Los diferendos entre las autoridades mexicanas y las norteamericanas han sido permanentes desde que el presidente Obama asumió la presidencia, pues ya antes de que éste viajara a Guadalajara para asistir a la cumbre de jefes de Estado de Norteamérica, el 9 y 10 de agosto de 2009, la embajada de Estados Unidos le aconsejó que exigiera a su homólogo Felipe Calderón un manejo más transparente ante las acusaciones de violación a los derechos humanos, especialmente en los tribunales del fuero militar.
En un documento entregado a Obama, sus asesores le aconsejaban: “Usted debe exigir que la Oficina de Control de Armas de Fuego y Explosivos tenga pleno acceso a los arsenales de armamento confiscado, y demandar que, en materia de extradición de presos, sean entregados los jefes de alto rango de los cárteles del narcotráfico, no solamente sus lugartenientes”. Y citan específicamente a Benjamín Arellano Félix y Sandra Ávila Beltrán.
A la vez, le advertía que Calderón trataría de abordar una amplia e imposible serie de temas e intentaría presionarlo para que asuma un compromiso público y explícito para financiar los programas de la Iniciativa Mérida más allá del plazo de tres años establecido originalmente, y también para que Estados Unidos haga un esfuerzo mayor para detener el flujo de armas a México.
El cable revela que en el Hospicio Cabañas, en 2009, bajo la aparente tersura de los discursos diplomáticos, había un trasfondo crispado. El texto está clasificado como confidencial y no formal (para uso interno exclusivamente) y presenta el perfil de un presidente mexicano acosado: la violencia del crimen organizado al alza, crisis en las finanzas, problemas internos en el PAN, un margen de maniobra disminuido en el Congreso, pobreza y desigualdad crecientes y un cuestionamiento público cada vez mayor sobre su estrategia contra el narcotráfico. (Las Jornada 2/marzo/2011)
LOS TIROS DE PASCUAL
El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, aseguró en 2009 que el panorama político que enfrentaba el presidente Felipe Calderón era adverso y calificó de “grises” a los posibles precandidatos presidenciales del PAN para la elección de julio de 2012. Veamos:
1.- En el cable número 3423 de WikiLeaks, lanzado el pasado 2 de marzo y dado a conocer, se estableció que Pascual informó al subsecretario de Asuntos Hemisféricos de su país, Arturo Valenzuela, acerca del panorama que encontraría en su visita a México.
En la información que mandó a Valenzuela, de acuerdo con el cable de WikiLeaks, Pascual le señaló que Calderón podría tratar de reforzar la imagen de los candidatos resaltando los éxitos obtenidos en el combate en la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad.
“Él claramente cree que un éxito dramático en la lucha contra los cárteles de la droga proveerá un estímulo político, lo que explica su interés en depender de nuestra cooperación a través de la Iniciativa Mérida y de intensificar la lucha a lo largo de la frontera”.
O sea, un triunfo en la guerra contra el narco daría dividendos políticos a su presidente y a su partido ¿Y al ir perdiéndola?
2.- “El partido político de Calderón salió seriamente debilitado después del revés que sufrió en las elecciones legislativas de julio” (2009); además consideró que el PAN, así como el Presidente, “se encuentran preocupados y con dudas sobre los aspirantes de ese partido que pretenden competir en los comicios del próximo año”.
Así es, la derrota de la cámara de diputados federal en el 2009, los apanicó.
3.- “Mientras, el partido de la oposición, el PRI, se encuentra en ascenso y cuidadosamente ha manejado su ilusoria unidad en un intento de dominar las 10 elecciones locales del próximo año (2010) y de evitar cualquier error que pudiera poner en riesgo su lugar de puntero en la carrera a las presidenciales de 2012.
4.- “Los prospectos del PAN son grises, en ocasiones el propio partido parece preocupado e inseguro sobre la mejor manera de reforzar su imagen”.
Por eso, el propio presidente quiere que el candidato del PAN en el 2012 sea alguien no panista, porque los que aspiran “son grises”.
5.- Los diálogos de seguridad con nuestro país podrían verse afectados por la caída del porcentaje de aprobación de Felipe Calderón, las preocupaciones económicas, la percepción popular sobre la lucha contra el narcotráfico y la debilidad política del PAN.
6.- Pascual comentó que en materia de seguridad, en México hay un sistema militar que se resiste a la modernización; una estructurada política muy cerrada que desalienta la cooperación; un sistema legal que necesita urgentemente una reforma y una débil estructura federal que frustra la cooperación entre las autoridades locales y estatales.
7.- El embajador de Estados Unidos en México aseguró que la popularidad de Calderón cayó “10 puntos desde el pasado mes de febrero” y que se encuentra en los “niveles más bajos de apoyo” con respecto a sus tres años anteriores de gobierno. (Milenio 10/marzo/2011)
Tiene razón Calderón en enojarse, puras verdades le dicen.
COMPLICES O TONTOS
La reacción nacional ha sido fuerte contra la decisión norteamericana de introducir más de 2 mil armas de alto poder, destinadas a un programa llamado “Rápido y Furioso”, para dejarlas caminar en territorio mexicano para capturar a los cárteles que los habían comprado, pero les falló el asunto a los agentes norteamericanos.
