA
Te agradezco, Jorge Humberto Silva Ochoa, que hayas publicado el pasado 23 de marzo en el periódico de tu propiedad. el Ecos de la Costa, el informe de la revisión que hizo el contralor general C.P. Francisco Soto, relativo a la disponibilidad de recursos que dejaste al concluir tu último año de Rector, así como la revisión del ejercicio de los ingresos y el gasto correspondientes al año de 1988, documento que, además de la firma del contralor, el Secretario General Lorenzo Hernández y un servidor, entonces Rector, certificamos que dicho documento es copia fiel de su original, que se encuentra como apéndice en el libro de actas del Consejo Universitario.
La publicación de este documento es importante porque ratifica lo que he venido diciendo: que no dejaste lo que deberías haber dejado en el FOSAP, correspondiente a las aportaciones de los trabajadores y de la Universidad, que debiste haber enterado.
En una publicación anterior, pusiste en duda que los rectores que te sucedimos en el cargo hubiéramos hecho las aportaciones correctamente para garantizar el pago a los pensionados y en ese mismo documento afirmaste que habías dejado 429 millones de pesos.
Por mi parte, he venido sosteniendo que no dejaste esa cantidad y ahora, gracias a tu publicación del pasado 23 de marzo, se ratifica mi afirmación.
En el documento que contiene el informe de la revisión del gasto de 1988 y de la disponibilidad de recursos que dejaste, se afirma que el presupuesto anual de la Universidad en ese año fue de 20 mil 290 millones de pesos, de los cuales, 18 mil 377 millones correspondieron a servicios personales.
¡Qué bueno que se publican estas cifras!, porque esta última cantidad relativa a salarios ratifica mi dicho.
Como bien sabes, en esa fecha, los trabajadores aportaban el 2% de su salario mensual para el FOSAP y la Universidad aportaba el 5%, lo que quiere decir que un 7% del total de los salarios mensuales de los trabajadores se destinaba al FOSAP.
Así, en 1988, el 7% de 18 mil 377 millones de pesos eran $1,286 millones de pesos, los que debieron haberse depositado al FOSAP como aportación anual, pero, he aquí el gran pero es que en el documento que publicaste el 23 de marzo, sólo se asientan “sólo” 433 millones, que son una cantidad casi tres veces menor a la que debiste haber dejado. Pero lo malo es que tampoco dejaste esos 433 millones de pesos, como te lo demostraré en seguida.
En ese mismo documento que publicaste, Jorge Humberto, aparecen en el saldo de fideicomisos anotaciones de mi puño y letra. A ti te consta que son de mi puño y letra y que son anotaciones y correcciones que hice al informe que me presentó Contraloría, así recibiste el documento y así mismo lo publicaste, con las correcciones hechas de mi puño y letra.
Una de esas correcciones se refiere al FOSAP, en ella se asienta, inicialmente, que el saldo es de 433 millones 773 mil viejos pesos, pero, como se aprecia en la corrección del documento, 100 millones corresponden a Investigación y 300 millones al Fondo de Ahorro, ahí mismo se aprecia en el documento que a un lado de la cifra de 433, 773 millones aparece -100 – 300=33; o sea, dejaste únicamente 33 millones, en lugar de los mil 286 que debiste haber dejado,. O sea, te faltó entregar 1,253 millones de viejos pesos.
Es explicable que 300 millones correspondían al Fondo de Ahorro porque en el fideicomiso que dejaste para ese fin, como se asienta en el documento, había sólo 5 millones 376 mil viejos pesos.
El Fondo de Ahorro, como tú sabes, se paga el 15 de mayo y se constituía entonces con el 3% de la aportación del trabajador y el 3% de aportación de la Universidad, es decir, el 6% del total de salarios, lo que quiere decir que el 6% de 18 mil 377 millones correspondiente al Fondo de Ahorro en el año 1988 era de 1,102 millones de pesos.
De esta manera, del 15 de mayo de 1988 al 31 de enero de 1989, cuando concluiste tu gestión, son 8 meses y medio, y el Fondo de Ahorro debió tener 782 millones de pesos y sólo dejaste 5 millones 376 mil y como tú sabes bien, el 15 de mayo de ese año debíamos pagar a los trabajadores 1,102 millones de su Fondo de Ahorro anual; o sea, un pago inmediato y por eso la observación de que esos 300 millones correspondían al de ahorro y no al FOSAP.
Entonces, tú debiste haber dejado en el FOSAP, 1,286 millones de pesos y en el Fondo de Ahorro 786 millones de pesos. Como ves, una suma total de 2 mil 72 millones de pesos, que no los dejaste, Jorge Humberto, porque en el documento que publicaste se dice que por esos dos conceptos apenas dejaste 439 millones 149 mil viejos pesos; o sea, te faltaron mil 633 millones de viejos pesos. ¿Así o más claro?
Aparte de esos dos fideicomisos, dejaste 11 más, que con el FOSAP y el de Ahorro eran 13, con un saldo, según el informe que publicaste, de 840 millones 838 mil viejos pesos, lo que quiere decir que ni con los 13 fideicomisos que dejaste, se completaba siquiera la mitad del Fondo de Ahorro y el FOSAP correspondiente a tu último año como rector, 1988.
