Apenas el viernes pasado en esta columna había comentado respecto a las 38 detenciones de agentes judiciales, que no quedaba muy claro por la información oficial publicada, si había sido un operativo de la Secretaria de Marina generado por un trabajo de inteligencia naval como lo afirmó el Almirante Mejía Michel y como lo confirmó la prensa nacional que publicó la información que proporciono la Secretaria de Marina en ese mismo sentido.
El periódico Reforma y Mural publicaron:
“En un hecho sin precedente en la entidad, la Armada de México realizó ayer un operativo en contra de agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado, que derivó en la captura de 36 elementos”.
“Aunque la Marina no reveló la identidad de los detenidos, se les señala de presuntos vínculos con la delincuencia organizada”.
“El Almirante Jaime Mejía Michel, titular de la Sexta Región Naval en Manzanillo, dijo que las detenciones son parte de la depuración a las corporaciones policiales y que se logran gracias al trabajo de inteligencia naval”.
“El Almirante señaló que la aparición de narcolaboratorios, como el que se aseguró el lunes en Armería, está vinculada con la corrupción al interior de las corporaciones”.
Días antes, personal de la Marina descubrió 3 narcolaboratorios en el poblado de Santa Rita y en una población de Armería y precisamente el comandante de la zona naval relaciona los narcolaboratorios con la corrupción de las corporaciones policiacas de Colima.
El periódico “La Jornada” publicó:
“Elementos de la Secretaría de Marina Armada de México detuvieron a 36 policías ministeriales de Colima presuntamente vinculados con el crimen organizado, durante sendos operativos en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y la policía municipal de Villa de Álvarez”.
“Los agentes detenidos revelaron el paradero de 11 sicarios, quienes también fueron aprehendidos por los marinos”.
“Fuentes oficiales confirmaron lo anterior y señalaron que el despliegue de la Secretaría de Marina en la entidad se intensificó a partir del asesinato del ex gobernador Silverio Cavazos Ceballos, ocurrido el pasado 21 de noviembre”.
Ante las detenciones de agentes judiciales, previas a los 36 judiciales detenidos, la Procuradora de Justicia Yolanda Verduzco confirmó la detención de dos agentes de la policía judicial Omar Alexander Rentería y José Ramón Aguilar González y afirmó que esta captura es producto de los 11 detenidos en Manzanillo identificados como miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
De esta manera la autoridad estatal reconoce la vinculación de policías judiciales con uno de los cárteles que disputan la plaza.
Así mismo, el comandante de la VI Región Naval, Almirante Jaime Mejía Michel afirmó: “Se comprobaron evidencias importantes de que algunos elementos policiacos de la procuraduría tenían presunto vínculos con la delincuencia organizada… en Colima se limpia la casa y se empezó con la Procuraduría General de Justicia. (Diario de Colima 17/feb/2011)
Días antes, al conocerse la detención de los dos judiciales y arraigarlos por 40 días por su presunta vinculación con el Cártel de Jalisco el gobernador Mario Anguiano declaró: “Que no se descarta que pueda haber más elementos policiales involucrados con el crimen organizado, luego de que el día de ayer la Secretaría de Marina-Armada de México diera a conocer los nombres de 8 personas arraigadas por su presunta participación con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, entre las que se encuentran dos elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado”.
“Que este hecho obliga al gobierno del estado a identificar esas personas que estén relacionadas con el crimen organizado, ya que no pueden estar formando parte de las corporaciones, pues si ellos están anunciando todos los operativos que se van a llevar a cabo pues va a ser complicado que podamos tener un buen nivel de eficiencia”. (Avanzada 13/feb/2011)
La propia procuradora Verduzco Guzmán precisó que los operativos recientemente llevados a cabo por la Secretaria de la Marina en diferentes municipios, barrios y colonias de la ciudad de Colima, responden al llamado que el gobernador del estado, Mario Anguiano, hizo a todas las corporaciones policiacas de los diferentes órdenes de gobierno para reforzar la seguridad en Colima, dado el reciente incremento de hechos delictivos en el vecino estado de Jalisco.