Senadores y diputados federales del PRI, PAN y PRD calificaron como una violación brutal a la soberanía de México y al derecho internacional, así como el Plan Mérida, haber instrumentado, por parte del gobierno estadunidense, la operación Rápido y Furioso, que introdujo armas a México y resultó fallida.
“El gobierno de México necesita explicar qué sabía del asunto y cuál va a ser su reacción ante este asunto”. (El economista 9/marzo/2011)
Imaginen ustedes que Genaro García Luna, sin decirle nada a los “gringos”, decide introducir a Estados Unidos dos toneladas de cocaína para dejarla caminar, darle seguimiento y descubrir quiénes son los capos de la droga que la compran en Estados Unidos y así detenerlos Si así hubiera sido, ¿qué hubieran dicho los “gringos”?
Aquí el tema es no únicamente que los norteamericanos hayan decidido pasar por su cuenta las armas a México, eso es criticable, como lo es que hayan ignorado las autoridades mexicanas el operativo implementado, pero habría que saber de qué manera los agentes aduanales mexicanos fueron cómplices al permitir el paso de dichas armas o fueron tontos y no se dieron cuenta.
LAS PENSIONES EN LA U DE C
En el marco de la estrategia que el licenciado Humberto Silva ha implementado en contra de la Universidad de Colima para desprestigiar la institución y a sus autoridades y de manera particular al Rector, y cuando creía Humberto que tenía una bandera en esa lucha en pro del desprestigio universitario, le falló, porque dio por cierto que la Universidad le debe 120 millones de pesos al fondo de pensiones y que eso tiene molesto al sindicato y se habló incluso de la posibilidad de realizar una huelga por ese motivo, después de 37 años en que la Universidad no se ha visto afectada en su trabajo por ningún tipo de huelga.
El sindicato de la Universidad siempre se ha preocupado por la defensa de sus trabajadores y ha estado siempre muy al pendiente de que las prestaciones y los derechos de los trabajadores no se vulneren y a su vez, las autoridades universitarias han sido siempre respetuosas de las conquistas laborales y de la superación académica de los trabajadores.
Cuando asumí la Rectoría en 1989, existía en la Universidad un fondo de pensiones que hace 22 años se destinaba principalmente, o en su totalidad, a hacer préstamos a los trabajadores, eran más que nada un fondo de préstamos a través del cual la Universidad prestaba a 12, 18, 24, 48 y hasta 60 mensualidades, con intereses sumamente bajos, por no decir simbólicos; en consecuencia, ese fondo no se utilizaba para pagar las pensiones, porque el dinero estaba prestado, así sucedió en el periodo de Humberto Silva Ochoa y además, los pensionados eran muy pocos y en consecuencia, se pagaban en la misma nomina de los trabajadores en activo.
Al analizar esta situación con el profesor Juan Mesina Alatorre, secretario general del SUTUC, estuvimos de acuerdo en dejar de prestar y que el dinero de la aportación de los trabajadores y de la Universidad a dicho fondo, se utilizara para pagar las pensiones y garantizar a futuro el pago de las mismas.
Fue así que se creó el fondo social de apoyo al pensionado para los trabajadores al servicio de la Universidad de Colima y se empezaron a pagar las pensiones con los recursos del propio fondo y cada fin de año, durante mi administración, se le inyectaba a dicho fondo una cantidad adicional.
Posteriormente, al concluir la gestión del doctor Carlos Salazar Silva en el 2005, el fondo social de apoyo al pensionado tenía una reserva de 275 millones de pesos, que representaban las aportaciones de la Universidad, de los trabajadores y de la federación.
Bajo el rectorado del Doctor Miguel Aguayo, el fondo llegó, el 31 de diciembre de 2010, a tener un capital de 612 millones de pesos.
Cabe destacar que con el propósito de fortalecer el fondo, la Universidad de Colima cubrió la nomina de jubilados y pensionados pagando 160 millones de pesos durante los años 2008, 2009 y 2010,.
En esos tres años, la Universidad debió haber aportado al fondo 117 millones de pesos, pero como pagó 160 millones de su propia nómina, hay un diferencial a favor de la Universidad por 43 millones de pesos.
Y en total, del 2005 al 2010, la Universidad durante esos 6 años que lleva como Rector Miguel Aguayo, pagó la nomina de los pensionados, que hacen un total de 244 millones de pesos, cuando lo que debió aportar la Universidad al fondo eran 210 millones de pesos, lo que acredita que la Universidad al pagar la nomina, destinó al fondo del pensionado 33 millones de pesos adicionales a su aportación convenida, los cuales podría acreditar como anticipo de aportaciones en el 2011.
Se acredita así que la Universidad no le adeuda al fondo de pensiones ninguna cantidad, sino por el contrario, al pagar la nómina aporta más de lo que está obligada.
Está información está en la página electrónica de la Universidad de Colima y puede ser consultada por cualquiera, como fue mi caso.
Humberto Silva Ochoa esperaba utilizar políticamente contra el Rector y la Universidad esta legítima preocupación de sus trabajadores y de su sindicato, pero al parecer, los números están claros, el sindicato, como siempre ha ocurrido, no se ha prestado, ni se prestará a que alguien de manera perversa ataque a la U de C y a su Rector.
Bien por el Rector y por el Sindicato que llevan cuentas claras.
¿Cuánto dejó Humberto Silva Ochoa en el fondo de pensiones?
www.aproposito2004.blogspot.com
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