Por eso, el documento que publicaste, me da la razón de que no dejaste el dinero para las pensiones y menos para el Fondo de Ahorro.
En el documento se da cuenta también de los saldos que dejaste en cuentas de cheques, haciendo un total en las cinco cuentas de mil 454 millones 149 mil viejos pesos, como saldo al 31 de enero de 1989, que fue el día que terminaste tu décimo año como Rector.
En ese documento también hay anotaciones de mi puño y letra que publicaste y validas, con ellas se clarifica que en el rubro Otras Inversiones, que se asienta con 492 millones de pesos, están incluidos 300 millones que corresponden al Fondo de Ahorro y no a dinero disponible para otros fines, como precisé de mi puño y letra en el documento que publicaste. Todo esto significa que en realidad, en cuentas de cheques sólo dejaste mil 154 millones de pesos.
Con las anotaciones de mi puño y letra al documento que publicaste, te hacía notar que no dejabas en realidad el dinero de manera correcta para pago de pensiones y Ahorro de los trabajadores.
Y ese documento corregido de mi puño y letra fue el que publicaste y es el mismo que certifiqué y existe como Apéndice en el Libro de Actas del Consejo Universitario.
Pero hay una circunstancia que debes recordar, tú que tan buena memoria tienes: en esa ocasión, la nómina se pagó la tarde del viernes 29 de enero y el informe de Contraloría habla de disponibilidad en recursos al domingo 31 de enero, lo que quiere decir que el personal aún no cobraba en bancos la última quincena de enero, misma que se empezó a cobrar en bancos a partir del lunes 1º de febrero.
O sea, Jorge Humberto, dejaste únicamente el dinero para el pago de la quincena.
Por eso bien se afirma en el documento que publicaste el jueves 24 de marzo, del dictamen de la Comisión de Hacienda, en el considerando décimo segundo, que dice: “Que se verificó que el remanente entregado por la administración anterior no corresponde técnicamente a un superávit, sino a fondos disponibles para financiar la operación inmediata de la Institución”. (las negritas son mías).
Lo que quiere decir que efectivamente dejaste nada más para la quincena, no dejaste lo que correspondía al FOSAP, porque no había casi jubilados y no sería un pago inmediato, pero tampoco dejaste lo que te correspondía para pagar a futuro las pensiones.
Menos dejaste lo del Fondo de Ahorro que se paga en mayo.
Entonces, tus cuentas son como “las de Bartola”: dejaste unos pesos para que se pagara todo lo que se tenía que pagar, ajustara o no.
Porque, según el documento publicado, dejaste en fideicomisos 840 millones 838 mil pesos y en cuentas de cheques mil 454 millones 149 mil pesos que suman 2 mil 294 millones 987 mil, viejos pesos.
Pero, tan solo de las pensiones correspondientes a tu ultimo año debiste haber dejado mil 286 millones, al de Ahorro de los trabajadores 788 millones y para la última quincena, 776 millones de pesos.
Como ves, Jorge Humberto, lo que dejaste no ajustó ni para pagar eso, porque el 15 de mayo, tres meses 15 días después de que terminaste tu gestión, pagamos mil 200 millones de pesos del Fondo de Ahorros y tú habías dejado únicamente 5 millones, apenas el 0.42%. Fíjate la desproporción, por este concepto pagué la mitad del total que dejaste en Fideicomisos y cuentas de cheques.
Las cuentas están muy claras y tú mismo las publicaste y eso da oportunidad para comentar lo siguiente:
1.- Los documentos que das a conocer corresponden a 1988, a tu último año como Rector.
2.- No se refieren a tus diez años como Rector, sino a un solo año y lo que dejaste de tus diez años rectorales es eso, menos de un mes de la nomina y fideicomisos que no alcanzaban ni para pagar lo inmediato.
3.- Este informe de 1988, se rinde después de que ya habías comprado y construido el edificio de Ecos de la Costa.
4.- Por eso, el informe que se publica es sobre la disponibilidad del recurso que dejaste en el último año, no de lo que debiste haber dejado.
5.- Es bueno que publiques este documento, porque así queda claro que la Universidad sí hace revisiones y auditorías, y si hace 22 años ya se hacían las auditorias, me parece un error de tu parte suponer que ya no se hacen y considerar como parte de tu estrategia mediática siempre poner en duda el manejo financiero de la Universidad y la honorabilidad de los rectores que te sucedieron.
Hace 22 años, la transparencia no era común, la fiscalización era un ideal y ya desde esa fecha, la Universidad hacía auditorias, con los últimos Rectores se han hecho auditorías externas y las ha practicado también la Auditoría Superior de la Federación y la Universidad de Colima siempre ha salido bien.
6.- Está claro cuál es tu intención al cuestionar permanentemente a la Universidad y a sus autoridades: tratar de generar intranquilidad y pretender debilitarla para que se le dificulte resolver por sí sola en su autonomía, su vida interna.
No lo lograrás, como no la han logrado otros que pretendieron lo mismo que tú has pretendido en los últimos años.
Te reitero mi consideración y sabes que sigo a tus órdenes.
www.aproposito2004.blogspot.com
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