Detalló la procuradora Verduzco Guzmán, las acciones que en días anteriores se realizaron en la entidad por parte de la Secretaría de Marina-Armada de México responden a esa llamada del titular del Ejecutivo del Estado y se efectuaron en la zona norte de la ciudad de Colima, en el barrio de El Mezcalito y en Villa de Álvarez.
Las autoridades estatales y de manera particular el secretario general de Gobierno Jesús Orozco el mismo día de la detención de los 36 judiciales declaró en Manzanillo que la detención se hizo en completa coordinación y a petición del gobierno del estado, como parte del programa de depuración de las corporaciones policiacas.
En su primera declaración la procuradora Yolanda Verduzco dijo que 50 elementos de la policía judicial habían sido presentados para someterse a exámenes de confianza y que se trataba de una revisión de los elementos de esa dependencia como parte del proceso de depuración y preciso que en una primera fase, ella fue sometida a todos los exámenes; en una segunda etapa fueron examinados subprocuradores, directores y subdirectores de área y en la tercera todos los policías
La procuradora general de Justicia del Estado, Yolanda Verduzco Guzmán, reconoció que alrededor del 20 por ciento del total de los elementos adscritos a la dependencia a su cargo pueden tener algún vínculo con el crimen organizado, “puede ser que brinden información, o alguna otra cosa”.
La funcionaria estatal precisó que en las revisiones que la Secretaría de Marina (Semar) había realizado momentos antes a los elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), “incluso, hasta los despojan de todas sus ropas para revisarlos”. (Diario de Colima 16/feb/2011)
Efectivamente, los propios detenidos así lo confirmaron, 13 de ellos fueron despojados de sus ropas y acusaron a los federales de practicarles diferentes tipos de tortura.
Si bien es cierto, que la propia procuradora y los demás mandos superiores de la procuraduría estatal fueron sometidos a exámenes de confianza, estos no se quejaron de que los desnudaron, ni les aplicaron tortura.
Es por eso, que al darse la detención de los 36 judiciales se había formalizado ya por la información oficial publicada que la Procuraduría de Justicia del Estado estaba infiltrada por el narcotráfico y la población colimense ante esa presunción oficial vio con simpatía las detenciones y el proceso de depuración como lo llamo el gobierno del estado al operativo realizado por los marinos.
Todo iba bien, se instrumento una campaña mediática para que se expresará el apoyo popular a los operativos, a las detenciones y a la depuración, los agradecimientos a la Marina porque están limpiando Colima y al gobierno estatal por su combate a la corrupción policiaca, yo escribí en esta columna el pasado viernes 18 de febrero con motivo de las detenciones lo siguiente:
“Está claro, que después de estas dos detenciones, como lo dijo la procuradora Yolanda Verduzco, se estableció una vinculación de judiciales con el Cártel de Jalisco Nueva Generación y por eso también el señor gobernador declara que puede haber más elementos de la judicial involucrados con el crimen organizado y quizá por eso, como dijo la procuradora, solicitaron a la Marina que hicieran las detenciones pertinentes, en virtud de que las autoridades locales estaban infiltradas por el narco”.
Y ojo, también dije: “Ojalá las pruebas, los interrogatorios y los exámenes de confianza que las autoridades federales apliquen a estos elementos de la policía judicial del estado de Colima, sirvan para demostrar su inocencia y podamos tener la tranquilidad de que buenos y confiables policías judiciales están a cargo de la seguridad de los colimenses, de no ser así, nuestra capacidad de asombro podría llegar a su límite”.
Coincidentemente, ese mismo día viernes por la tarde nos enteramos que 13 de los 36 judiciales detenidos habían sido liberados al no encontrarles vinculación con el narcotráfico y recordé que también en esta columna dije: “Así es, yo preferiría que la procuradora Yolanda Verduzco se equivoque en este caso y no que tenga razón en que el 20% de la policía está infiltrada por la delincuencia”.
