A Propósito
Fernando Moreno Peña
Hace unos días, en una entrevista radiofónica, Jesús Orozco Alfaro, entusiasta promotor, desde el PRD, de la candidatura de Mario Anguiano por el PRI, declaró a pregunta del entrevistador que yo debería publicar los documentos que prueben que el paso de Jesús Orozco por la aduana de Manzanillo deja mucho que desear y que constituye una negra historia que contar y que su conducta en ese cargo publico observa un comportamiento irregular en el trámite de diversos asuntos relativos a ese encargo y entre los temas destaca la gran cantidad de vehículos de procedencia extranjera que se regularizaron durante su desempeño como administrador de dicha aduana, violando de manera escandalosa y reiterada el manco normativo de la Secretaría de Hacienda respecto de los permisos para importación temporal de vehículos terrestres.
Sin considerar otros temas relativos al manejo de la aduana, como lo es la importación de otros productos e incluso la entrada ilegal de sustancias nocivas para la salud, que fue un gran escándalo nacional al decomisarse enormes cargamentos de cocaína en los barcos Córdoba y Chimborazo.
Por lo que respecta a esta colaboración, me ocuparé de uno de los muchos casos de importación de vehículos, a través de permisos ilegales otorgados cuando Jesús Orozco Alfaro era el administrador de la Aduana de Manzanillo.
Así que como Jesús Orozco, manifestó estar de acuerdo en que publicara los documentos, acepto el reto, le tomo la palabra y lo que es más, los publico con su autorización y consentimiento.
Publico primero un documento de la Dirección General del Registro Federal de Automóviles, mediante el cual se otorga al señor Oldembour Avalos Verduzco el permiso No. E0504759/88 expedido el 26 de agosto de 1988, por la Aduana Fronteriza de Mexicali, Baja California, para que sea internado al país el vehículo Chevrolet Camaro, modelo 1982, con número de serie 1G1AS8713CL166858, para que pueda circular en el país durante 30 días a partir de su expedición. Cabe destacar que el señor Avalos es el titular de la formula migratoria FME No. B7262188 como consta en el permiso que le otorgaron.
Primera violación a la ley: Jesús Orozco prorroga un permiso de internamiento vehicular, cuando hacía seis meses que el permiso original estaba vencido y la ley señala que cualquier prórroga se debe tramitar y otorgar diez días antes de su vencimiento, porque de lo contrario, el titular del permiso no podrá prorrogarlo, debiendo entregar el vehículo a la aduana.
Segunda violación a la ley: y ésta es más grave que la primera, Jesús Orozco Alfaro prorroga el permiso a una persona distinta a la que legalmente solicitó el permiso para internar el vehículo y que era la persona que debió hacer el trámite de la prórroga, o sea, el señor Oldembour Avalos Verduzco y la prórroga se le extiende al señor Jaime Rocha Silva, lo cual constituye una infracción a la ley, que se sanciona con la cancelación de permiso temporal y multa.
Tercera violación a la ley: el señor Jesús Orozco Alfaro, en su carácter de administrador de la Aduana, afirma que el titular de la forma migratoria FME No. 7262188 es el señor Jaime Rocha Silva y el permiso de internamiento firmado por el titular de la aduana de Mexicali, asienta en el permiso que expide que el titular de la forma FME No. 7262188 es el señor Oldembour Avalos Verduzco.
Está es una violación grave a la ley, a la ética y a la decencia, porque se suscribe un documento afirmando falsedades y que además, al señor Jesús Orozco Alfaro le consta, porque tiene en su poder el documento original donde se prueba que lo que se dice en el documento que suscribe no es cierto, porque el titular de la forma migratoria es otra persona distinta a la que él afirma; o sea, le está otorgando, con su responsabilidad oficial una calidad migratoria a una persona, sabiendo que no la tiene y además, lo hace con el propósito de violar la ley y de concederle, como administrador de la aduana, una prórroga a su permiso de manera ilegal, con documentos ilegales y falsos.
Es muy sabido que personas que internaban vehículos y se les vencían los permisos, se les recogían los vehículos con todo y los papeles, como dice la ley, y que pasados algunos meses, algunas personas vendían a otras personas los vehículos y los papeles y además, les conseguían un permiso de la aduana para circular en el país, como pudiera ser éste el caso, que de ser así, además de las tres violaciones a la ley ya mencionadas, sería éste un acto condenable de corrupción.
Porque, además otorgar una prórroga de un permiso a una persona que no es el titular original, implica que la aduana está validando que una persona compró el vehículo ilegalmente y obtiene un permiso para circular, también de manera ilegal, actuando así la aduana como un organismo oficial que valida operaciones de compra- venta de vehículos ilegales, actos que la ley prohíbe y sanciona.
Pero el que se publica hoy es sólo uno de los más de mil trámites ilegales que se documentan del periodo de Jesús Orozco en la aduana de Manzanillo.
Esta es una pequeña muestra del paso de Jesús Orozco por la aduana de Manzanillo y es una de las muchas razones por las que me opongo a que Jesús Orozco y los amigos de Mario que le acompañan, regresen al PRI por la puerta grande. Porque este tipo de actos de corrupción son los que afectaron al PRI durante muchos años y nos hicieron perder el poder a nivel federal.
Es lamentable, por otra parte, que Jesús Orozco Alfaro sea para Mario Anguiano el paradigma de político al que admira y estima, por encima de su mayor aspiración política, que es la candidatura del PRI a la gubernatura, y que incluso ha declarado estar dispuesto a renunciar a esta aspiración, si en el PRI se le condiciona a sus amigos como Jesús Orozco.
Yo como priista sí se lo condiciono, pero Mario tiene la palabra.
Dicen que en la política, los amigos nos hacen y los amigos nos destruyen.
Este parece ser el caso, pero, reitero, Mario Anguiano decide.
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