Quiere esto decir, que la estimación del 20% que hizo la procuradora, en los hechos disminuyó con los 13 liberados y propició una reacción de protesta de los familiares de los detenidos recién liberados de cuya protesta la prensa publicó lo siguiente:
“Los 13 agentes de la Policía de Procuración de Justicia que fueron dejados en libertad por autoridades de la SIEDO se entrevistaron ayer con la procuradora Yolanda Verduzco Guzmán, y a decir de ellos, le reclamaron por qué los puso a disposición de la Secretaría de Marina-Armada de México”.
O sea, que los agentes liberados según publica la prensa y algunas de las cartulinas que portaban sus familiares en la protesta se quejaban de que las propias autoridades locales los habían entregado a los federales.
Y es que en los propios medios se publicó:
“Mediante un comunicado de prensa, Verduzco Guzmán ratificó que la acción efectuada la mañana del pasado martes 15 de los corrientes, donde fueron detenidos 36 agentes de la Policía de Procuración de Justicia del Estado, fue en operativo conjunto realizado por elementos de la Marina-Armada de México en coordinación con la dependencia a su cargo, la cual se suscribe en el mismo sentido de las realizadas hace apenas una semana”.
El que haya sido un operativo conjunto no necesariamente quiere decir, que la procuraduría los haya entregado aunque así lo interpreten los detenidos porque las autoridades locales informaron que tenían conocimiento de los operativos y que fueron consultados y como dijo el secretario general de gobierno Orozco Alfaro, la detención se hizo a petición de la autoridad local, para que la gente no pensara que les habían dado un michoacanazo o que el operativo lo había realizado solo la Marina y sin avisar para que no se filtrara la información, pero no, el propio gobierno del estado reconoció estar infiltrados por el narco en sus cuerpos policiacos y particularmente en la judicial por eso, pidieron el apoyo de la Marina para iniciar la depuración o como dicen los marinos “la limpia de Colima”, empezando por la procuraduría.
Esto tiene su lógica, porque el C4 y la policía preventiva fueron entregados sus mandos a las fuerzas federales, a un Almirante y a un General, no así, el cuerpo policiaco de la judicial, que siguió y sigue en manos de civiles y por eso se interpreta que se hizo presente la Marina en la Procuraduría.
Una vez liberados 13 judiciales declararon:
“Que la Armada los torturó desde el martes que los detuvo hasta el miércoles por la mañana cuando fueron trasladados a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO)”.
"Nos fueron apartando del grupo y nos llevaron a los camiones de la Marina; nos trasladaron a sus instalaciones en Manzanillo. Ahí estuvimos privados de la libertad, fuimos torturados y amenazados", señaló.
"Querían que aceptáramos que éramos del Cártel de Jalisco; nos dieron descargas eléctricas, golpes con tubos y nos cubrían la cabeza con bolsas para cortarnos la respiración", agregó. "En la SIEDO estuvimos como 24 horas, en los pasillos; rendimos declaración al igual que el resto de los compañeros que se encuentran arraigados en la Ciudad de México. Ahí nos dijeron que estábamos libres, por falta de pruebas", apuntó. (Mural 20/feb/2011)
Los periodistas oficiales que forman parte de la campaña de confusiones y contradicciones, ante la liberación y la tortura recurrieron a justificar lo injustificable y expresaron: “Una sopa de su propio chocolate”.
Hasta la tortura justifican en aras de defender la nomina.
A Propósito…
1.- La destacada periodista Denise Maerker en su columna periodística “Atando Cabos” escribió recientemente:
“El 29 de julio del año pasado murió abatido en un operativo del Ejército Ignacio Nacho Coronel en Zapopan, Jalisco. Guadalajara quedó como una plaza disputable. Y grupos nuevos como La Resistencia y el cártel Jalisco Nueva Generación se están ahora peleando por el control de la zona. El resultado ha sido visible: un aumento claro de la violencia. Las víctimas no son sólo miembros de los grupos que se enfrentan, la ciudadanía además de estar expuesta a quedar en medio del fuego cruzado ha perdido la tranquilidad”.
Así es, hay un aumento claro de la violencia cuando muere un capo grande.
www.aproposito2004.blogspot.com
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